miércoles, 23 de diciembre de 2020

CRÓNICA DE CINCO DÍAS ACOMPAÑANDO A “LOS CARLILLOS” VIRTUALMENTE POR LA “VEREA DE ABAJO”

Publicado el 22 de diciembre del 2020 en el Diario JAEN 
Provincia: LA TRASHUMANCIA, AL DETALLE

  

Los Carlillos se van de nuevo de “verea de invierno” o “verea de abajo” ¡Ya toca otra vez! En el pasado mes de mayo hicieron la “verea de arriba” desde el Porrosillo, enclave que pertenece a Arquillos, hasta los Campos de Hernán Pelea en las cumbres de Santiago de la Espada, y a mí me tocó hacerla “virtualmente” desde mi casa por el dichoso coronavirus. De nuevo toca otra vez estar en casa, a mí, y a muchísima gente… así que iré acompañándolos con mis recuerdos de otros años, caminando junto al hato, con los careas esperando órdenes y los mastines pendientes de mí para que no me despiste.



Qué es la “verea de abajo”


Cuando hablo de las rutas trashumantes de la provincia de Jaén, me refiero a ellas con el término de “la verea”; diferenciando la verea de invierno, a la que llaman de “abajo”, de la verea de primavera que la llaman de “arriba”. En su conjunto, la verea circular. Sobre el mes de noviembre los hatos trashumantes bajan desde las cumbres de Santiago - Pontones a Sierra Morena siguiendo parte del Camino de San Juan de la Cruz desde Beas a Santiago, para continuar por el Camino de Aníbal que pasa por Cástulo hasta Cartagena, ya en el Condado, y finaliza adentrándose en Sierra Morena: Vilches, Arquillos, Baños, La Carolina... A esta le llaman la “verea de abajo”.

 

Dos etapas preparatorias para repretar a las ovejas

 

En nuestro caso, los Carlillos tienen repartidos a sus animales en dos hatos: Unas 1.300 ovejas se encuentran en los Campos de Hernán Pelea, y el resto, unas 1.000, que son las que parirán en enero en la dehesa, en sus instalaciones del Castillico en La Matea.

 

Antes de empezar las etapas de la verea, hay dos días de preparación. El primero consiste en “repretar” o juntar a las ovejas de los Campos y bajarlas a La Matea. El segundo día hay que preparar a los mansos, poner los cencerros, contar a los animales, preparar el vehículo de apoyo con los enseres que serán necesarios en el camino: Las mallas cinegéticas para los corrales efímeros que hay que preparar para pasar las noches, los víveres para los perros, los caballos y los pastores, las tiendas de campaña para dormir…, y al tercer día al amanecer ponerse en marcha.

 

Las etapas del camino

 

A lo largo de 5 días y recorriendo unos 100 km, atravesaremos la cumbre del Almorchón (1.718 m), Pontones y la aldea de La Ballestera, hasta llegar a pernoctar en la explanada de Hoya Morena (1.500 m). Seguiremos hacia las aldeas de Hornos El Viejo y Cañada Morales, para dormir en La Lancha (1.198 m), en la cumbre de la Natao en Beas de Segura.  Bajaremos por la “Cuesta de Los Pozos” a pernoctar en los corrales del Buen Pastor en el Cornicabral (549 m). Atravesando el puente Mocho, nos dirigiremos hacia Camporredondo, El Campillo, y por el Camino de los Cartagineses hacia Castellar para pernoctar en la venta de San Andrés en Santisteban. Desde aquí por Navas de San Juan al Porrosillo en Arquillos.

 

A lo largo de nuestro caminar nos cruzaremos con fray Juan en su camino desde Beas al Monte Calvario, y con Teresa de Jesús por el “Empedraillo” en su camino a la fundación del convento de San José en Beas, o con Jorge Manrique junto al puente Mocho,  en su caminar desde Segura de la Sierra a sus castillos de Chiclana de Segura o Montizón. Dormiremos de nuevo junto a la Santa Madre en la Venta de San Andrés en Santisteban,  cuando iba desde Beas a la fundación de Sevilla. Veremos a nuestros antepasados íberos caminando de peregrinos al santuario de la Cueva de La Lobera,  y nos cruzaremos con Aníbal en su caminar desde Cástulo a Cartago Nova. 

