Prólogo
Con motivo de la conmemoración del V Centenario del
nacimiento de La Santa en la ciudad de Ávila, en 2015, surge la unión de las
Ciudades Teresianas bajo la denominación
"Huellas de Teresa de Jesús" como una propuesta cultural y
patrimonial para dar a conocer la obra y legado de la declarada "Doctora
de la iglesia", a través de la difusión de las distintas Fundaciones
Conventuales que creó por toda la península.
Fg.1) LOGO DEL V CENTENARIO
Hoy empieza para mí una apasionante aventura: Ir detrás
de “Las Huellas de Santa Teresa de Jesús”,
o como la llaman sus hijas “la Santa Madre”. A lo largo de futuras
entradas que iré d.m. publicando en mi blog, describiré mi viaje a través de
ocho conventos carmelitanos o "palomarcitos": Beas de Segura (Jaén),
Caravaca de la Cruz (Murcia), Granada, Sevilla, Malagón (Ciudad Real),
Villanueva de la Jara (Cuenca), Alba de Tormes (Salamanca) y Ávila, de los
diecisiete que fundó Santa Teresa de Jesús a lo largo de su vida.
Fg.2) PORTADAS DE CONVENTOS CARMELITANOS FUNDADOS POR SANTA TERESA DE
JESÚS EN “LAS HUELLAS DE SANTA TERESA”
Hay que resaltar que Santa Teresa de Ávila es un personaje vital, mundialmente conocido, no sólo por su influencia en la historia de la iglesia católica sino también por la aportación a las letras españolas con su poesía mística, y por ser una persona fascinante que dejó huella en todos los que la conocieron.
Fg.3) ESCULTURA EN BRONCE DE SANTA TERESA
Venancio Blanco. Motilla de los Caños del Río
(Salamanca) – 1923 –
Castillo del marqués de los Vélez en Cuevas
del Almanzora (Almería).
Mi experiencia en el Carmelo
Hasta el 2006 nunca había entrado en un convento
carmelitano. Por mi profesión, llevé a cabo una importante obra de reforma y
adaptación de una edificación existente en el casco histórico de Jaén que
lindaba con el convento de las Carmelitas, San José del Salvador.
Al surgir un grave problema en el trascurso de la obra
que afectaba de manera importante al convento, me puse al habla con las
hermanas carmelitas para explicarles la situación. Pues bien, os narro aquí mi
primer encuentro con las monjas, que entresaco del informe final de obra.
«…La primera vez que entré al convento, me encontré
con la entonces madre priora, María Jesús del Espíritu Santo. Le informé del
lamentable estado en el que se encontraba el muro medianero y ella me respondió
que su reparación era una dificultad insalvable para su comunidad.
Seguidamente le pregunté si sabía cómo comenzaban los laúdes, a lo que me
contestó que por supuesto que sí y empezó a recitarlos: «Dios mío, ven en mi auxilio. Señor,
date prisa en socorrerme».
Entonces mi respuesta fue: «¡Pues aplíqueselo al muro!»
Después de tres años, el día 29 de mayo de 2009, le dábamos gracias a
Dios nuestro Padre por su ayuda en la reparación del muro…»
Milagrosamente,
aunque yo diría más bien por la intersección de la Santa Madre, la Junta
de Andalucía financió las obras de afianzamiento del muro; es de justicia
mencionar este hecho, ya que de otra manera hubiera sido imposible solucionar.
Fg.4)
Fg.4) Interior de la nave del templo del
convento de Carmelitas Descalzas de Jaén “San José del Salvador”. Al fondo el
retablo barroco del último tercio del siglo XVII, realizado con madera tallada
y dorada. Formado por un cuerpo de tres calles y un ático con otras tres. En su parte central sobresale el Sagrario y el
Manifestador, que tiene a su derecha la imagen de San Juan de la Cruz, y a su
izquierda la de Santa Teresa de Jesús.
Fg.5)
Fg.5) Vista del coro alto situado en los
pies de la nave del templo, desde el que se ve el presbiterio a través de una
reja de madera que domina todo su frente. La imagen existente debajo de la
plataforma del coro, corresponde a la
figura de Santa Teresa del Niño Jesús y de la Santa Faz , conocida
también como Santa Teresa de Lisieux,
patrona de las misiones.
Como consecuencia de este hecho, y a lo largo de tres
intensos años que duraron las obras y tratando a las hermanas del Carmelo de
Jaén, me llené del espíritu que se respiraba en su casa, sorprendiéndome cómo
unas monjas desde un claustro pudieron evangelizar de esa manera, aunque yo
mismo me contestaba que tenían la mejor de las armas: ¡LA ORACIÓN! Desde
entonces, gracias a Dios, no he perdido el contacto con las hermanas, que
desgraciadamente algunas ya están con el Padre, y las vocaciones no se prodigan, aunque sé que la Santa Madre las cuida. Eso sí, siguen manteniendo la misma alegría que a mí me trasmitieron desde el
primer día que las conocí.
