sábado, 21 de marzo de 2020

TORRE DE JUAN ABAD Y LA TRASHUMANCIA


   Nos podemos preguntar qué relación tiene la población de Torre de Juan Abad con la trashumancia de Jaén, o con las poblaciones por donde discurre ésta, tales como: Santiago-Pontones, Hornos, Segura de la Sierra, Beas de Segura, Chiclana de Segura, Castellar, Santisteban… , pues bien,  hay tres motivos que unen a esta población manchega con las rutas trashumantes de Jaén: “El Honrado Consejo de la Mesta”, “la Orden de Santiago y Jorge Manrique” y “Santa Teresa de Jesús”.

Un poco de historia

-       El Honrado Concejo de la Mesta

El Honrado Concejo de la Mesta fue creado en 1273 por Alfonso X el Sabio, reuniendo a todos los pastores de León y de Castilla en una asociación ibérica y otorgándoles importantes prerrogativas y privilegios tales como eximirlos del servicio militar y de testificar en los juicios, derechos de paso y pastoreo, etc.

En el libro: “Torre de Juan Abad en su historia, la huella de Quevedo”, su autor Juan Jiménez Ballesta, escribe al respecto: “… Ya el siglo XIV el Honrado Concejo se hallaba sólidamente constituido por sus Alcaldes y Juntas libres. Con anterioridad, Alfonso X el Sabio, con la concesión de privilegios al Concejo, tuvo como objetivo básico facilitar la trashumancia, defender los rebaños contra sus constantes perseguidores, favorecer a los pastores con ciertas franquicias y evitar las infinitas gabelas que les imponían los señores poderosos cuando cruzaban las cañadas. Pero si alguno de los diecinueve privilegios concedidos por Alfonso X nos resulta censurable es el decimoctavo; una orden mediante la que para reintegrar a los pastores de los agravios que se les hiciesen, se ordenaba a los alcaldes entregadores que obligaran a los cinco vecinos más ricos de los pueblos a comprar los bienes raíces de los delincuentes.

El que la economía castellana se basase en la ganadería trashumante obligaba al libre desplazamiento de quienes la practicaban en busca de pastos, tanto en la temporada de invierno como en la de verano. Mientras estos desplazamientos se realizaban en tierras abandonadas ningún problema surgió, pero cuando, ya a partir del siglo XI principalmente, en el XIII, las zonas antes abandonadas fueron ocupadas  por agricultores los problemas surgieron de manera efectiva. Las tierras del entorno de la villa de la Torre de Juan Abad, así como las de Extremadura, fueron ocupadas por agricultores, sedentarios; asimismo, los Concejos se hicieron fuertes y vieron aparecer, con profundo desagrado a los ganaderos trashumantes que buscaban en estas tierras los pastos, precisamente invernales. Las rutas de trashumancia, lo que más tarde se denominaran cañadas, habían sido libres para estos ganaderos que, sin embargo,  ahora debían pasar por zonas ocupadas  por agricultores. En razón de ello comenzaron las intransigencias, los enfrentamientos y los abusos  protagonizados por ambas partes. En el caso de los ganaderos, el abuso surgía en muchos casos al negarse a pagar la mínima compensación a los agricultores  por la ocupación de las tierras de pastos; y en el de los agricultores, exigiendo en muchos casos, como fue habitual en las tierras de las Ordenes Militares, el pago, como derecho de portazgo de dos vacas por cada mil, dos carneros por cada mil ovejas y dos cerdos por cada mil…”.


 Fg.1)

Como se desprende de lo anterior, La Torre de Juan Abad desde el siglo XI ya tenía relación con la trashumancia que se efectuaba desde las tierras de Castilla y León a Sierra Morena, atravesando el término de la Torre numerosas cañadas, cordeles y veredas, siendo la más importante la “Cañada Real de los Serranos” que tenía su origen en tierras de Cuenca.

En la actualidad son seis las vías pecuarias que se conservan en la jurisdicción de la Torre:


-       Cañada Real de los Serranos
-       Cordel del Pozo de la Serna
-       Cordel de Albacete.
-       Vereda de Infantes
-       Vereda de Pavón 
-       Vereda de Aldeaquemada.

Estas vías pecuarias en la actualidad,  sirven de corredores verdes y se emplean para la práctica del senderismo, rutas a caballo y otras actividades relacionadas con la naturaleza y el medio ambiente.

Orden Militar de Santiago (1170-1836).



