Desde agosto del 2016 he ido publicando en mi blog varios artículos sobre el legado del pintor jienense Rufino Martos Ortiz con los títulos: EL LEGADO DEL PINTOR RUFINO MARTOS (4/8/2016), El LEGADO DEL PINTOR RUFINO MARTOS ORTIZ (II PARTE) (8/4/2017) y NUEVA APORTACIÓN AL LEGADO DEL PINTOR RUFINO MARTOS ORTIZ (28/4/2017).
A
lo largo de este periodo he quedado gratamente sorprendido por la información que
personas, unas anónimas y otras conocidas,
me han facilitado sobre la obra de este pintor, aportando fotografías
de cuadros que han encontrado en catálogos de exposiciones antiguas e incluso
comentando “descripciones” técnicas de sus obras, como por ejemplo sobre el
cuadro que preside la entrada al salón de plenos del Ayuntamiento de Jaén.
En esta nueva publicación traigo dos
nuevas obras, una sobre lienzo titulado: “El
barranco de Otíñar " y una témpera titulada: “Vista
nocturna del castillo de Otíñar". La información de estos dos nuevos
cuadros me llega a través de mi amiga Águeda Mata que los había visto en la cuenta
de Facebook del CENTRO DE ESTUDIOS DEL VALLE DE OTÍÑAR; poniéndome en
contacto con ellos, les pregunté donde se encontraban actualmente estas obras
que habían publicado, lo que desconocían.
Mi amiga Águeda continuó con sus pesquisas
y al final encontró algunas respuestas que ahora desvelaré.
Óleo: EL BARRANCO DE OTÍÑAR
F1)
Óleo sobre lienzo de 82 x 100 cm de Rufino Martos Ortiz
Gracias a sus pesquisas y a sus amigos,
averiguó que este cuadro formaba parte de una exposición que organizó la
Diputación de Jaén titulada "Jaén
Pintada", celebrada entre el 29
mayo y 22 junio de 1987 y que se recogió en una diapositiva del fotógrafo de
Jaén Rufino Linares, que posiblemente realizó el catálogo de dicha
exposición (A la publicación de esta entrada, un lector me ha enviado la portada del catálogo de la exposición “Jaén Pintada” informándome que dicho cuadro no está incluido en dicha publicación, pero si el cuadro del que hago referencia que se encuentra en el Ayto de Jaén, lo que no quiere decir que no se hubiera expuesto y el catálogo no lo recogiera por algún motivo. Gracias desde aquí por la información).
Yo que soy un lego en pintura, le hice llegar la fotografía del cuadro, al hijo de Rufino Martos, mi amigo Juan Martos, que se quedó sorprendido pues no conocía la existencia de este cuadro, contestándome literalmente con lo que sigue:
"En relación con el cuadro de Otiñar, el
efecto que a primera vista produce es impactante en cuanto a su vivo
colorido, ya que aunque su resolución es
realista, el empleo de colores casi puros
en los tres planos en que se resuelve la perspectiva del lienzo da una sensación
de fuerte impresionismo. Aquí Rufino Martos se muestra aún más atrevido y
resuelve con gran maestría la naturaleza sin que se aprecien estridencias
cromáticas por el uso de colores fuertes ya que todo está conjuntado y
equilibrado. El primer plano efectuado
con detalle y con armonía cromática es una preciosidad. Es uno de los cuadros
de mi padre que más me ha impactado. Gracias Miguel por tu colaboración y te lo
digo de corazón pues este cuadro no lo hubiera conocido sin tu ayuda.
Se me olvidaba reseñar que el cuadro
"El barranco de Otiñar" está resuelto en tres planos perfectamente
diferenciados, el primero constituido por la roca en primer plano con
descripción más detallada que el resto dada su situación, el segundo de un
fuerte color amarillo que contrasta con el azul del cielo ya en tercer plano.
Es como digo la armonía entre estas tres gamas de colores es la que dan al
conjunto un juego cromático muy acertado. Un saludo: Juan Martos".
F2) Témpera de Rufino Martos Ortiz
"En relación al nocturno, este fue uno de los muchos que realizó creo allá por la década de los 80 o quizás antes. Supera con creces el centenar, este como el resto está realizado con témpera y posiblemente con algunos toques de pastel que los daba al final para resaltar la luz triste de la luna. Los colores con los que resuelve el nocturno como puede observarse son de la gama de los verdes, morados y azules y algunas pinceladas de naranja o amarillo de las luces de interiores o candiles. Es la luz de la luna la que se derrama sobre tejados y almenas la que crea esa atmósfera nocturna perfectamente descrita por el artista".
Como colofón quiero aprovechar y dar las gracias a mi amiga Águeda Mata por su interés y ayuda, a los miembros del CENTRO DE ESTUDIOS DEL VALLE DE OTÍÑAR y por supuesto a mi amigo Juan Martos.
Jaén, 4 de noviembre de 2017
Bibliografía:
- Fotos, textos, diapositiva y maquetación: Miguel Mesa Molinos.
El legado de este gran pintor debería incluir el hecho de que tu interés por su obra dé muestras como las que aquí nos dejas. Seguimos su trayectoria, su inconfundible sello, aprendemos visualmente de esos trazos que tan bien detalláis su hijo y tú. Una obra pasa a ese universo visual donde los maestros se codean intercambiando colores e iluminando el arte con la sencillez de sus pinceladas. Enhorabuena, otro buen reportaje, algo más que aprendemos.
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