 

1ª Etapa: El Almorchón – Pontones –Casas de Carrasco – La Ballestera – Hoya Morena.

El inicio de nuestra nueva “aventura virtual” es en las instalaciones del Castillico que tienen Los Carlillos en La Matea. Aquí se encuentran ya todos los animales, unos 2.300 entre ovejas y cabras.  El final de la etapa será en Hoya Morena a 1.079 metros de altitud, después de haber recorrido 16,83 km. 

Esta primera etapa es dura, pero dura, dura… Desde las 8 de la mañana,  hasta las 8 de la noche, bajando y subiendo cuestas.                                                                                                           

Después de ascender al Almorchón y bajar a Pontones,  el hato pasa muy cerca de la aldea de “Las Casas de Carrasco”.  Tras tomar al medio día “un bocao” de pie en el “Collao de las Casas” o la “Tiná del Tuerto,  descendemos a través de un agreste terreno a la aldea de La Ballestera, para ascender a Hoya Morena.   

Ya en Hoya Morena, el hato queda resguardado bajo pinares y chaparros para pasar la noche en un corral que allí existe. Los mastines pasarán la noche dentro del corral al cuidado de “sus hermanas” de los innumerables zorros, jabalís y otros animales que pululan por alrededor del corral a ver que pillan… el resto del personal, después de cenar alrededor de una buena lumbre, al “catre” después de un largo, largo, largo día…


2ª Etapa: Hoya Morena – La Lancha en las cumbres de Beas.

Hoy partimos del corral efímero de Hoya Morena a 1.079 metros de altitud, hasta la Lancha en las cumbres de Beas de Segura a 1.198 metros,  después de haber recorrido 13,69 km. 

Descendemos a la aldea de Hornos el Viejo, dejando la aldea de La Platera a nuestra izquierda; después de cruzar la carretera A-317 por el mirador “Mora de los Canalizos”, continuamos buscando el puente que atraviesa el río Hornos en la carretera A-319,  pues a nuestra izquierda tenemos el embalse del Tranco que hay que salvar para llegar a la aldea de Cañada Morales. Después de almorzar y dejar a los animales un rato de sesteo y ordeñar algunas cabras para aligerarles las ubres,  afrontamos una subida “espeluznante” a las cumbres de Beas para pernoctar en la Lancha. Aquí, para que pasen la noche dejamos a los animales a careo,  y ellos solos se buscan la vida bajo los chaparros o los majestuosos pinos laricios y negrales que existe en esta hoya, donde las noches son frías y en muchas ocasiones nos ha llovido e incluso nevado, como ha sido esta noche. 

En la bajada hacia el río Hornos dejamos a nuestra derecha, muy próxima la población de Hornos de Segura, pueblo con un encanto especial que bien merece la pena visitarlo.

 


3ª Etapa: De la Lancha en las cumbres de Beas al Cornicabral.

De nuevo nos ponemos en marcha desde “La Lancha” a 1.198 metros de altitud en las cumbres de Beas, para llegar, tras recorrer 13,31 km, a la tiná del Buen Pastor en el Cornicabral en Beas de Segura,  salvando dos escollos de aúpa: “La Natao” y la “Cuesta de Los Pozos” de una dureza extrema,  sobre todo por lo mal que la tienen conservada las administraciones y los vecinos colindantes.

 

- El Camino del Calvario y el Camino de San Juan de la Cruz -

 

Dejando atrás los pinares, encinas, chaparros… que nos han ido acompañando desde que salimos de La Matea, entramos ya en los olivares de pendiente dando vista a Beas, encontrándonos con el Camino de San Juan de la Cruz y con el Camino del Calvario.  