La Orden de Santiago fue una orden religiosa y militar surgida en el siglo XII en el  Reino de León. Debe su nombre al patrón nacional de España, Santiago el Mayor. Su  objetivo  inicial  era  proteger  a  los  peregrinos  del Camino de Santiago y hacer retroceder a los musulmanes de la Península Ibérica. Tras la muerte del gran maestre Alonso de Cárdenas en 1493, los Reyes Católicos incorporaron la Orden a la Corona de España y el papa Adriano VI unió para siempre el maestrazgo de Santiago a la corona en 1523. La I República suprimió la Orden en 1873  y,  aunque  en  la  Restauración  fue  nuevamente restablecida, quedó reducida a un instituto nobiliario, de carácter honorífico, regido por un Consejo Superior dependiente del Ministerio de la Guerra, que quedó a su vez extinguido tras la proclamación de la II República en 1931. La Orden de Santiago, junto con las de Calatrava, Alntara y Montesa, fue reinstaurada como una asociación civil  en el  reinado de Juan Carlos I con el carácter de organización nobiliaria honorífica y religiosa y como tal permanece en la actualidad.

La Encomienda de Segura comprendía, en el siglo XV, las villas de Segura de la Sierra, Hornos, Siles, Albaladejo y Benatae, las aldeas de La Puerta, Torres de Albanchez, Génave y Albaladejuelo (Villarrodrigo), así como las pedanías de Orcera, Catena, Amusco y Venta de Secilla.

En el Campo de Montiel la Orden de Santiago estaba distribuida en las siguientes poblaciones según se  recoge en el libro de Juan Jiménez Ballesta,  “Torre de Juan Abad en su historia, la huella de Quevedo”:

-     Encomienda de Bastimentos

-     Encomienda de Alhambra y La Solana

-     Encomienda de Beas

-  Encomienda de Carrizosa, compuesta por esta villa y varios lugares menores.De ella también dependía el lugar de La Moraleja, más tarde hecha villa independiente por el infante don Enrique con el nombre Villanueva de los Infantes o el Infante

-     Encomienda de La Membrilla del Tocón, que estaba integrada por las villas de Membrilla, Alcubillas y en la villa de Alhambra el sitio del Pozo de la Serna.

-    Encomienda de Montiel y La Osa, en la que se comprendían las villas de Montiel, La Puebla, Cózar, La Osa y la aldea de Santa Cruz.

-     Encomienda del Heredamiento de Ruidera.

-     Encomienda de Torres y Cañamares.

-  Encomienda de Villahermosa, que incluía las villas de Villahermosa y Fuenllana.

-     Encomienda de Villanueva de La Fuente.

-    Encomienda Mayor de Castilla, la cual, dentro de la provincia de Ciudad Real, comprendía las villas de Almedina, Terrinches y Torrenueva.

-   Encomienda de Montizón y Chiclana, que incluía las villas de Chiclana,  Villamanrique y Torre de Juan Abad, además de la heredad de Linarejos, en Santisteban del Puerto. Bien entrado el siglo XVI, la nueva puebla de Castellar de Santiago entró a formar parte de la dicha encomienda. Todo ello a caballo entre las provincias de Ciudad Real y Jaén. El nombre primitivo de esta encomienda fue el de Encomienda de Santiago de  Montizón. Su cabecera era el castillo de Montizón, situada en la dehesa despoblada llamada de Santiago.
-        
-        La frontera militar

A finales del siglo XV el Campo de Montiel estaba mal defendido y sus fortificaciones (un total de ocho torres y seis castillos) se encontraban en decadencia, si seguimos los Libros de Visitas de la Orden de Santiago, ninguno de los lugares del Campo tenía barreras defensivas.




Fg.2) FRONTERA MILITAR EN EL CAMPO DE MONTIEL EN LA ÉPOCA
 DE JORGE MANRIQUE

    
-  En el oeste, frente al Campo de Calatrava, se hallaba el Castillo de   Alhambra, con un extenso Alfoz (El alfoz era un conjunto de pueblo y aldeas que dependían de otro principal dotados de las mismas funciones fiscales, judiciales y militares)

-  Membrilla del Tocón conservaba el puente levadizo, dos barreras de tapias y varias torres, de mampostería almenada la que hay sobre la puerta principal. En el interior, entre otras dependencias, la iglesia de Nuestra Sora


-  En el cortijo torreado de La Solana, había cuatro cubos de madera, uno de ellos inconcluso

-   En Montiel hubo dos fortalezas, la Estrella y San Polo. De la Estrella los visitadores hacen una descripción diciendo que tenía una barrera con siete cubos de cal y canto y torre del homenaje, que destacan como «muy buena», al igual que la capilla dedicada a Santiago. Corrales, bodega, palomar y varias dependencias más.

-  En la retaguardia del sistema defensivo de Segura de la Sierra frente al reino de Granada, se conservaban:
    
-       Ruidera, bastante retrasada.
-       Albaladejo de los Freires.
-       Villanueva de los Infantes.
-       Puebla de Montiel.
-       Gorgojí.
-       Villanueva de la Fuente.
-       Terrinches.

La frontera militar lleva a Jorge Manrique, en su calidad de caballero de Santiago y Trece de la Orden, al castillo y la encomienda de Montin.  Su situación le confiere un especial carácter defensivo. Lo que se manifiesta en los propios materiales de construcción. Jorge Manrique sintió una sincera preocupación por la encomienda que mejoró, fortaleza que enriqueció y embelleció.


