Nos podemos preguntar qué relación tiene la población de Torre de
Juan Abad con la trashumancia de Jaén, o con las poblaciones por donde discurre
ésta, tales como: Santiago-Pontones, Hornos, Segura de la Sierra, Beas de
Segura, Chiclana de Segura, Castellar, Santisteban… , pues bien, hay tres motivos que unen a esta población
manchega con las rutas trashumantes de Jaén: “El Honrado Consejo de la Mesta”, “la
Orden de Santiago y Jorge Manrique” y “Santa Teresa de Jesús”.
Un poco de historia
-
El Honrado Concejo
de la Mesta
El Honrado Concejo de la Mesta fue creado
en 1273 por Alfonso X el Sabio, reuniendo a todos los pastores de León y
de Castilla en una asociación ibérica y otorgándoles importantes
prerrogativas y privilegios tales como eximirlos del servicio
militar y de testificar en los juicios, derechos de paso y pastoreo, etc.
En el libro: “Torre de Juan Abad en su historia,
la huella de Quevedo”, su autor Juan Jiménez Ballesta, escribe al respecto: “… Ya
el siglo XIV el Honrado Concejo se hallaba sólidamente constituido por sus
Alcaldes y Juntas libres. Con anterioridad, Alfonso X el Sabio, con la
concesión de privilegios al Concejo, tuvo como objetivo básico facilitar la
trashumancia, defender los rebaños contra sus constantes perseguidores,
favorecer a los pastores con ciertas franquicias y evitar las infinitas gabelas
que les imponían los señores poderosos cuando cruzaban las cañadas. Pero si
alguno de los diecinueve privilegios concedidos por Alfonso X nos resulta
censurable es el decimoctavo; una orden mediante la que para reintegrar a los
pastores de los agravios que se les hiciesen, se ordenaba a los alcaldes
entregadores que obligaran a los cinco vecinos más ricos de los pueblos a
comprar los bienes raíces de los delincuentes.
El que la economía castellana se
basase en la ganadería trashumante obligaba al libre desplazamiento de quienes
la practicaban en busca de pastos, tanto en la temporada de invierno como en la
de verano. Mientras estos desplazamientos se realizaban en tierras abandonadas
ningún problema surgió, pero cuando, ya a partir del siglo XI principalmente,
en el XIII, las zonas antes abandonadas fueron ocupadas por agricultores los problemas surgieron de
manera efectiva. Las tierras del entorno de la villa de la Torre de Juan Abad,
así como las de Extremadura, fueron ocupadas por agricultores, sedentarios;
asimismo, los Concejos se hicieron fuertes y vieron aparecer, con profundo
desagrado a los ganaderos trashumantes que buscaban en estas tierras los
pastos, precisamente invernales. Las rutas de trashumancia, lo que más tarde se
denominaran cañadas, habían sido libres para estos ganaderos que, sin
embargo, ahora debían pasar por zonas
ocupadas por agricultores. En razón de
ello comenzaron las intransigencias, los enfrentamientos y los abusos protagonizados por ambas partes. En el caso
de los ganaderos, el abuso surgía en muchos casos al negarse a pagar la mínima
compensación a los agricultores por la
ocupación de las tierras de pastos; y en el de los agricultores, exigiendo en
muchos casos, como fue habitual en las tierras de las Ordenes Militares, el pago,
como derecho de portazgo de dos vacas por cada mil, dos carneros por cada mil
ovejas y dos cerdos por cada mil…”.
Como
se desprende de lo anterior, La Torre de Juan Abad desde el siglo XI ya tenía
relación con la trashumancia que se efectuaba desde las tierras de Castilla y
León a Sierra Morena, atravesando el término de la Torre numerosas cañadas,
cordeles y veredas, siendo la más importante la “Cañada Real de los Serranos” que
tenía su origen en tierras de Cuenca.
En
la actualidad son seis las vías pecuarias que se conservan en la jurisdicción
de la Torre:
-
Cañada Real de los Serranos
-
Cordel del Pozo de la Serna
-
Cordel de Albacete.
-
Vereda de Infantes
-
Vereda de Pavón
-
Vereda de Aldeaquemada.
Estas
vías pecuarias en la actualidad, sirven
de corredores verdes y se emplean para la práctica del senderismo, rutas a
caballo y otras actividades relacionadas con la naturaleza y el medio ambiente.
Orden Militar de Santiago (1170-1836).