El Camino de San Juan de la Cruz por el que transitamos, forma parte del camino que utilizaba Fray Juan (San Juan de la Cruz), aquel a quien Santa Teresa llamaba cariñosamente “medio fraile”, para viajar a pie o en caballería desde Beas a Caravaca de la Cruz (Murcia), para fundar el convento de los Frailes Descalzos en 1586, camino que pasa por Hornos, Pontones, Santiago de la Espada, Pedro Andrés, Nerpio y El Sabinar. 

El Camino del Calvario, que también forma parte del camino de San Juan de la Cruz,  se inicia en Beas, donde en 1575 Santa Teresa de Jesús fundó el primer convento de Descalzas de Andalucía, llegando Fray Juan de la Cruz en 1578 para asistir a sus monjas y establecerse como prior del monasterio de Nuestra Señora del Monte Calvario. 

Al atardecer llegamos a la tiná del Buen Pastor en el Cornicabral. Al hato antes de meterlo en el corral para que pasen la noche, le damos “careo” (las dejamos a su aire, pero vigilándolas) en una pequeña dehesa de encinas para que se coman las numerosas bellotas, que con la ayuda de los callaos, tiramos al suelo. Después de una cena con matanza de La Matea y cerveza fresquita que el hatero, Domingo, siempre nos prepara y alrededor de la lumbre, toca descansar después de un día larguísimo… entre frío, lluvia, mucho barro… pero con la alegría de que los animales ya huelen la dehesa y saben que han dejador atrás el frio de las cumbres de Santiago. ¡Hasta mañana! 

 

4ª Etapa: Del Cornicabral a la Venta de San Andrés 

Es de noche aún y nos ponemos en marcha una hora antes de lo acostumbrado,  pues hoy nos espera la etapa más larga de la verea ¡25,50 km! desde la tiná del Buen Pastor hasta la Venta de San Andrés en Santisteban, a la que llegaremos de noche.

        

- El Empedraillo -

 

Nada más salir primero nos encontramos en la calzada romana que los lugareños llaman “La era del Empedradillo”. Esta vía es una bifurcación del llamado “Camino de Aníbal”, camino cartaginés que partiendo de Cástulo pasaba por Navas de San Juan, Santisteban, Montizón y atravesaba por las provincias de Ciudad Real y Albacete para unirse a la de la costa mediterránea por Saetabis (Játiva).

 

- El puente Mocho –

 

Y un poco más adelante ya en el río Guadalimar, nos topamos con el puente Mocho. Es impresionante contemplar a 2.500 animales transitar por su calzada. Este hito de ingeniería civil que tenemos en nuestra provincia, por desgracia poco conocido. D. José María Almendral (ICCP) en un artículo publicado en la Revista de Obras Publicas en el 1985 lo describe: “El puente Mocho se trata de un conjunto de dos puentes unidos. El  más antiguo, romano, con desagüe escaso, que funcionó sumergido  en  las  avenidas.

     El puente, descrito desde aguas abajo, consta de camino de acceso, un primer tramo recto con cuatro arcos, dos pequeños de aligeramiento y dos grandes de  7,60 y 7,85 m. de  luz, bóvedas con boquillas de sillería y tímpanos de mampostería de gruesos mampuestos careados.

      El arco más próximo al estribo derecho, término de Chiclana de Segura, es asimétrico; el lado izquierdo es  una especie de  arco rampante, en cambio el derecho es de medio punto. El otro arco grande no tiene esa  anormalidad. El tramo de puente próximo al estribo izquierdo es más bajo; tiene dos arcos de medio punto, sillería clásica romana con tajamar   del lado de aguas arriba parcialmente destruido...”

 

Continuaremos nuestro caminar atravesando las pedanías de Chiclana de Segura: Camporredondo y El Campillo para sestear y tomar un bocado en los Retamales.

