Hablando hace unos días en Segura con mi vecino Juan Antonio sobre lugares de la sierra, me preguntó si conocía el castillo de `Puente Honda´ Me quedé de una pieza, pues en 35 años que llevo en Segura jamás lo había oído nombrar.
A la mañana siguiente, con mi amigo Toni, íbamos camino de encontrarlo, y digo bien, encontrarlo, pues se ubica en la cota +840 metros oculto en la espesura de la ladera del monte Bucentaina (+1395 m), frente a la aldea llamada Puente Honda, TM de Benatae, de donde toma su nombre, y lugar donde se juntan los arroyos de La Hueta y Puente Honda formando el río Morles, que desemboca en el Guadalimar cerca de Siles.
Nuestro camino se inició en Segura de la Sierra, dirigiéndonos a la aldea de La Hueta, que pertenece al TM de Orcera. La Hueta es una aldea dividida en dos `barrios´ y que la atraviesa el arroyo del mismo nombre. Está rodeada de hortales, olivares, pinos...un verdadero vergel. Nos detuvimos junto a su lavadero público, cubierto, con sus ocho losas y una gran pila de abundante agua cristalina.
Próximo al lugar, existe una hornacina de obra civil con una imagen de la Virgen de Fátima que es venerada en la aldea.
03_Hornacina con la imagen de la Virgen de Fátima.
Hay que resaltar que la Virgen de Fátima es venerada en numerosas aldeas de la Sierra de Segura: Los Moralejos, Las Gorgollitas, Los Atascaderos, en la desaparecida iglesia de Cañada Chica en Los Huecos de Bañares (actualmente la imagen se encuentra en la iglesia de Ntra. Señora del Collado en Segura de la Sierra)… entre otras, protegida en hornacinas, que se encuentran a veces ubicadas en los paramentos verticales en las casas de las aldeas, o en construcciones de obra civil situadas a la entrada de estas, dándole la bienvenida a los visitantes y protegiendo a los vecinos.
Dejamos atrás la aldea, y tras recorrer unos 2 km por
una pista forestal llevando siempre a nuestra izquierda el arroyo de La Hueta,
llegamos a la aldea de Puente Honda que pertenece al TM de Benatae.
En una conversación con mi vecino de Jaén D. Antonio
Aranda Calvo, sacerdote, sobre lo que estaba escribiendo de las torres y de esta
aldea, cuál fue mi sorpresa que la conocía, pues fue párroco de Orcera y Benatae.
Aprovechándome de su amistad, le pedí que me contara lo que vivió en esa época
en la aldea, y por supuesto en sus parroquias, que transcribo:
“…… A mis 25 años me encontré con el regalo de ser Párroco,
1968-1972, de Orcera y Benatae, dos localidades vecinas y a 5 Km. de distancia entre sí,
encaramadas en la falda de la Sierra de Segura; ambas comunidades mantienen su
propio estilo con características similares, con su propia historia y autonomía
defendidas con todas las fuerzas por ambas partes. Yo sustituía a dos
sacerdotes que residían cada uno en su lugar, pero ahora, siendo por igual
párroco de ambos, encontraba una primera dificultad en la residencia;
lógicamente tenía que servirles con todo el corazón y entrega por igual;
Benatae, al ser más pequeña de población, podía sentirse preferido, si al poner
la residencia en Orcera, iba y venía con visitas rápidas y esporádicas.
Entonces dividí la semana: miércoles y sábados pernoctaría en la casa
parroquial de Benatae, casi abandonada, y los demás días en Orcera. Así lo
captaron los feligreses que me decían “hoy es Ud. nuestro”. En realidad, era un
paso la distancia que nos separaba, pero de este modo viví y conviví con
“naveros” y orcereños”. Mi juventud en edad y sacerdocio me llevaba a todo.
Cada pueblo tenía una serie de aldeas y que
eran atendidas “in situ” con más o menos frecuencia; así Orcera tenía
“Valdemarín” (semanalmente, había tenido Escuela Nacional) “La Hueta” y
“Linarejos” (varias veces al año); Benatae tenía “Las Fuentes” o “Los Lagartos” (había tenido
Escuela Nacional, en la Visita Pastoral recibió la visita del Obispo Romero Mengíbar)
y “Puente Honda”, núcleo de población al que se llegaba por un camino a partir
de Siles; hoy, cuando nadie habita el terreno, tiene una buena carretera desde
Benatae. Pues bien, nos centramos
en Puente Honda: la
fiesta religiosa y social era en San Juan; se decía Misa, se hacían las
Primeras Comuniones; había fiestas y bailes, se invitaban a amigos y familia…se
comía y se bebía copiosamente; hasta las autoridades se daban una vuelta por
aquellos lugares, en general prometiendo mejorar el estilo de vida de los
lugareños.