La
Orden de Santiago fue una orden religiosa y militar surgida en el siglo XII en
el Reino de León. Debe su nombre al
patrón nacional de España, Santiago el Mayor. Su objetivo
inicial era proteger
a los peregrinos
del Camino de Santiago y hacer retroceder a los musulmanes de la Península
Ibérica. Tras la muerte del gran maestre Alonso de Cárdenas en 1493, los Reyes
Católicos incorporaron la Orden a la Corona de España y el papa Adriano VI unió
para siempre el maestrazgo de Santiago a la corona en 1523. La I República
suprimió la Orden en 1873 y, aunque
en la Restauración
fue nuevamente restablecida,
quedó reducida a un instituto nobiliario, de carácter honorífico, regido por un Consejo Superior dependiente del Ministerio de la
Guerra, que quedó a su vez extinguido tras la proclamación de la II República en 1931. La Orden de Santiago, junto con las de Calatrava, Alcántara y Montesa,
fue
reinstaurada como una asociación civil en el reinado de Juan Carlos I con el
carácter de organización nobiliaria honorífica y religiosa y como tal permanece en la
actualidad.
La Encomienda de Segura comprendía, en el siglo
XV,
las villas de Segura de la Sierra, Hornos, Siles, Albaladejo y Benatae, las aldeas de La Puerta, Torres de
Albanchez, Génave y Albaladejuelo (Villarrodrigo), así como
las
pedanías de Orcera, Catena, Amusco
y Venta de Secilla.
En
el Campo de Montiel la Orden de Santiago estaba distribuida en las siguientes
poblaciones según se recoge en el libro
de Juan Jiménez Ballesta, “Torre de Juan Abad en su historia, la huella
de Quevedo”:
- Encomienda de Bastimentos
- Encomienda de Alhambra y La Solana
- Encomienda de Beas
- Encomienda de Carrizosa, compuesta por esta villa y varios
lugares menores.De ella también dependía el lugar de La Moraleja, más tarde
hecha villa independiente por el infante don Enrique con el nombre Villanueva
de los Infantes o el Infante
- Encomienda de La Membrilla del Tocón, que estaba integrada por las villas
de Membrilla, Alcubillas y en la villa de Alhambra el sitio del Pozo de la
Serna.
- Encomienda de Montiel y La Osa, en la que se comprendían las villas
de Montiel, La Puebla, Cózar, La Osa y la aldea de Santa Cruz.
- Encomienda del Heredamiento de
Ruidera.
- Encomienda de Torres y Cañamares.
- Encomienda de Villahermosa, que incluía las villas de
Villahermosa y Fuenllana.
- Encomienda de Villanueva de La Fuente.
- Encomienda Mayor de Castilla, la cual, dentro de la provincia de
Ciudad Real, comprendía las villas de Almedina, Terrinches y Torrenueva.
- Encomienda de Montizón y Chiclana, que incluía las villas de
Chiclana, Villamanrique y Torre de Juan
Abad, además de la heredad de Linarejos, en Santisteban del Puerto. Bien
entrado el siglo XVI, la nueva puebla de Castellar de Santiago entró a formar
parte de la dicha encomienda. Todo ello a caballo entre las provincias de
Ciudad Real y Jaén. El nombre primitivo de esta encomienda fue el de Encomienda de Santiago de Montizón. Su cabecera era el castillo de
Montizón, situada en la dehesa despoblada llamada de Santiago.
-
-
La frontera militar
A finales del siglo XV
el Campo
de
Montiel estaba mal defendido
y sus
fortificaciones (un total de ocho torres y seis castillos) se encontraban en decadencia, si seguimos los Libros de Visitas de la Orden de Santiago, ninguno
de los lugares del Campo
tenía barreras defensivas.
Fg.2) FRONTERA MILITAR EN EL CAMPO DE
MONTIEL EN LA ÉPOCA
DE JORGE MANRIQUE
- En el oeste, frente al Campo de
Calatrava, se hallaba el Castillo de Alhambra, con un extenso Alfoz (El alfoz era
un conjunto de pueblo y aldeas que dependían de otro principal dotados de las
mismas funciones fiscales, judiciales y militares)
- Membrilla del Tocón conservaba el puente levadizo, dos barreras de
tapias y varias torres, de mampostería almenada la que hay sobre la puerta principal. En el interior, entre otras dependencias, la iglesia de
Nuestra Señora
- En el cortijo
torreado
de
La Solana, había cuatro
cubos de madera, uno
de
ellos inconcluso
- En Montiel hubo
dos
fortalezas, la Estrella y San Polo. De la Estrella los visitadores hacen una descripción diciendo que tenía una barrera con
siete cubos de cal y canto y torre del homenaje, que destacan como
«muy buena», al igual que la capilla dedicada a Santiago. Corrales,
bodega, palomar
y varias dependencias más.
- En la retaguardia del sistema defensivo de Segura de la Sierra frente
al reino de Granada, se conservaban:
- Ruidera, bastante retrasada.
- Albaladejo de los Freires.
- Villanueva de los Infantes.
- Puebla de Montiel.
- Gorgojí.
- Villanueva de la Fuente.
-
Terrinches.
La frontera militar lleva a Jorge Manrique, en su calidad de caballero de
Santiago y Trece de la Orden, al castillo y la encomienda de Montizón.