Para avanzar en nuestro caminar por los conventos carmelitanos
en “Las Huellas de Santa Teresa”, creo a
mi entender, que sería bueno conocer el origen de la Orden de las Carmelitas
Descalzas, sus reglas de vida monástica, el inicio de las Fundaciones, quién
fue la Santa Madre, Teresa de Jesús, la forma de pensar y actuar de las hermanas Carmelitas…, dejando
claro que no soy escritor, ni historiador y que tan solo me mueve compartir mis
vivencias en el Carmelo desde mi cristianismo.
El Monte Carmelo
El Carmelo, cuya hermosura ensalza la Biblia, ha sido de
siempre un monte sagrado. Santa Teresa y
San Juan de la Cruz, lo convertían en el símbolo de aquello que San
Buenaventura llamaba «itinerario hacia Dios».
Las Hermanas Carmelitas, su forma de ser: “Vivir en obsequio
de Jesucristo y servirle con corazón puro y buena conciencia"
El nombre de nuestras hermanas "carmelitas", tiene su origen en el Monte Carmelo, la
montaña del profeta Elías, que en la tradición bíblica y en las obras y vidas
de los Santos Padres, significa fecundidad, belleza, generosidad y riqueza de
gracia.
Todo esto, aplicado a la vida espiritual, es cuanto
desean vivir y presentar al mundo de hoy las monjas carmelitas de vida
contemplativa.
Nuestras hermanas son mujeres que han descubierto el
valor absoluto del Reino de Dios, y desean hacerlo ya realidad en sus
monasterios, como fraternidades orantes al servicio de la Iglesia.
Ellas se han comprometido a vivir en íntima unión con
Jesús, Dios y hombre, para realizar hoy el proyecto de Dios sobre la humanidad
y pretenden ser un signo visible de la unión de Dios con el mundo.
Llevan a la práctica según el espíritu del Carmelo,
fecundando el mundo con la vivencia de la presencia de Dios, alabándolo
permanentemente, mostrando su belleza imperecedera y su inagotable riqueza de
gracias y de buenas obras para quienes lo sirven con generosidad.
Las “Carmelitas” muestran la alegría de servir al Señor y
vivir en su presencia amorosa todos los días.
En definitiva, ellas hacen realidad la certeza de que
Dios nos ama y a Él entregan su vida y su amor total.
Quieren vivir como la Virgen María ,
abiertas a la voluntad de Dios y proclamando su amor.
Teresa de Jesús
Hasta aquí hemos conocido los orígenes del Carmelo,
viajando a Haifa en el norte de Israel. Nos hemos llenado de alegría al
adentrarnos en el estilo de vida contemplativa de las hermanas Carmelitas, que
siguen fieles a su Regla primitiva que se resume en: “Vivir en obsequio
de Jesucristo y servirle con corazón puro y buena conciencia", y
ahora creo que ya podríamos seguir las huellas de Santa Teresa a través de
algunas de sus fundaciones, pero no antes de conocer cómo fue la vida de la
Santa Madre.
Para tal fin dejo un enlace a mi nube de un interesante
estudio de Andrés Pérez García SM, titulado: “Teresa
de Jesús, la santa inquieta y andariega. Claves para la lectura de sus escritos”,
que tal como reza en su título, su lectura nos ayudará a entender
sus escritos, sus andanzas, la época en la que vivió… dándonos de una forma esquemática, sencilla y
directa la clave para entender a esta Santa.
Epílogo
- Situación en el siglo XVI del sacramento de la Eucaristía.
- Formación eucarística de Teresa de Ahumada.
- Vida mística y Eucaristía.
- Las fundaciones y la Eucaristía.
- La Santa Misa.
- Catequesis práctica de Santa Teresa en torno al Santísimo Sacramento.
Todo esto iremos desgranando a
lo largo de nuestro viaje.
Jaén, 29 de agosto de 2020
Bibliografía:
*Textos,
diapositivas, fotografías y maquetación: Miguel Mesa Molinos
Como bien nos dices, Santa Teresa fue un personaje fascinante, difícil de imitar o de superar.
ResponderEliminarFue en Pastrana donde conocí y profundicé en la figura de esta gran mujer.
A la espera de que sigas con estas interesantes entradas, gracias por tantas aportaciones, por tantos aprendizajes.
Gracias por tu comentario, y gracias también por tu ayuda en la publicación de este prólogo y de las futuras entradas. Esperemos poder dm llegar hasta el final. Un abrazo.
ResponderEliminarPuedes ser cristiano o no pero hay que respetar y, por lo tanto, hablar correctamente. Y hay que decir, como norma, Santa Teresa de Jesús, San Juan de la Cruz... y no quitarle la santidad como acostumbran a hacer algunos con un laicismo mal entendido. No hace falta ser cristiano para ser correcto.
ResponderEliminar¿O es que a San Pedro y a San Pablo, por ejemplo, acostumbramos a llamarlos sólo Pedro y Pablo?
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