 

Al pasar por estas pedanías nos viene a la mente las posadas que allí había en otros tiempos, como la del  “Guardalmenero” en El Campillo, en las que  los pastores trashumantes podían dejar a las caballerías en las cuadras y al hato en los corrales, lo que les suponía poder estar sentados a la lumbre sin preocupaciones después de unas etapas muy duras desde las cumbres de Santiago. Los pastores llevaban sus provisiones para la verea, principalmente algo de matanza y un poco más,  además de miel, tabaco verde, alguna manta de “cujón” de los telares de Santiago,  y algún que otro choto. Esto le servía de moneda de trueque para pagar la posada, el pan, o la paja que le daba el posadero a las bestias. En cambio ellos dejaban en los corrales estiércol que luego al posadero le servía para abonar el hortal y el olivar. 

 

 - La Venta de San Andrés -

 

A la tarde pasamos próximos a los Altos del Sotillo, donde se encuentra el santuario íbero de la Cueva de La Lobera en Castellar, para finalizar nuestra etapa en la Venta de San Andrés. 

Ya se nos ha echado la noche encima y estamos casi llegando al final de la etapa, estamos muy, pero que muy cansados, pero esta noche es para mí la mejor,  pues ponemos las tiendas en el patio de la antigua Venta de San Andrés frente al solar donde estuvo la ermita del mismo nombre en Santisteban del Puerto, lugar donde la Santa Madre, Teresa de Jesús,  pernoctó cuando iba a la fundación de Sevilla,  desde Beas. 

Hace un frio que pela y la noche será de aúpa, pero me pongo a pensar y me lleno de emoción por poder  caminar por estas rutas trashumantes pensando que antes lo habían hecho personajes de la altura de Teresa de Jesús, San Juan de la Cruz,  Jorge Manrique…, pero los más importantes: ¡los pastores trashumantes!, que a lo largo de muchos siglos han mantenido viva una tradición y una forma de subsistencia que ha llegado hasta nosotros.

 

5ª Etapa: De la Venta de San Andrés -A la dehesa del Porrosillo

Nos ponemos de nuevo en marcha para afrontar la última etapa: 21.10 km. Dejamos atrás Santisteban del Puerto. A dos kilómetros del pueblo llegamos al paraje del yacimiento de las Erillas Blancas, en donde se encuentran diferentes huellas de dinosaurios del periodo Triásico. Ya hemos pasado Navas de San Juan. Es mediodía, toca el almuerzo y un descanso para el hato.

Después del almuerzo hay que ordeñar a las cabras para aligerarles las ubres. Aquí todo el mundo tiene una misión, desde la vaca, los perros, los mansos, las cabras, los caballos y hasta el aprendiz que suscribe. Antes de afrontar la tarde y llegar a la tiná de la dehesa,  hay que contar a los animales ¡uno a uno! 

Final de la etapa, pero no de la verea, queda el apartado y repartir las ovejas por la dehesa, pero eso será mañana después de descansar por fin en ¡una cama! como Dios manda.

Epílogo

Hemos caminado entre pinares, encinas, chaparros, olivares, calzadas romanas… hemos atravesado cortijadas y aldeas, sintiendo la grandeza de todos estos caminos que aún perduran en el tiempo,  y que siguen utilizándose para una actividad tan antigua como el hombre: La trashumancia. 

Jaén, 22 de diciembre 2020


*Texto y maquetación:  Miguel Mesa Molinos 

 

 


martes, 8 de diciembre de 2020

EL APARTADO, EL REMATE, FIN DE LA VEREA

 

Como sabéis estoy haciendo la verea de forma virtual desde mi casa. Los Carlillos ya han llegado felizmente a la dehesa y ahora les queda por delante un arduo trabajo, el primero: “El apartado de las ovejas”. Para terminar quiero compartir con vosotros la experiencia que viví en noviembre del 2016, mi primera verea, que sería la misma de esta mañana,  si hubiera podido estar con ellos.

- El apartado -

         La verea no finaliza cuando se llega, si no cuando se apartan las ovejas en diferentes hatos y se reparten por la dehesa. Al principio, había unas 1.300 ovejas que estaban en los Campos de Hernán Pelea, justo en el paraje de la Loma de la Paja y Las Lagunillas. La mayoría de estas ovejas estaban preñadas desde el mes de agosto. Desde este paraje se inició el primer tramo de la verea hasta las instalaciones de los Carlillos, en el paraje del Castillico en La Matea. Allí se reunieron con otro hato de unos 700 animales, en el que también había ovejas preñadas desde el mes de octubre. 