Fg.3)

 Santa Teresa de Jesús 

Para adentrarnos en la relación que hay entre la Santa Madre con la Torre de Juan Abad y la rutas trashumantes de Jaén, hay que resaltar que en su camino  entre la Torre y Beas, anduvo una parte del mismo por un tramo, en concreto por la calzada romana conocida como “El Empedraillo” ya muy cerca de Beas.  


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En este tramo del camino desde la Torre a Beas, le sucedieron tantas vicisitudes que quiero compartir y para ello me apoyaré en un relato de mi amigo    Manuel Roll Grande que detalla en su publicación: EL VIAJE DE SANTA TERESA POR LA PROVINCIA DE JAÉN: UNA PROPUESTA DE RUTA DE SENDERISMO HISTÓRICO, y que trascribo: “ … Viaje y estancia de Santa Teresa de Jesús en la provincia de Jaén, entre febrero y mayo de 1575, documentando a través de distintas fuentes el itinerario seguido y las vicisitudes del mismo.

En el Libro de las Fundaciones, escrito por Teresa de Jesús entre 1573 y 1582, relata en primera persona la historia de la fundación de los conventos reformados, entre ellos el de Beas y el de Sevilla, únicos que funda directamente en Andalucía 

 La reconstrucción del viaje de Santa Teresa por la provincia de Jaén

Los estudios dedicados en exclusiva a la faceta más caminera de los viajes de Santa Teresa no son muy abundantes. Sin embargo, tenemos una excepción en los trabajos del carmelita descalzo Efrén de la Madre de Dios, que publicó en el año 1982 un trabajo titulado “El primer viaje de Santa Teresa a Jaén”, dedicado a desarrollar el itinerario seguido por Teresa de Jesús para realizar su fundación en Beas, así como el tramo dentro de la provincia de Jaén de su viaje a Sevilla. En otras obras del mismo autor el estudio abarca la totalidad de este viaje, incluyendo el paso por las provincias de Córdoba y Sevilla.

El camino hacia Beas: el paso de Sierra Morena

Los escritos de Santa Teresa no hacen mención del camino que llevaron para realizar la fundación en Beas de Segura, porque el último punto contrastado es su estancia en Malagón, al norte de Ciudad Real.

El viaje comenzó con la salida de Santa Teresa de Medina del Campo el día 2 de enero, desde donde se dirigiría hacia Toledo, para tomar el camino real de Córdoba, parando en Malagón. 


 FG.5) MONASTERIO DE SAN JOSÉ EN MALAGÓN


   FG.6) LÁPIDA CONMEMORATIVA EN EL ZAGUÁN DE LA PUERTA DE ENTRADA AL MONASTERIO QUE RECUERDA LA ESTANCIA DE LA SANTA MADRE

Desde aquí los investigadores del viaje exponen dos posibilidades: la primera supone avanzar por el mismo camino en dirección hacia Córdoba, con una hipotética parada en la localidad de Almodóvar del Campo, situada al norte de Sierra Morena. Se apunta esta posibilidad en la historia de la Orden Carmelita escrita por el Padre Fray Francisco de Santa María:

 “Por ser constante y cierta tradición haber estado nuestra Santa Madre dos veces en la Villa de Almodóvar del Campo: una cuando paso a fundar en Veas, otra cuando volvió de Andaluzía […]. Bien advertimos que saliendo de Malagón donde estuvo, para Veas, fue rodeo ir por Almodóvar, o fuese en carros o en cabalgaduras. Y no habiendo la ocasión, conjeturamos haber sido por comunicar con nuestro Venerable Padre Fray Antonio de Jesús, que a la sazón se hallaba en aquella Villa […]”

Por tanto, el cronista admite que el paso por Almodóvar supondría un rodeo en el camino hacia Beas, pero admite esta posibilidad basándose en la tradición oral.

El investigador Manuel Corchado Soriano explica que pudo ocurrir esta visita a la villa manchega, aun suponiendo una importante desviación de la ruta desde Malagón hacia Beas. Sin embargo, “lo que es difícilmente aceptable es que desde dicho punto se lanzara a atravesar Sierra Morena en un carrito, pues no existían caminos en tal dirección que pudiera haber seguido”

Por otro lado, en la reconstrucción hecha por el padre Efrén no se contempla esta posibilidad, y se explica que sería “inadmisible semejante rodeo” por Almodóvar. Explica este autor que la salida de Malagón sería el día 14 de febrero, en dirección sureste hacia Manzanares, continuando el viaje por el camino real de Andalucía que les llevaría el día 15 a pernoctar en Torre de Juan Abad. El día siguiente cruzarían Sierra Morena, llegando ese mismo día, 16 a Beas de Segura. Sin embargo, solamente hay referencia en los textos contemporáneos sobre el paso por Malagón, y después de la llegada a Beas.