Su situación le confiere un especial carácter defensivo. Lo que se manifiesta en los propios materiales de construcción. Jorge Manrique sintió
una
sincera preocupación por la encomienda que mejoró, fortaleza que enriqueció
y embelleció.
Fg.3)
Santa Teresa de Jesús
Para adentrarnos
en la relación que hay entre la Santa Madre con la Torre de Juan Abad y la rutas
trashumantes de Jaén, hay que resaltar que en su camino entre la Torre y Beas, anduvo una parte del mismo
por un tramo, en concreto por la calzada romana conocida como “El Empedraillo”
ya muy cerca de Beas.
Fg.4)
En este
tramo del camino desde la Torre a Beas, le sucedieron tantas vicisitudes que
quiero compartir y para ello me apoyaré en un relato de mi amigo Manuel Roll Grande que detalla en su
publicación: EL VIAJE DE SANTA TERESA POR LA PROVINCIA DE JAÉN: UNA PROPUESTA
DE RUTA DE SENDERISMO HISTÓRICO, y que trascribo: “ … Viaje y estancia de Santa
Teresa de Jesús en la provincia de Jaén, entre febrero y mayo de 1575,
documentando a través de distintas fuentes el itinerario seguido y las
vicisitudes del mismo.
En el Libro de
las Fundaciones, escrito por Teresa de Jesús entre 1573 y 1582, relata en
primera persona la historia de la fundación de los conventos reformados, entre
ellos el de Beas y el de Sevilla, únicos que funda directamente en
Andalucía
La reconstrucción
del viaje de Santa Teresa por la provincia de Jaén
Los estudios
dedicados en exclusiva a la faceta más caminera de los viajes de Santa Teresa
no son muy abundantes. Sin embargo, tenemos una excepción en los trabajos del
carmelita descalzo Efrén de la Madre de Dios, que publicó en el año 1982 un
trabajo titulado “El primer viaje de Santa Teresa a Jaén”, dedicado a
desarrollar el itinerario seguido por Teresa de Jesús para realizar su
fundación en Beas, así como el tramo dentro de la provincia de Jaén de su viaje
a Sevilla. En otras obras del mismo autor el estudio abarca la totalidad de
este viaje, incluyendo el paso por las provincias de Córdoba y Sevilla.
El camino hacia
Beas: el paso de Sierra Morena
Los escritos de Santa
Teresa no hacen mención del camino que llevaron para realizar la fundación en
Beas de Segura, porque el último punto contrastado es su estancia en Malagón,
al norte de Ciudad Real.
El viaje comenzó
con la salida de Santa Teresa de Medina del Campo el día 2 de enero, desde
donde se dirigiría hacia Toledo, para tomar el camino real de Córdoba, parando
en Malagón.
Desde aquí los
investigadores del viaje exponen dos posibilidades: la primera supone avanzar
por el mismo camino en dirección hacia Córdoba, con una hipotética parada en la
localidad de Almodóvar del Campo, situada al norte de Sierra Morena. Se apunta
esta posibilidad en la historia de la Orden Carmelita escrita por el Padre Fray
Francisco de Santa María:
“Por
ser constante y cierta tradición haber estado nuestra Santa Madre dos veces en
la Villa de Almodóvar del Campo: una cuando paso a fundar en Veas, otra cuando
volvió de Andaluzía […]. Bien advertimos que saliendo de Malagón donde estuvo,
para Veas, fue rodeo ir por Almodóvar, o fuese en carros o en cabalgaduras. Y
no habiendo la ocasión, conjeturamos haber sido por comunicar con nuestro
Venerable Padre Fray Antonio de Jesús, que a la sazón se hallaba en aquella
Villa […]”
Por tanto, el cronista admite que el paso por
Almodóvar supondría un rodeo en el camino hacia Beas, pero admite esta
posibilidad basándose en la tradición oral.
El investigador Manuel Corchado Soriano
explica que pudo ocurrir esta visita a la villa manchega, aun suponiendo una
importante desviación de la ruta desde Malagón hacia Beas. Sin embargo, “lo que
es difícilmente aceptable es que desde dicho punto se lanzara a atravesar
Sierra Morena en un carrito, pues no existían caminos en tal dirección que
pudiera haber seguido”
Por otro lado, en la reconstrucción hecha por
el padre Efrén no se contempla esta posibilidad, y se explica que sería “inadmisible
semejante rodeo” por Almodóvar. Explica este autor que la salida de Malagón
sería el día 14 de febrero, en dirección sureste hacia Manzanares, continuando
el viaje por el camino real de Andalucía que les llevaría el día 15 a pernoctar
en Torre de Juan Abad. El día siguiente cruzarían Sierra Morena, llegando ese
mismo día, 16 a Beas de Segura. Sin embargo, solamente hay referencia en los
textos contemporáneos sobre el paso por Malagón, y después de la llegada a
Beas.