En toda la verea, las ovejas iban formando un solo hato, además de un grupo de cabras, mansos, los perros, dos yeguas, los  Carlillos,  y el que subscribe.

Fg.01)  El hato ya en la dehesa.  “Rambo” como siempre el último.

Fg.02) Al final de la tarde camino de los corrales. Daniel, José Carlos y los careas, con “rambo” cerrando el hato. 

 

Fg.03) Al fondo los corrales.

Fg.04)  ¡Por fin hemos llegado!

 

Fg.05)  Vista aérea de la tiná del apartado. Se pueden apreciar los cobertizos y los corrales, así como un pequeño hato de  los Carlillos  entrando al atardecer.

 

Fg.06) El hato ya en los corrales de la tiná, al finalizar la jornada.


         El primer día después de la llegada, aún se encontraban las ovejas en la tiná en la que las dejamos. Allí se procede, siguiendo una tradición familiar heredada de su padre, a separar o apartar los animales en diferentes hatos o grupos. Las preñadas que parirán en enero, como conviene que estén cerca del cortijo,  a una zona de pastos de la dehesa más próxima. Las que lo harán en marzo, un poco más alejadas en otra; otro hato más pequeño, compuesto por las que se le echarán los carneros sobre marzo, en otro lugar, y así se van haciendo los hatos durante toda la mañana y bien entrada la tarde, para que al final del día cada hato duerma en el lugar en el que permanecerán hasta el regreso a los pastos altos de los Campos, allá por el mes de mayo ¡Todo un arte!

- El arte de contar -

Cuando estaban todas las ovejas ya juntas en el Castillico, los tres hermanos las contaron. El sistema: José Carlos en la puerta del cobertizo cuidando que los animales entren de dos en dos, despacio pero sin pausa.  Daniel, adentro,  las contaba por pares, y cuando tenía cincuenta,  encogía un dedo de la mano;  al final dijeron: ¡47! y remataron.  Yo que presenciaba todo el trequemaneje, me quedé a dos velas, pues no sabían qué querían decir. Domingo en una libretilla anotó los dedos encogidos, los multiplicó por 50 y le sumó la última y única cantidad que se dijo en todo el conteo, al final: 1947 ovejas. Todo ello a una velocidad de vértigo, las ovejas entrando sin parar, y los dedos encogiéndolos como en una sesión de magia ¡tecnología punta en la era digital!, pero que no falla.

 


Fg.07) José Carlos vigilando la entrada de las ovejas, de dos en dos.


Fg.08) José Carlos, Daniel y Domingo con la libretilla,  haciendo cuentas.

         Una vez en la dehesa, a medida que iban haciendo el apartado de los animales en los diferentes hatos, volvieron a contar a los animales con el mismo método, tal solo faltó una oveja. De está, por desgracia presencié su muerte en los cordeles de la Natao. A la pobre le dio un infarto y cayó fulminada desde un risco. Se le quitó el crotal y el collar, a fin de dejar constancia en el libro genealógico de su muerte,  y quedó en el camino para pasto de los buitres leonados que hay en la sierra ¡ley de vida!

         En resto de los animales  llegaron todos bien, bueno una de las ovejas apareció con una oreja desgarrada por algún animal, pero tan fresca y la foto da testimonio de ello.

 


Fg.09) Aún con la oreja desgarrada, llegó a la dehesa.

         Para iniciar la operación de la separación de los hatos, hay que imaginarse que los corrales, los cobertizos y cualquier espacio disponible en la tiná, estaba ocupado por las ovejas. Con mil esfuerzos consiguieron:  primero desalojar el primer corral de la entrada en donde colocaron un artilugio casero formado por una pasarela con una puerta abatible e hicieron pasar por allí de un corral a otro,  una y otra vez, a las ovejas durante toda la mañana. Se traían un trajín que no llegué a entender como lo hicieron ¡algo  espectacular! Al final sin darme cuenta como lo hicieron, pues todas las ovejas me parecían iguales, consiguieron hacer los diferentes hatos.