La comitiva que partió de Malagón debió ser numerosa. El Padre Efrén dice que “eran ocho las monjas”, más una postulante, viajando en cuatro carros. Les acompañaban los dos capellanes, Julián de Ávila y Gregorio Martínez, y el caballero Antonio Gaitán, a los que se añadirían un número indeterminado de mozos y carreteros.

La identificación de la localidad de Torre de Juan Abad, con el lugar desde donde partieron para cruzar Sierra Morena, es la más probable por ser la práctica habitual de los viajes de la época. Según las Relaciones Topográficas, contemporáneas al viaje de Santa Teresa, se dice de Torre de Juan Abad:

“Esta villa está en el camino real de los carros en el puerto de sierra Morena que pasan desde Sevilla y Granada y del Andalucía a Corte de Su Majestad y a la Mancha y a otras muchas partes, y que en el término de esta dicha villa hay una venta que se dice la venta el Villar, y es del conde (sic) de Feria, comendador de Segura”

La distancia entre La Torre de Juan Abad y Beas, por el antiguo camino de La Mancha, sería de unos 42 kilómetros, una distancia perfectamente asumible, pese a realizarse por terreno montuoso.

En el proceso de beatificación de Teresa de Jesús, Ana de Jesús dice lo siguiente del camino por Sierra Morena:

“Yendo a fundar el convento de Beas, veintidós años ha, y aún más, ya que llegábamos a la postrera jornada en Sierra Morena, perdieron los carreteros el camino de manera que no sabían por dónde iban; y nuestra madre Teresa de Jesús comenzónos a mandar a ocho monjas que con ella íbamos, pidiésemos a Dios y a nuestro Padre San José nos encaminase, porque decían los carreteros que íbamos perdidas, y que no hallaban remedio de salir de unos riscos altísimos por dónde íbamos.

Y al tiempo que la Santa nos mandó lo dicho, comenzó desde una hondura muy honda, que con harta dificultad se veía desde lo alto de aquellos riscos en que estábamos, a dar grandes voces un hombre que en la voz parecía anciano, diciendo: teneos, que vais perdidos y os despeñaréis si pasáis de ahí. A estas voces paramos, y los sacerdotes y personas seglares que iban con nosotras comenzaron a escuchar y preguntar: Padre, pues qué remedio tendremos para remediarnos y salir del estrecho en que estamos?. Él les respondió que echasen hacia una parte, que vimos todos que milagrosamente habían podido atravesar por allí los carros. Como se vio este milagro tan notable, quisieron algunos ir a buscar al que nos había avisado, y mientras ellos estaban allá, díjonos la Madre con mucha devoción y lágrimas: no sé para qué los dejamos ir, que era mi Padre San José y no le han de hallar; y así fue que volvieron diciendo no habían podido hallar rastro de él, aunque habían llegado a la hondura de donde sonó la voz.

Desde este punto fue tanta la ligereza y consuelo con que caminamos, que los mismos carreteros decían y aun algunas veces con juramentos que aquellas mulas no andaban sino que volaban, y que si un paso más dieran de donde los detuvieron, nos hiciéramos pedazos, y de esta ligereza de las mulas fue de manera, que habiendo aquel día sacado del pueblo de donde salimos bestias y hombres para pasar el río de Guadalimar fuera de los carros, en llegando a él nos hallamos de la otra parte sin haber tenido lugar de salir de los carros ni podernos menear; y así se espantaron los más principales del pueblo de Beas que nos salieron a recibir, de ver la gran jornada que aquel día se había podido andar, y les fue ocasión de tomar más devoción con la Madre y su Religión.

Esto y otras cosas muy notables que en esta entrada vieron que hacia Dios por la madre Teresa de Jesús, que yo, por saber que en el libro de Las Fundaciones y en otras ocasiones están dichas y no me acordar enteramente de algunas, no las digo aquí ni muchas que la vi que fueran más importantes para declarar la eficacia de su oración y buen espíritu (…)”
Este episodio del cruce de Sierra Morena es quizás el más citado en los trabajos sobre Santa Teresa, junto con el paso del Guadalquivir. Aquí Ana de Jesús lo explica con cierto detalle por considerarlo desde un primer momento como un hecho milagroso, que debía tenerse en cuenta en el proceso de beatificación y canonización que se estaba llevando a cabo.
Resulta interesante resaltar que el episodio tiene lugar en el último día del viaje, es decir entre Torre de Juan Abad y Beas, en un lugar situado al norte del río Guadalimar. El cruce de este río parecía el obstáculo principal del camino, que debía hacerse por vado con la ayuda de mulas de refresco, y apeándose necesariamente los ocupantes de los carros, para lo que se habían preparado los viajeros desde su último punto de avituallamiento -la villa de Torre de Juan Abad-. Sin embargo, todo eso no fue necesario, y esto también se atribuyó con posterioridad al favor o la intercesión divina. Los mismos sucesos los explica en términos parecidos el cronista de la orden carmelitana, ya abiertamente tratándolos como hechos “maravillosos”, que acompañaron de manera inseparable la fundación del convento carmelita de Beas.

