Los hermanos José y Juan Antonio
Chinchilla culminan su ruta para llevar sus 560 reses hasta la Sierra de Segura
MANU
IBÁÑEZ
27
JUN 2020 / 10:54 H.
Viernes,
primerísima hora de la mañana. Tímidos rayos de sol comienzan a hender el cielo
segureño. Los hermanos Chinchilla —José, el mayor, y Juan Antonio—, ganaderos
de vacuno de Santiago-Pontones, se preparan para iniciar la segunda etapa en
los vastos Campos de Hernán Pelea. Están cerca de dar por finalizada la verea
desde Sierra Morena hasta la Sierra de Segura y hay que aprovechar la fugaz
tregua matutina que ofrece el estío. Sometidos a la autocracia de la madre
naturaleza, tan sólo sus 500 reses mansas y 60 bravas les acompañan en el
camino a lomos de sendos caballos. Hace algo más de una década que decidieron
dedicarse a la ganadería vacuna, y este es el año que hacen la verea con un
número tan elevado de vacas, también el primero en el que han comprado reses
bravas. Su espíritu valiente y emprendedor está fuera de toda duda; su amor por
el entorno natural de su tierra, también.
Los
hermanos Chinchilla comenzaron su ruta, como se ha apuntado, en la zona
carolinense de Sierra Morena y atravesaron el renacentista Puente Ariza,
Sabiote y Torreperogil hasta alcanzar Puente de la Cerrada, donde hicieron
noche. Tras reemprender el camino pasaron por El Molar y Los Portillos, donde
volvieron a descansar hasta un nuevo día, cuando, tras pasar Chilluévar alcanzaron,
camino de Burunchel y tras vadear el río de La Vega por el Vado Palomo, un
punto clave en la verea, el paraje de Nubla. Allí pudieron contemplar la ermita
homónima y los restos del torreón del siglo XIII también del mismo nombre. Otra
muestra arquitectónica reseñable es, según el experto en trashumancia, Miguel
Mesa, el puente de un sólo arco de medio punto sobre el río Cañamares, “obra de
ingeniería civil de época romana que se conserva muy bien y mantiene su clave,
las dovelas, el tradós y el intradós”, entre otros aspectos, tal y como destaca
Mesa.
Tras
subir al Puerto de las Palomas, los Chinchilla hicieron noche en Arroyo Frío el
pasado martes. El miércoles, el camino les llevó a atravesar las cristalinas
aguas del Guadalquivir hacia el Puente Guarnillos, planicie desde la que
tomaron una antigua ruta de pedregosos caminos hasta dejarse caer junto a la
Laguna de Valdeazores. Después de dejar atrás el pino de Félix Rodríguez de la
Fuente, comenzó su camino a través de la más de 5.000 hectáreas de los Campos
de Hernán Pelea.
Esta
noche pondrán fin a una verea que discurren por parajes de belleza sin par. Lo
harán tras dividir su ganado en dos hatos, después de haber atravesado los
Campos de Hernán Pelea. Uno de los grupos se dirigirá hacia el paraje de El
Pinar, que se halla justo bajo el Cortijo de La Losa, con 1.766 metros de
altitud, y Cañada Hermosa, “preciosa planicie entre Pontones y Santiago de la
Espada”, tal y como la describe Mesa. Será el punto final a una aventura
ancestral que, como el campo y el monte libres, aún se mantiene viva en estos
tiempos frenéticos, desalmados y propensos a hacer del olvido un arma de fácil
manejo.
INICIATIVA.
Para que la verea de ganado vacuno de la segunda quincena de junio pueda seguir
completándose año tras año, es necesario cuidar sus antiquísimos caminos.
Inmaculada Cepillo, vecina de Cazorla, emprendió recientemente una lucha por
conseguir el compromiso institucional para adecentar determinados tramos que,
actualmente, se hallan deteriorados por diversas causas. Es el caso de la bajada
profunda que, desde el Puerto de las Palomas, llega a Arroyo Frío. El
serpenteante camino que atraviesan los animales sufrió un incendio que lo dejó
en mal estado y, ahora, dicha circunstancia dificulta el paso por el mismo.
Otra de las cosas que pide Cepillo es que se construyan refugios y abrevaderos
en distintas zonas, como Los Portillos. La cazorleña llegó a reunir a los
alcaldes de La Iruela, Daniel Sánchez; Cazorla, Antonio José Rodríguez, y
Chilluévar, José Luis Agea, para conseguir el compromiso de que se actuará en
este sentido.
INFRAESTRUCTURA. Un
grupo de reses de los hermanos Chinchilla, junto al puente romano sobre el río
Cañamares.
PARAJE. La
Nubla es uno de los puntos clave de la verea de verano desde Sierra Morena
hasta la Sierra de Segura.
Jaén, 27 de junio 2020
Bibiografía:
Texto: Artículo de Manu Ibáñez - Diario Jaén
Fotos y maquetación: Miguel Mesa Molinos
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