La comitiva que partió de Malagón debió ser
numerosa. El Padre Efrén dice que “eran ocho las monjas”, más una postulante,
viajando en cuatro carros. Les acompañaban los dos capellanes, Julián de Ávila
y Gregorio Martínez, y el caballero Antonio Gaitán, a los que se añadirían un
número indeterminado de mozos y carreteros.
La identificación de la localidad de Torre de
Juan Abad, con el lugar desde donde partieron para cruzar Sierra Morena, es la
más probable por ser la práctica habitual de los viajes de la época. Según las
Relaciones Topográficas, contemporáneas al viaje de Santa Teresa, se dice de
Torre de Juan Abad:
“Esta villa está en el camino real de los
carros en el puerto de sierra Morena que pasan desde Sevilla y Granada y del
Andalucía a Corte de Su Majestad y a la Mancha y a otras muchas partes, y que
en el término de esta dicha villa hay una venta que se dice la venta el Villar,
y es del conde (sic) de Feria, comendador de Segura”
La distancia entre La Torre de Juan Abad y
Beas, por el antiguo camino de La Mancha, sería de unos 42 kilómetros, una
distancia perfectamente asumible, pese a realizarse por terreno montuoso.
En el proceso de beatificación de Teresa de
Jesús, Ana de Jesús dice lo siguiente del camino por Sierra Morena:
“Yendo a fundar el convento de Beas, veintidós
años ha, y aún más, ya que llegábamos a la postrera jornada en Sierra Morena,
perdieron los carreteros el camino de manera que no sabían por dónde iban; y
nuestra madre Teresa de Jesús comenzónos a mandar a ocho monjas que con ella
íbamos, pidiésemos a Dios y a nuestro Padre San José nos encaminase, porque
decían los carreteros que íbamos perdidas, y que no hallaban remedio de salir
de unos riscos altísimos por dónde íbamos.
Y al tiempo que la Santa nos mandó lo dicho,
comenzó desde una hondura muy honda, que con harta dificultad se veía desde lo
alto de aquellos riscos en que estábamos, a dar grandes voces un hombre que en
la voz parecía anciano, diciendo: teneos, que vais perdidos y os despeñaréis si
pasáis de ahí. A estas voces paramos, y los sacerdotes y personas seglares que
iban con nosotras comenzaron a escuchar y preguntar: Padre, pues qué remedio
tendremos para remediarnos y salir del estrecho en que estamos?. Él les
respondió que echasen hacia una parte, que vimos todos que milagrosamente
habían podido atravesar por allí los carros. Como se vio este milagro tan
notable, quisieron algunos ir a buscar al que nos había avisado, y mientras
ellos estaban allá, díjonos la Madre con mucha devoción y lágrimas: no sé para
qué los dejamos ir, que era mi Padre San José y no le han de hallar; y así fue
que volvieron diciendo no habían podido hallar rastro de él, aunque habían
llegado a la hondura de donde sonó la voz.
Desde este punto fue tanta la ligereza y
consuelo con que caminamos, que los mismos carreteros decían y aun algunas
veces con juramentos que aquellas mulas no andaban sino que volaban, y que si
un paso más dieran de donde los detuvieron, nos hiciéramos pedazos, y de esta
ligereza de las mulas fue de manera, que habiendo aquel día sacado del pueblo
de donde salimos bestias y hombres para pasar el río de Guadalimar fuera de los
carros, en llegando a él nos hallamos de la otra parte sin haber tenido lugar
de salir de los carros ni podernos menear; y así se espantaron los más
principales del pueblo de Beas que nos salieron a recibir, de ver la gran
jornada que aquel día se había podido andar, y les fue ocasión de tomar más
devoción con la Madre y su Religión.
Esto y otras cosas muy notables que en esta entrada vieron que hacia Dios
por la madre Teresa de Jesús, que yo, por saber que en el libro de Las
Fundaciones y en otras ocasiones están dichas y no me acordar enteramente de
algunas, no las digo aquí ni muchas que la vi que fueran más importantes para
declarar la eficacia de su oración y buen espíritu (…)”
Este episodio del cruce de Sierra Morena es
quizás el más citado en los trabajos sobre Santa Teresa, junto con el paso del
Guadalquivir. Aquí Ana de Jesús lo explica con cierto detalle por considerarlo
desde un primer momento como un hecho milagroso, que debía tenerse en cuenta en
el proceso de beatificación y canonización que se estaba llevando a cabo.
Resulta interesante resaltar que el episodio
tiene lugar en el último día del viaje, es decir entre Torre de Juan Abad y
Beas, en un lugar situado al norte del río Guadalimar. El cruce de este río
parecía el obstáculo principal del camino, que debía hacerse por vado con la
ayuda de mulas de refresco, y apeándose necesariamente los ocupantes de los
carros, para lo que se habían preparado los viajeros desde su último punto de
avituallamiento -la villa de Torre de Juan Abad-. Sin embargo, todo eso no fue
necesario, y esto también se atribuyó con posterioridad al favor o la
intercesión divina. Los mismos sucesos los explica en términos parecidos el
cronista de la orden carmelitana, ya abiertamente tratándolos como hechos
“maravillosos”, que acompañaron de manera inseparable la fundación del convento
carmelita de Beas.