La cartografía del Instituto Geográfico Nacional, en sus minutas fechadas en 1878 (términos de Torre de Juan Abad y de Chiclana de Segura) indica un “camino de La Mancha a Beas de Segura”, que cruza el Guadalimar al sur de la pedanía de La Porrosa. Este sería el camino que tomaría Santa Teresa en su viaje hacia Beas.

El camino de La Mancha se cruza en la actual finca de Venta Nueva (término de Villamanrique) con la Vereda Real de los Serranos, y en la Venta Quemada (en las inmediaciones del actual Centro del Infoca, Dehesón de Quiles (término de Chiclana de Segura) con el llamado Camino de Aníbal, que se sigue en dirección suroeste, ya como Camino Real que pasa por la Venta de los Santos y se dirige a Santisteban…”


FG.7) MONASTERIO DE SAN JOSÉ EN BEAS DE SEGURA

Epílogo

No sé si a lo largo de todo lo dicho,  he sido capaz de explicar cómo la población de la Torre de Juan Abad, que no se encuentra dentro de la ruta trashumante que siguen los pastores de la Sierra de Segura hasta llegar a Sierra Morena, está íntimamente unida a la misma a través de diversos acontecimientos, personales, lugares, hechos… que a lo largo de los siglos han sucedido. Lo mejor es que visitéis el pueblo y os perdáis entre sus monumentos y lugares emblemáticos: La Casa-Museo de Francisco de Quevedo, y veáis lo que allí se expone del ingenioso literato, el escudo del hospital de peregrinos que podéis ver en una casa cercana al museo, la iglesia parroquial de la Virgen de los Olmos, la casa de los Frías, la casa de la Tercia, la ermita templaria de Nuestra Señora de la Vega, y la gran chimenea que se codea en altura y esbeltez con la torre de la iglesia, y de camino contemplar sus “guardianas” en su coronación que la hacen invencible.
 
En resumen: 

¡La Torre de Juan Abad bien merece una visita!

Anexos: Un paseo por el pueblo y sus alrededores

 

LA CASA MUSEO DE  FRANCISCO DE QUEVEDO Y VILLEGAS 




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La casa que en su día fue de Don Francisco de Quevedo y Villegas es hoy un valioso centro cultural. Del caserón del siglo XVII, se conservan aproximadamente unos cien metros cuadrados y el resto, hasta los mil metros, se ha convertido en unas instalaciones modernas y funcionales.
Fg.9) FACHADA DE LA CASA MUSEO
En la parte superior está el museo dedicado al escritor, donde se exhiben diferentes documentos, libros y objetos personales, como un tintero de cerámica y el sillón que utilizaba en esta casa, donde recibió a los personajes más influyentes de la política y la sociedad de la época. En estos aposentos Quevedo alojó el 13 de febrero de 1624 al rey Felipe IV, en su paso de Madrid a Andalucía. Entre los documentos originales se encuentran el testamento de Quevedo, árboles genealógicos y varios manuscritos autógrafos del poeta.
F.10) ESCALERA DE ACCESO A LA PLANTA SUPERIOR

FG.11) PLANTA SUPERIOR DE LA CASA DONDE SE EXHIBEN DIFERENTES DOCUMENTOS, LIBROS Y OBJETOS PERSONALES
 Fg.12) ALGUNOS DE LOS MANUSCRITOS ORIGINALES QUE EXHIBEN EN LAS VITRINAS
    La planta baja alberga dos salas de arte dedicadas a exposiciones temporales de pintura, escultura y fotografía y un gran patio utilizado para representaciones teatrales y musicales al aire libre. El patio conserva el pozo original, con brocal de una sola pieza, sito en un rincón del mismo.
 
Fg.13) VISTA DE LA SALA DE EXPOSICIONES TEMPORALES EN LA PLANTA BAJA(EXPOSICIÓN DEL PINTOR DE LA PUEBLA DEL PRÍNCIPE JULIÁN LUÍS MEDINA)  

HOSPITAL O CASA DE REPOSO DE PEREGRINOS
En la calle Francisco de Quevedo nº 42, muy próximo a la casa museo, existe una vivienda unifamiliar que en el dintel de la puerta de su fachada  tiene un escudo de piedra que hace alusión a un hospital o casa de reposo de peregrinos. Esta marca medieval representa el único testimonio existente hoy en el Campo de Montiel sobre aquellos establecimientos de caridad.


Fg.14) DINTEL DE LA PUERTA DE ACCESO A LA CASA Nº 42 DE LA CALLE FRANCISCO DE QUEVEDO

            A lo largo de la Edad Media fueron diversos los estamentos sociales que intervinieron en la fundación de hospitales, siendo las órdenes monásticas las que se consideran como las máximas impulsoras en la asistencia hospitalaria. Las órdenes militares jugaron también un papel importante en la asistencia hospitalaria. La del Temple es la primera que practicó la hospitalidad, y la de Santiago fue la que mayor esfuerzo dedicó a la hospitalidad en el Camino.