Fg.10)


Fg.11) Domingo, Daniel y José Carlos, colocando el artilugio casero para ir separando a los animales.

Fg.12)

Fg.13)


Fg.14) Trajín de los animales de un sitio a otro de la tiná.

         En toda esta operación, se nos han olvidado los perros; estos a sabiendas que la verea se había terminado, seguían cumpliendo con su misión.  Rambo pendiente de sus ovejas, y el resto esperando órdenes, eso sí,  ya mucho más relajados.

Fg.15) Rambo y Tina, en la puerta del corral


F.16) Moro y Lince "roques" al sol de la mañana.


Una vez que se habían hecho los hatos, se fueron repartiendo por la dehesa.


Fg.17)

 

Fg.18) Las ovejas recelosas al paso de una de las puertas del mallado en la dehesa.

 

 - EL remate –

         En el campo, cuando se termina alguna faena importante, como es nuestro caso, se hace el remate. Nosotros para festejarlo y dar gracias que todo había salido muy bien, nos comimos,  gracias a Domingo que las hizo, unas gachasmigas con sus avíos correspondientes.


 

Fg.19) Una imagen vale más que mil palabras

 Quiero terminar con esta carta a mis jefes los “Carlillos”, con toda mi gratitud:

 

Los que ya peinamos canas hemos oído con frecuencia decir a los mayores, que si no sirves para nada, te metas a pastor. La Real Academia de la Lengua, define al PASTOR: Persona que guarda, guía y apacienta el ganado, especialmente el de ovejas. Yo diría más: persona que tiene más licenciaturas que nadie: en veterinaria, economía, meteorología, medio ambiente, nutrición, en geología. Además practica: el senderismo y la botánica, sabe de logística y transporte; tiene especial intuición para diseñar estrategias en el terreno, que sorprendería a un estratega militar. Es ecologista, no de boquilla como muchos, si no de verdad, y practica la solidaridad, más de lo que se cree.

Lo ningunea la administración y mucho listo se aprovecha de él. Para los que creemos, Dios nuestro Padre hace referencia de él desde el principio de la creación ¡con bondad! Yo he visto con mis ojos como Daniel, me dejó el hato de la ovejas ¡a mí un simple aprendiz!, y se fue a buscar de una manera desesperada una borrega, que por su cabezonería salió pitando por un olivar.

Dice un proverbio saharaui: <<Entre la verdad y la mentira puede no haber más de cuatro dedos: la distancia que separa la oreja del ojo. Porque lo que te contaron puede no ser verdad, si te mentían. Pero lo que tú has visto con tus propios ojos, sabes que es cierto, y para ti es innegable ya. Por dónde vayas luego proclamarás esa verdad de la que eres testigo. Y ya no te dejará porque lo has visto>>.

Quiero terminar diciendo que cuando veáis por esos campos de Dios a un pastor con un hato de ovejas, pensar que en esa persona hay unas cualidades, que ya muchos quisieran para sí.

Desde aquí mi agradecimiento a José Carlos, Daniel y Domingo García Rico, por sus enseñanzas, consejos, honestidad y buen hacer, y a todos los pastores de Santiago, que aunque no daban por mí ni un duro en la <verea>, sé que me deseaban buen camino.

Miguel Mesa Molinos.