La cartografía del Instituto Geográfico
Nacional, en sus minutas fechadas en 1878 (términos de Torre de Juan Abad y de
Chiclana de Segura) indica un “camino de La Mancha a Beas de Segura”, que cruza
el Guadalimar al sur de la pedanía de La Porrosa. Este sería el camino que
tomaría Santa Teresa en su viaje hacia Beas.
El camino de La Mancha se cruza en la actual
finca de Venta Nueva (término de Villamanrique) con la Vereda Real de los
Serranos, y en la Venta Quemada (en las inmediaciones del actual Centro del
Infoca, Dehesón de Quiles (término de Chiclana de Segura) con el llamado Camino
de Aníbal, que se sigue en dirección suroeste, ya como Camino Real que pasa por
la Venta de los Santos y se dirige a Santisteban…”
FG.7)
MONASTERIO DE SAN JOSÉ EN BEAS DE SEGURA
Epílogo
No sé si a lo largo de todo lo dicho, he sido capaz de explicar cómo la población de
la Torre de Juan Abad, que no se encuentra dentro de la ruta trashumante que
siguen los pastores de la Sierra de Segura hasta llegar a Sierra Morena, está íntimamente
unida a la misma a través de diversos acontecimientos, personales, lugares, hechos…
que a lo largo de los siglos han sucedido. Lo mejor es que visitéis el pueblo y
os perdáis entre sus monumentos y lugares emblemáticos: La Casa-Museo de
Francisco de Quevedo, y veáis lo que allí se expone del ingenioso literato, el escudo
del hospital de peregrinos que podéis ver en una casa cercana al museo, la
iglesia parroquial de la Virgen de los Olmos, la casa de los Frías, la casa de
la Tercia, la ermita templaria de Nuestra Señora de la Vega, y la gran chimenea
que se codea en altura y esbeltez con la torre de la iglesia, y de camino contemplar
sus “guardianas” en su coronación que la hacen invencible.
En resumen: ¡La Torre de Juan Abad bien merece una visita!
LA CASA MUSEO DE FRANCISCO DE
QUEVEDO Y VILLEGAS
Fg.8)
La casa que en su día fue de Don
Francisco de Quevedo y Villegas es hoy un valioso centro cultural. Del
caserón del siglo XVII, se conservan aproximadamente unos cien metros cuadrados
y el resto, hasta los mil metros, se ha convertido en unas instalaciones
modernas y funcionales.
Fg.9) FACHADA
DE LA CASA MUSEO
En la parte superior está el museo
dedicado al escritor, donde se exhiben diferentes documentos, libros y objetos
personales, como un tintero de cerámica y el sillón que utilizaba en esta casa,
donde recibió a los personajes más influyentes de la política y la sociedad de
la época. En estos aposentos Quevedo alojó el 13 de febrero de 1624 al rey
Felipe IV, en su paso de Madrid a Andalucía. Entre los documentos originales se
encuentran el testamento de Quevedo, árboles genealógicos y varios manuscritos
autógrafos del poeta.
F.10) ESCALERA
DE ACCESO A LA PLANTA SUPERIOR
FG.11) PLANTA
SUPERIOR DE LA CASA DONDE SE EXHIBEN DIFERENTES DOCUMENTOS, LIBROS Y OBJETOS
PERSONALES
Fg.13) VISTA DE LA SALA DE EXPOSICIONES TEMPORALES EN LA PLANTA
BAJA(EXPOSICIÓN DEL PINTOR DE LA PUEBLA DEL PRÍNCIPE JULIÁN LUÍS
MEDINA)
Bibliografía: http://www.turismocastillalamancha.es/patrimonio/casa-museo-francisco-de-quevedo-12361/descripcion/
HOSPITAL O CASA DE REPOSO DE
PEREGRINOS
En la calle
Francisco de Quevedo nº 42, muy próximo a la casa museo, existe una vivienda
unifamiliar que en el dintel de la puerta de su fachada tiene un escudo de piedra que hace alusión a
un hospital o casa de reposo de peregrinos. Esta marca medieval representa el
único testimonio existente hoy en el Campo de Montiel sobre aquellos
establecimientos de caridad.
Fg.14) DINTEL DE LA PUERTA DE ACCESO A LA CASA Nº 42 DE LA CALLE
FRANCISCO DE QUEVEDO
En un
principio eran edificios modestos que no se diferenciaban de una simple
estructura doméstica, como debió ser el de la Torre. Estos eran reconocidos por
los peregrinos por las señales colocadas en sus puertas y fachadas, tales como
cruces, conchas o veneras…. Como muestra, el escudo de la casa de la Torre tiene labradas las siguientes simbologías: Un
tridente, una venera, una calabaza y en el centro una cruz.