En un principio eran edificios modestos que no se diferenciaban de una simple estructura doméstica, como debió ser el de la Torre. Estos eran reconocidos por los peregrinos por las señales colocadas en sus puertas y fachadas, tales como cruces, conchas o veneras…. Como muestra, el escudo de la casa de la Torre  tiene labradas las siguientes simbologías: Un tridente, una venera, una calabaza y en el centro una cruz.


Fg.15) ESCUDO DE PIEDRA EN EL DINTEL DEL  HOSPITAL O CASA DE REPOSO DE PEREGRINOS

El tridente representa a la enfermedad. Como ejemplo, en un paciente con neurosarcoidosis medular, la imagen de una resonancia magnética de su espina dorsal se asemejaría a un tridente, lo que hoy en día tendría alguna relación con la enfermedad, siendo curioso que ya en el siglo XV se asociara el estar enfermo con este signo… qué es en realidad el cetro en forma de arpón de tres puntas que tienen en la mano las estatuas de Neptuno, dios romano del mar.

La concha de la “vieira” o “venera”, formada  por dos valvas casi circulares, de unos 12 cm de diámetro, con catorce pliegues radiales y dos orejuelas laterales, la valva inferior es plana y la superior, convexa, era el símbolo de los peregrinos que volvían de Santiago de Compostela. Los caballeros de las órdenes militares la llevaban colgada al pecho y la lucían en la capa como insignia.

La calabaza representa como símbolo, el alimento. La cruz,  la caridad. No hay que olvidar que en estos hospitales o casa de peregrinos, se atendían las necesidades básicas: agua, comida, lumbre para una noche y cama a los agotados peregrinos.

LA CASA DE LOS FRÍAS
     En el nº1 de la calle Rubial existe una solar de 2.125 m2 de superficie, con varias construcciones, entre ellas una vivienda de 553 m2, construida en el año 1945 (según figura en el catastro), aunque creo que será el año de su inscripción. Esta casa no tiene ninguna relación con la famosa casa de don Juan Tomás de Frías y del Castillo, en la que se produjo un robo el 13 de octubre de 1873.



Fg.16)  CASA DE JUAN TOMÁS DE FRÍAS Y DEL CASTILLO, DONDE SE PRODUJO EL ROBO

Aclarado esta coincidencia,  la casa de los Frías, que nos traemos “entre manos”, fue una casa propiedad en su origen de una familia y que en la actualidad ha pasado a manos del municipio de la Torre. Realmente visitarla es una experiencia que te llena de hermosas sensaciones que entran por los ojos.

 Quiero dejar aquí constatación de lo que afirmo, y como una imagen dice “más que mil palabras”, a los hechos me remito.

Fg.16_bis) FACHADA DE LA CASA DE LOS FRÍAS EN LA CALLE RUBIAL Nº1 

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En las fotografías del patio interior de la casa, se aprecian que las vigas de la estructura son metálicas, y los pilares o columnas, de hierro fundido. Este tipo de construcción fue muy prolija a finales del siglo XIX con la revolución industrial. Se utilizó en numerosas construcciones industriales de la época, como ejemplo en la línea de FFCC Linares – Almería en la estación de Los Propios-Cazorla, aún podemos ver este tipo de columnas en perfecto uso.




Fg.20) ANDÉN DE LA ESTACIÓN LOS PROPIOS - CAZORLA


Fg.21) MÁGNIFICO LUCERNARIO DEL PATIO DE LUCES,  FORMADO POR VIDRIERAS DECORADAS INCRUSTADAS EN UNA ESTRUCTURA DE PERFILES METÁLICOS.

Si queréis perderos por la casa, y contemplar la belleza de sus estancias,  os invito a visitar el blog de mi amiga Rosa, que quedó tan fascinada la primera vez que la visitó, que le dio pie a escribir un cuento que publicó en su blog y que quiero compartir con vosotros:

UN CUENTO POR NAVIDAD.

He vuelto a la casa, con paso indeciso he atravesado la calle y me he contemplado ante su puerta. El corazón latía fuera de sitio, eso limitaba mi decisión, me debatía entre seguir o huir lejos

Enlace:


    IGLESIA PARROQUIAL NUESTRA SEÑORA DE LOS OLMOS
    Fue construida a finales del siglo XV y principios del XVI sobre otra anterior más pequeña de 1243, de la que se aprovechó el torreón del campanario en su primer tramo. Su estilo es fundamentalmente renacentista; su planta es de cruz de brazos cortos, de una nave y crucero abovedado. En el exterior presenta dos pórticos de entrada, el del sur (principal) es una portada grecorromana renacentista de dos cuerpos. La portada norte tiene un bello arco conopial.