 El Porrosillo a 7 de diciembre del 2020

*fotos, textos, maquetación: Miguel Mesa Molinos


lunes, 7 de diciembre de 2020

5ª ETAPA: DE LA VENTA DE SAN ANDRÉS - A LA DEHESA DEL PORROSILLO

 

Después de una noche de mucho, mucho frío…,viendo las caras de los animales ya nerviosos por salir,  nos ponemos de nuevo en marcha para afrontar la última etapa, más corta que la de ayer, 21.10 km, pero con la ventaja, que a excepción de los primeros kilómetros que iremos caminando por la carretera A-312 (Linares-Albacete) acompañados por la Guardia Civil de tráfico, dándoles desde aquí las gracias por el apoyo que le dan a los pastores trashumantes de Santiago, tanto en la “verea de arriba” como en “la de abajo”, el resto ya es a través de la dehesa, entre chaparros, encinas, pisando hierba que ya está creciendo en los prados… lo que supone que las ovejas caminen mucho más tranquilas sin que haya que ir arreándoles, aunque los careas siguen atentos a las órdenes de José Carlos o Daniel… vamos como se decía antiguamente:  “Como si fuéramos por la pista Barajas”.

 


Fg.01) Traza por de la 5ª etapa en la dehesa

 
Fg.02) Vista aérea de la traza de la 5ª etapa
 


Fg.03) Perfil de la 5º etapa

Dejamos atrás Santisteban del Puerto, un pueblo del Condado que bien merece una visita por su cultura, sus tradiciones, sus monumentos como: El museo del escultor Jacinto Higueras, autor entre otras obras de las esculturas en bronce de las Batallas en Jaén, o del Cristo de la Buena Muerte que se venera en la S.I. Catedral, entre otras… el castillo de San Esteban, la iglesia de Santa María del Collado o la de San Esteban, y sobre todo preguntar dónde se encuentra la Mayordomía de la Stma. Virgen del Collado y visitarla, quedaréis sobrecogidos por el recibimiento que os hará la familia que la tiene acogida este año.

 

Fg.03) Mayordomía de la Stma. Virgen del Collado (Mayo 2016) 

   A dos kilómetros del pueblo llegamos al paraje del yacimiento de las Erillas Blancas, en donde se encuentran diferentes huellas de dinosaurios del periodo Triásico, con más de 250 millones de años. Es un espectáculo ver caminar al hato entre grandes y pequeñas esculturas erguidas de dinosaurios. Desde aquí y durante 2 km iremos caminando por la carretera A-312

 

 Fg.05) Caminando entre dinosaurios
 

Fg.06) Por la calzada de la carretera A-312 (Linares-Albacete)
 
   
Fg.07)
  
 
Fg.08)
 
Fg.07-Fg.8) Caminando  entre chaparros, encinas, pisando hierba… hacia la dehesa del Porrosillo.

Ya hemos pasado Navas de San Juan. Es mediodía, toca el almuerzo y un descanso para el hato. 


Fg.09) 



Fg.10)  
 
Fg.9-10) El hato descansando.
 

Es de las pocas veces que se acuestan las ovejas a lo largo de la verea, señal de que saben que se acerca el final ¡Son listas como ellas solas!



 Fg.11) 

  Las caras lo dicen todo, después de jornadas subiendo y bajando cuestas… Hoya Morena, La Lancha, la cuesta de los Pozos… podemos almorzar tranquilos. 


Fg.12)

 Después del almuerzo hay que ordeñar a las cabras para aligerarles las ubres. Luego esa leche servirá para amamantar a los borregetes que nacen un poco debiluchos. Aquí todo el mundo tiene una misión, desde la vaca, los perros, los mansos, las cabras, los caballos y hasta el aprendiz que suscribe. 


Fg.13)




Fg.14)  

         Antes de afrontar la tarde y llegar a la tiná de la dehesa, hay que contar a los animales ¡uno a uno! con un sistema arcaico que mañana Dios mediante lo describiré en el apartado. Este año no ha faltado ningún animal después de las jornadas tan malas que han hecho, el mérito: Los años de oficio de los Carlillos.


Fg.15) José Carlos pendiente del hato camino de la tiná



 
Fg.16) Los mastines calmando la sed



 
Fg.17)



 
Fg.18)   
 

Final de la etapa, pero no de la verea, mañana queda el apartado y repartir las ovejas por la dehesa, pero eso será mañana después de descansar por fin en ¡una cama! como Dios manda.

 

El Porrosillo, a 7 de diciembre del 2020 

 

 *Fotos, texto, diapositivas y maquetación: Miguel Mesa Molinos