Fg.15) ESCUDO DE PIEDRA EN EL DINTEL DEL HOSPITAL
O CASA DE REPOSO DE PEREGRINOS
El tridente representa
a la enfermedad. Como ejemplo, en un paciente con neurosarcoidosis medular, la
imagen de una resonancia magnética de su espina dorsal se asemejaría a un
tridente, lo que hoy en día tendría alguna relación con la enfermedad, siendo
curioso que ya en el siglo XV se asociara el estar enfermo con este signo… qué
es en realidad el cetro en forma de arpón de tres puntas
que tienen en la mano las estatuas de
Neptuno, dios romano del mar.
La concha de la “vieira” o “venera”,
formada por dos valvas casi circulares,
de unos 12 cm de diámetro, con catorce pliegues radiales y dos orejuelas
laterales, la valva inferior es plana y la superior, convexa, era el símbolo de
los peregrinos que volvían de Santiago de Compostela. Los caballeros de las
órdenes militares la llevaban colgada al pecho y la lucían en la capa como
insignia.
La calabaza representa
como símbolo, el alimento. La cruz, la caridad. No hay que olvidar que en estos
hospitales o casa de peregrinos, se atendían las necesidades básicas: agua,
comida, lumbre para una noche y cama a los agotados peregrinos.
LA CASA DE LOS FRÍAS
En el nº1 de la calle Rubial existe una solar de 2.125
m2 de superficie, con varias construcciones, entre ellas una vivienda de 553 m2,
construida en el año 1945 (según figura en el catastro), aunque creo que será
el año de su inscripción. Esta casa no tiene ninguna relación con la famosa
casa de don Juan Tomás de Frías y del Castillo, en la que se produjo un robo el
13 de octubre de 1873.
Fg.16) CASA DE JUAN TOMÁS
DE FRÍAS Y DEL CASTILLO, DONDE SE PRODUJO EL ROBO
Aclarado
esta coincidencia, la casa de los Frías,
que nos traemos “entre manos”, fue una casa propiedad en su origen de una
familia y que en la actualidad ha pasado a manos del municipio de la Torre.
Realmente visitarla es una experiencia que te llena de hermosas sensaciones que
entran por los ojos.
Quiero dejar aquí constatación de lo que
afirmo, y como una imagen dice “más que mil palabras”, a los hechos me remito.
Fg.16_bis) FACHADA DE LA CASA DE LOS FRÍAS EN LA CALLE RUBIAL
Nº1
Fg. 17)
Fg. 18)
Fg.19)
En
las fotografías del patio interior de la casa, se aprecian que las vigas de la
estructura son metálicas, y los pilares o columnas, de hierro fundido. Este
tipo de construcción fue muy prolija a finales del siglo XIX con la revolución
industrial. Se utilizó en numerosas construcciones industriales de la época,
como ejemplo en la línea de FFCC Linares – Almería en la estación de Los
Propios-Cazorla, aún podemos ver este tipo de columnas en perfecto uso.
Fg.20) ANDÉN DE LA ESTACIÓN LOS PROPIOS - CAZORLA
Fg.21)
MÁGNIFICO LUCERNARIO DEL PATIO DE LUCES,
FORMADO POR VIDRIERAS DECORADAS INCRUSTADAS EN UNA ESTRUCTURA DE
PERFILES METÁLICOS.
Si
queréis perderos por la casa, y contemplar la belleza de sus estancias, os invito a visitar el blog de mi amiga Rosa,
que quedó tan fascinada la primera vez que la visitó, que le dio pie a escribir
un cuento que publicó en su blog y que quiero compartir con vosotros:
UN
CUENTO POR NAVIDAD.
He
vuelto a la casa, con paso indeciso he atravesado la calle y me he contemplado
ante su puerta. El corazón latía fuera de sitio, eso limitaba mi decisión, me
debatía entre seguir o huir lejos
Enlace:
IGLESIA PARROQUIAL NUESTRA SEÑORA DE
LOS OLMOS
Fue construida a finales del siglo XV y principios del XVI sobre otra anterior más pequeña de 1243, de la que se aprovechó el torreón del campanario en su primer tramo. Su estilo es fundamentalmente renacentista; su planta es de cruz de brazos cortos, de una nave y crucero abovedado. En el exterior presenta dos pórticos de entrada, el del sur (principal) es una portada grecorromana renacentista de dos cuerpos. La portada norte tiene un bello arco conopial.