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Fg.23)
Fg.22-23) VISTAS FACHADA SUR (PRINCIPAL)

Fg.24)  PORTADA DE LA FACHADA SUR


Fg.25) ARCO CONOPIAL EN LA PORTADA DE LA FACHADA NORTE


FG.26) INTERIOR DE LA NAVE DEL TEMPLO, AL FONDO EL RETABLO DEL ALTAR MAYOR


Fg.27) CÚPULA EN EL CRUCERO INTERIOR DE LA NAVE DEL TEMPLO

   En su interior hay varios retablos de gran belleza. El del altar mayor es de estilo manierista, en clara transición del renacimiento al barroco. De madera dorada y policromada es obra del maestro Francisco Cano, a quien se le encargó en 1.589. Tiene tres calles, tres cuerpos centrales y dos laterales, con alternancia de frontones curvos y triangulares.


Fg.28) RETABLO EN EL ALTAR MAYOR DE ESTILO MANIERISTA

El órgano de 1763 está muy bien conservado y fue realizado por Gaspar de la Redonda Ceballos. Su caja es de madera de ébano dorada y policromada y es de gran belleza su trompetería horizontal.



Fg.29) ÓRGANO DEL SIGLO XVIII (GASPAR DE LA REDONDA CEBALLOS) 

         En su camino desde el convento de Malagón hacia la fundación de Beas de Segura, Sta. Teresa de Jesús, acompañada de ocho monjas, una aspirante y dos sacerdotes, se detuvieron en este pueblo para pasar la noche. Era el 16 de febrero de 1575, miércoles de ceniza aquel año, por lo que celebraron la Eucaristía y recibieron la ceniza en esta parroquia.


Fg.30) DOCUMENTO EXISTENTE EN LA CASA MUSEO DE FRANCISCO DE QUEVEDO DONDE SE DETALLA LA TRAZA DE LA RUTA QUE SIGUIÓ LA SANTA MADRE DESDE MALAGÓN A BEAS

Para mejor detalle del templo, dejo el enlace a la web de la parroquia Ntra. Sra. de los Olmos (merece la pena visitarla):


LA ERMITA DE NUESTRA SEÑORA DE LA VEGA
A unos 4 kilómetros al oeste de la Torre, en una zona dedicada al cultivo hortícola junto al arroyo de Santa María,  se encuentra una ermita de origen templario (siglo XIII) dedicada a  Ntra. Sra. de la Vega, patrona de los torreños.  

Fg.31) VISTA EXTERIOR DE LA ERMITA 



Fg.32) VISTA EXTERIOR DE LA ERMITA


Fg.33) IMAGEN DE NTRA. SRA. DE LA VEGA, PATRONA DE LOS TORREÑOS



Fg.34) CÚPULA EN EL INTERIOR DE LA ERMITA

La inscripción latina de la cúpula y las cruces de cuatro brazos, hacen suponer que todo el conjunto monumental de Ntra. Sra. de la Vega sea quizás el único asentamiento templario de todo el Campo de Montiel.

Os invito desde aquí a visitar el blog “entre bosques y piedras”, en donde podréis contemplar la belleza de esta ermita y su entorno. Enlace: UN PASEO POR LA ERMITA DE LA VIRGEN DE LA VEGA. TORRE DE JUAN ABAD. CIUDAD REAL

UNA CHIMENEA INDUSTRIAL

Os preguntaréis que hace una chimenea industrial en pleno casco urbano de la Torre, y la respuesta la podréis encontrar en una publicación con el título: Y EN SU TORRE, LAS CIGÜEÑAS. TORRE DE JUAN ABAD., en el blog: “Desde el campo de Montiel”


Fg.35) VISTA AÉREA DEL TEJAR. SE APRECIAN DOS HORNOS DONDE SE COCÍA LA CERÁMICA, LA CHIMENEA, LAS ZONAS DE ACOPIO DE MATERIA PRIMA, Y DEL MATERIAL ELABORADO.
 
Esta historia comienza: “… Mi padre era labrador y un buen día se le metió en la cabeza que construiría una cerámica aquí para hacer tejas, y aún me pregunto por qué lo haría. Fue allá por el 1919…. Yo tengo ahora 95 años, era entonces un niño que se entusiasmaba viendo como pisaban el barro en las tres pilas que allí había y plantándome ante el pequeño horno…. Funcionó poco tiempo, hasta el año 1925 o el 1926, no recuerdo bien. ¿Qué por qué dejaron de cocer? La tierra no era de calidad. Se recogía de un pedazo que tenemos ahí cerca del hotel, en la carretera a Villamanrique. Esta tierra necesitaba de maquinaria que aquí no había, todo se hacía a mano. Al final las traían de cerámicas de Tomelloso. Se podrían haber fabricado ladrillos pero por aquel entonces, en esta tierra, se seguía con la tradición de construir con adobes, los hacían cerca del arroyo, en los Quiñones..”.

¿Qué tiene la chimenea en especial?