05_Aldea de Puente Honda, vista desde la ladera del monte Bucentaina
En el libro:
‘Fortificación en el Reino de Jaén durante la Baja Edad Media´ de Juan Eslava
Galán, al describir el castillejo de Puente Honda, escribe: “… Que apenas
pasa de ser un puesto de atalaya, se encarama sobre dos peñas gemelas que
brotan en el repecho del monte. Sobre cada una de estas peñas se edificó una
torre cuadrangular de reducidas dimensiones (la del sur, 3,50 por 3,80 metros;
la del norte, muy similar). El material empleado es mampostería mal ripiada. El
espacio que quedaba entre las dos torres se acotó por medio de dos lienzos de
muro que las unían hasta constituir un único recinto de planta rectangular que
mide trece por 3,50 metros. La obra entre las torres está muy arrasada, pero
las torres se conservan bien. Las dos albergaban dos cámaras superpuestas con
entresuelo de vigas y madera. Parece obra cristiana…”
Apoyándonos en esta
descripción, primero ubicamos el castillejo, que desde ahora denominamos: ‘Las
Torres de Puente Honda´ y contemplaremos la grandeza de un legado de ocho
siglos de antigüedad oculto en la espesura del monte.
06_ Las Torres de Puente Honda en el valle del Guadalimar
07_ Vista de las dos torres
encaramadas sobre dos peñas gemelas
08_ Vista de las dos torres
ocultas en la espesura del monte
En las imágenes que siguen, basándonos en los restos existentes y en los detalles que indica Eslava Galán, queda reflejado a juicio del que suscribe, cómo debió ser el recinto de este conjunto de Torres.
09_ Restos de lienzo del muro
del recinto de planta rectangular
10_ Recreación del recinto de Las Torres
11_ Recreación del conjunto arquitectónico de
Las Torres de Puente Honda
En la publicación de Arqueología
de la Arquitectura (16), hay un estudio
de Santiago Quesada García y Guadalupe Romero Vergara con el título: `El
sistema de torres musulmanas en tapial de la Sierra de Segura (Jaén)´, en donde
podemos leer: “… Al-Zuhrīun, geógrafo que trabajó en la corte almohade a
mediados del siglo XII, afirmaba que la Sierra de Segura era una región
densamente poblada, tratándose de una zona montañosa fértil, donde las
cosechas, el ganado y los frutos se producían en abundancia. Indica además la
existencia de unas trescientas qurà (aldea; ciudad pequeña; comunidad rural), diversos refugios de altura ma’qil
(torres defensivas) y treinta y tres huṣûn (castillos andalusíes, cuya
influencia abarcaba un territorio habitado al que servía de defensa militar). La conexión entre ġarb al-Andalus (parte más occidental de Al-Ándalus,
que corresponde con la parte del actual territorio portugués) y šharq al-Andalus (regiones interiores de Andalucía) se realizaba en el valle de los ríos
Guadalimar y Hornos donde confluía el camino del Arrecife que venía desde
Córdoba y Sevilla con el camino Collado de las Almendros que provenía de
Granada, ambos se unían cerca del actual núcleo de La Puerta de Segura
partiendo hacia Levante como una única vía llamada camino de los Cartagineses…”
A tenor de lo descrito por Al-Zuhrīun,
hay que resaltar que los refugios de altura ma’qil (torres defensivas) y los huṣûn (castillos
de defensa militar) estaban construido en tapial.
Como muestra, cerca del
río Guadalimar, sobresale una estructura denominada como El Cardete (TM de
Benatae) y cerca del río Trujala, las Torres de Santa Catalina (TM de Orcera).
13_ Torres de Santa Catalina (TM de Orcera)
14_ Castillo
del Cardete (TM de Benatae)
En cambio, Las Torres de
Puente Honda, están construidas con muro de mampostería formada con hiladas
rústicas de mampuesto sin labrar colocadas a mano, rellenando
los huecos entre ellas con ripios recubiertos de mortero por todos los lados.
También se observa la utilización de encofrados de madera en la ejecución de los
muros de mampostería, utilizando la misma técnica del tapial, pero en este caso
cambian la argamasa de cal, arena y guijarros, por mampuestos.
A mi entender, esto viene
a confirmar lo que apunta Juan Eslava a que esta construcción `parece ser
cristiana´ pues a partir del siglo XIV, durante el reino nazarí, el uso del
tapial cambia por la mampostería enripiada, viéndose influenciado por las
construcciones militares cristianas desarrolladas en zonas fronterizas.
Para terminar, incluyo un
dibujo, tomado in situ, realizado por el pintor Francisco Cerezo acompañado por su
alumno Jacinto Linares, de una de las torres de Puente Honda y que se incluye
en el libro: (ESLAVA GALÁN, J. 1983, 1989, 1999; CEREZO MORENO, F.,
ESLAVA GALÁN, J. 1989).
Bibliográfica:
- Arqueología de la Arquitectura (16), Santiago
Quesada García y Guadalupe Romero Vergara con el título: `El sistema de torres
musulmanas en tapial de la Sierra de Segura (Jaén)´
- ‘Fortificación en El Reino de Jaén
durante la Baja Edad Media´ de Juan Eslava Galán.
- Textos, fotos, diapositivas y maquetación:
Miguel Mesa Molinos.
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