Fg. 22)
Fg.23)
Fg.22-23)
VISTAS FACHADA SUR (PRINCIPAL)
Fg.24) PORTADA DE LA FACHADA SUR
Fg.25) ARCO
CONOPIAL EN LA PORTADA DE LA FACHADA NORTE
FG.26)
INTERIOR DE LA NAVE DEL TEMPLO, AL FONDO EL RETABLO DEL ALTAR MAYOR
Fg.27)
CÚPULA EN EL CRUCERO INTERIOR DE LA NAVE DEL TEMPLO
En su interior hay varios retablos de gran belleza. El del altar mayor es de estilo manierista, en clara transición del renacimiento al barroco. De madera dorada y policromada es obra del maestro Francisco Cano, a quien se le encargó en 1.589. Tiene tres calles, tres cuerpos centrales y dos laterales, con alternancia de frontones curvos y triangulares.
Fg.28)
RETABLO EN EL ALTAR MAYOR DE ESTILO MANIERISTA
El
órgano de 1763 está muy bien conservado y fue realizado por Gaspar de la
Redonda Ceballos. Su caja es de madera de ébano dorada y policromada y es de
gran belleza su trompetería horizontal.
Fg.29)
ÓRGANO DEL SIGLO XVIII (GASPAR DE LA REDONDA CEBALLOS)
En su camino desde el convento de Malagón hacia la fundación
de Beas de Segura, Sta. Teresa de Jesús, acompañada de ocho monjas, una
aspirante y dos sacerdotes, se detuvieron en este pueblo para pasar la
noche. Era el 16 de febrero de 1575, miércoles de ceniza aquel año, por lo
que celebraron la Eucaristía y recibieron la ceniza en esta parroquia.
Fg.30)
DOCUMENTO EXISTENTE EN LA CASA MUSEO DE FRANCISCO DE QUEVEDO DONDE SE DETALLA
LA TRAZA DE LA RUTA QUE SIGUIÓ LA SANTA MADRE DESDE MALAGÓN A BEAS
Para mejor detalle del
templo, dejo el enlace a la web de la parroquia Ntra. Sra. de los Olmos (merece
la pena visitarla):
LA ERMITA DE NUESTRA SEÑORA DE LA
VEGA
A unos 4 kilómetros
al oeste de la Torre, en una zona dedicada al cultivo hortícola junto al arroyo
de Santa María, se encuentra una ermita
de origen templario (siglo XIII) dedicada a Ntra. Sra. de la Vega, patrona de los torreños.
Fg.31) VISTA EXTERIOR DE LA ERMITA
Fg.32) VISTA EXTERIOR DE LA ERMITA
Fg.33) IMAGEN DE NTRA. SRA. DE LA VEGA, PATRONA
DE LOS TORREÑOS
Fg.34) CÚPULA EN EL INTERIOR DE LA ERMITA
La inscripción latina de la cúpula
y las cruces de cuatro brazos, hacen suponer que todo el conjunto monumental de
Ntra. Sra. de la Vega sea quizás el único asentamiento templario de todo el Campo
de Montiel.
Os invito desde aquí a visitar el
blog “entre bosques y piedras”, en donde podréis contemplar la belleza de esta
ermita y su entorno. Enlace: UN
PASEO POR LA ERMITA DE LA VIRGEN DE LA VEGA. TORRE DE JUAN ABAD. CIUDAD REAL
UNA CHIMENEA
INDUSTRIAL
Os
preguntaréis que hace una chimenea industrial en pleno casco urbano de la
Torre, y la respuesta la podréis encontrar en una publicación con el título: Y EN SU TORRE, LAS CIGÜEÑAS. TORRE DE JUAN
ABAD., en
el blog: “Desde el campo de Montiel”
Fg.35) VISTA
AÉREA DEL TEJAR. SE APRECIAN DOS HORNOS DONDE SE COCÍA LA CERÁMICA, LA
CHIMENEA, LAS ZONAS DE ACOPIO DE MATERIA PRIMA, Y DEL MATERIAL ELABORADO.
Esta historia comienza: “… Mi padre era labrador y
un buen día se le metió en la cabeza que construiría una cerámica aquí para
hacer tejas, y aún me pregunto por qué lo haría. Fue allá por el 1919…. Yo
tengo ahora 95 años, era entonces un niño que se entusiasmaba viendo como
pisaban el barro en las tres pilas que allí había y plantándome ante el pequeño
horno…. Funcionó poco tiempo, hasta el año 1925 o el 1926, no recuerdo bien.
¿Qué por qué dejaron de cocer? La tierra no era de calidad. Se recogía de un
pedazo que tenemos ahí cerca del hotel, en la carretera a Villamanrique. Esta
tierra necesitaba de maquinaria que aquí no había, todo se hacía a mano. Al
final las traían de cerámicas de Tomelloso. Se podrían haber fabricado
ladrillos pero por aquel entonces, en esta tierra, se seguía con la tradición
de construir con adobes, los hacían cerca del arroyo, en los Quiñones..”.
¿Qué tiene la chimenea en especial?