Para mí es una edificación muy singular, sobre todo por la forma en que se construían, lo que ha permitido que llegaran en pie hasta nuestros días  innumerables ejemplos repartidos por todo el territorio, y aún  hoy en día,  aunque ya no se utilizan para el fin que fueron construidas, sirven para que las cigüeñas planten sus nidos en ellas, y de ello tenemos un bello ejemplo en la Torre.

¿Cómo se construían?

Una chimenea industrial de ladrillo es una construcción esbelta, hueca, de sección transversal decreciente conforme se aumenta la altura, realizada en material cerámico en su práctica totalidad, cuyas funciones están relacionadas con fines higiénicos para favorecer la dispersión del humo a la atmósfera, así como mejorar la combustión gracias al tiro que produce la diferencia de densidades del aire caliente generado en el interior y el aire frío del exterior.


La dimensión de una chimenea varía dependiendo de la capacidad de la máquina de vapor a la cual iba asociada. En nuestro país, la media de altura de chimeneas de ladrillo está en los 25 m.


La que existe en la Torre, tiene una altura desde el fuste a la corona de 17.50 m., y desde la base al fuste, creo que unos 6 m., así que la altura total rondará los 25 m.


         Fg.36)

En este tipo de construcción no se utilizaban andamios, sino que se iniciaba la construcción desde dentro hacia fuera,  y así hasta llegar a la corona. Mediante poleas se subían los materiales y por medio de formaletes de madera y plomadas, se mantenía la sección constante en el interior y la verticalidad.


Fg.37) EQUIPOS DE TRABAJO CONSTRUYENDO LA CHIMENEA.


Fg.38) DETALLE DE LA POLEA PARA LA SUBIDA DE MATERIALES


Fg.39) SISTEMA PARA MANTENER LA VERTICALIDAD Y LA UNIFORMIDAD
 EN LA SECCIÓN INTERIOR.




Fg.40) LA CHIMENEA DE LA TORRE SE CODEA CON LA TORRE DE LA IGLESIA
EN ALTURA Y ESBELTEZ.

La fotografía  no tiene desperdicio, pues si la chimenea se mantiene erguida pese a su edad,  la pared de tapial no se queda atrás. 

Mi amiga Rosa con Miguel Felguera, muestran gracias a la memoria de Sandalio Ginés Moreno, dueño de la cerámica,  una historia de las cigüeñas que nidifican en la chimenea, así que os invito a visitar su blog, pues merecen la pena las imágenes y los textos que allí han plasmado. 


Jaén, 21 de marzo de 2020

7º día de confinamiento en mi cenobio de Jaén
!!Resistiremos¡¡ 


    Con toda mi admiración y gratitud a todas aquellas personas que están dado lo mejor de si, para que este momento que estamos viviendo sea pronto un mal recuerdo. 

Bibiografia:

Mi agradecimiento a Rosa Cruz por su colaboración desinteresada en esta publicación y a Miguel Felguera por las fotografías que ha aportado.

Juan Jiménez Ballesta: “Torre de Juan Abad en su historia, la huella de Quevedo


Manuel Roll Grande: EL VIAJE DE SANTA TERESA POR LA PROVINCIA DE JAÉN: UNA PROPUESTA DE RUTA DE SENDERISMO HISTÓRICO


Web:
http://www.turismocastillalamancha.es/patrimonio/casa-museo-francisco-de-quevedo-12361/descripcion/


Web:
http://www.parroquiatorrejuanabad.es/iglesia.htm


Web:  http://informesdelaconstruccion.revistas.csic.es/index.php/informesdelaconstruccion/article/view/5656/6524

Textos, diapositivas, maquetación y fotografías: Miguel Mesa Molinos.

2 comentarios:

  1. Por la parte que me toca, todo un placer ayudarte, y por deleitarnos con nuevos descubrimientos sobre nuestra cercana Torre, nunca se conoce todo, y ese es el encanto que tienen los trabajos de investigación. Sigue con tus "andanzas" en tu refugio. Para cuando todo acabe, la Torre y tantos otros lugares se nos devolverán con ojos nuevos. Es hora de aprender y confiar. Gracias, un saludo.

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    1. Qué razón tienes amiga Rosa. Hay que ver qué próximo está el Campo de Montiel de nuestra provincia y que poco lo conocemos, pues nos parece una tierra seca y sin ningún atractivo, y que lejos está de la realidad. He ido a lo largo de estos últimos tres años conociendo a sus gentes, sus lugares, su historia, y cada vez me quedo más sorprendido. Muchas veces nos vamos al quinto infierno para admirar otros lugares y desconocemos lo que tenemos más cerca. Cuando este mal sueño pase, quedamos emplazados a saborear un pisto manchego, unos duelos y quebrantos, además de unas gachas, en la Torre ¡yo pago!
      Por cierto nadie se acuerda del cuerpo de los carteros y también están en primera línea de batalla. Un fuerte abrazo, y !!cuidaros¡¡.
      Miguel Mesa.

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