Para mí es una
edificación muy singular, sobre todo por la forma en que se construían, lo que
ha permitido que llegaran en pie hasta nuestros días innumerables ejemplos repartidos por todo el
territorio, y aún hoy en día, aunque ya no se utilizan para el fin que fueron
construidas, sirven para que las cigüeñas planten sus nidos en ellas, y de ello
tenemos un bello ejemplo en la Torre.
¿Cómo se construían?
Una chimenea
industrial de ladrillo es una construcción esbelta, hueca, de sección
transversal decreciente conforme se aumenta la altura, realizada en material
cerámico en su práctica totalidad, cuyas funciones están relacionadas con fines
higiénicos para favorecer la dispersión del humo a la atmósfera, así como
mejorar la combustión gracias al tiro que produce la diferencia de densidades
del aire caliente generado en el interior y el aire frío del exterior.
La dimensión de
una chimenea varía dependiendo de la capacidad de la máquina de vapor a la cual
iba asociada. En nuestro país, la media de altura de chimeneas de ladrillo está
en los 25 m.
La que existe en la Torre, tiene una altura desde el fuste a la corona de 17.50 m., y desde la base al fuste, creo que unos 6 m., así que la altura total rondará los 25 m.
Fg.36)
En este tipo de
construcción no se utilizaban andamios, sino que se iniciaba la construcción
desde dentro hacia fuera, y así hasta
llegar a la corona. Mediante poleas se subían los materiales y por medio de
formaletes de madera y plomadas, se mantenía la sección constante en el
interior y la verticalidad.
Fg.37)
EQUIPOS DE TRABAJO CONSTRUYENDO LA CHIMENEA.
Fg.38) DETALLE DE LA POLEA PARA LA SUBIDA DE
MATERIALES
Fg.39) SISTEMA PARA MANTENER LA VERTICALIDAD Y LA UNIFORMIDAD
EN LA SECCIÓN INTERIOR.
Fg.40) LA CHIMENEA DE
LA TORRE SE CODEA CON LA TORRE DE LA IGLESIA
EN ALTURA Y ESBELTEZ.
La fotografía no tiene desperdicio, pues si la chimenea se
mantiene erguida pese a su edad, la
pared de tapial no se queda atrás.
Mi
amiga Rosa con Miguel Felguera, muestran gracias a la memoria de Sandalio Ginés
Moreno, dueño de la cerámica, una
historia de las cigüeñas que nidifican en la chimenea, así que os invito a
visitar su blog, pues merecen la pena las imágenes y los textos que allí han
plasmado.
Jaén, 21 de marzo de 2020
7º día de confinamiento en mi cenobio de Jaén
!!Resistiremos¡¡
Con toda mi admiración y gratitud a todas aquellas personas que están dado lo mejor de si, para que este momento que estamos viviendo sea pronto un mal recuerdo.
Bibiografia:
Juan Jiménez Ballesta: “Torre de Juan Abad en su historia, la huella de Quevedo
Manuel Roll Grande: EL VIAJE DE SANTA TERESA POR LA PROVINCIA DE JAÉN: UNA PROPUESTA DE RUTA DE SENDERISMO HISTÓRICO
Web:
http://www.turismocastillalamancha.es/patrimonio/casa-museo-francisco-de-quevedo-12361/descripcion/
Web:
http://www.parroquiatorrejuanabad.es/iglesia.htm
Web: http://informesdelaconstruccion.revistas.csic.es/index.php/informesdelaconstruccion/article/view/5656/6524
Textos, diapositivas, maquetación y fotografías: Miguel Mesa Molinos.
Por la parte que me toca, todo un placer ayudarte, y por deleitarnos con nuevos descubrimientos sobre nuestra cercana Torre, nunca se conoce todo, y ese es el encanto que tienen los trabajos de investigación. Sigue con tus "andanzas" en tu refugio. Para cuando todo acabe, la Torre y tantos otros lugares se nos devolverán con ojos nuevos. Es hora de aprender y confiar. Gracias, un saludo.
ResponderEliminarQué razón tienes amiga Rosa. Hay que ver qué próximo está el Campo de Montiel de nuestra provincia y que poco lo conocemos, pues nos parece una tierra seca y sin ningún atractivo, y que lejos está de la realidad. He ido a lo largo de estos últimos tres años conociendo a sus gentes, sus lugares, su historia, y cada vez me quedo más sorprendido. Muchas veces nos vamos al quinto infierno para admirar otros lugares y desconocemos lo que tenemos más cerca. Cuando este mal sueño pase, quedamos emplazados a saborear un pisto manchego, unos duelos y quebrantos, además de unas gachas, en la Torre ¡yo pago!
EliminarPor cierto nadie se acuerda del cuerpo de los carteros y también están en primera línea de batalla. Un fuerte abrazo, y !!cuidaros¡¡.
Miguel Mesa.