Hoy
es el último día de verea, estamos ya en nuestra sierra y si no pasa nada, esta
noche Los Carlillos podrán estar con sus familias en la Matea, que dicho sea de
paso, llevan desde marzo sin poder verlas debido a las circunstancias que
estamos viviendo todos, pero hay que darle gracias a Dios y a nuestra Pastora: ¡La Milagrosa!, que nos ha guiado hasta aquí, al menos así lo
pienso y lo digo.
Hoy
quiero contaros una historia que narra el caminar por este tramo y el porqué de
la “verea de arriba”, realzando la categoría de “pastores trashumantes” de los
Carlillos, sin desmerecer a nadie… Me acuerdo ahora de sus primos: Benito, Pepe
y Daniel, de Mariano, de Antonio el
Cheli, de Doroteo y Paco Valle y de su hijo...
HISTORIA DE UNA RUTA PIONERA: LOS
CAMINOS DE PIEDRA EN “LA VEREA DE ARRIBA”
La verea circular
Sobre
el mes de noviembre los hatos bajan desde las cumbres de Santiago - Pontones a
Sierra Morena siguiendo parte del camino de San Juan de la Cruz desde Beas a
Santiago, para continuar por el Camino de Aníbal que pasa por Cástulo
hasta Cartagena, ya en el Condado, y finalizar adentrándose en Sierra Morena:
Vilches, Arquillos, Baños, La Carolina, etc. De todos los ganaderos
trashumantes de Santiago son muy pocos los que hacen la verea circular,
bajando y subiendo por la verea de abajo.
Fg.01) TRAZA DE LA VEREA CIRCULAR.
Una ruta pionera
Entre
los ganaderos que hacen la verea circular están los hermanos García
Rico, Los Carlillos, ¡Mis jefes!
En
nuestras largas caminatas detrás del hato por esos caminos de Dios, les
pregunté si siempre habían seguido la ruta de abajo, a lo que me
contestaron que no. En un principio siguieron con las enseñanzas de su padre,
Carlos, que siempre hacía la verea de abajo, tanto a la ida como al
regreso, pero con el inconveniente que en el regreso (hay que situarse a
finales de mayo y con un hato de unos 2.000 animales), había muy pocos sitios
donde las ovejas podían beber agua, en concreto tan solo en el río Guadalimar a
su paso por el puente Mocho; así que decidieron hace unos años “abrir” la ruta
de “arriba”, y nunca mejor dicho lo de “abrir”, pues hasta la fecha esa ruta,
que sí tenía las cañadas definidas y con agua para los animales, pues se vadea
el río Guadalimar por el puente Ariza, el Guadalquivir por el puente de La
Cerrá, el río de la Vega por el "Vado Palomo", el río Cañamares por
el puente romano de Nubla y de nuevo el Guadalquivir, en Arroyo Frío. Había en
cambio un tramo entre el Puente Guarnillos y el cruce de caminos a las Lagunas
de Valdeazores, que no tenía definida por donde iba la cañada.
El ADN de las ovejas y los mansos
Cualquier
neófito, o sea yo, pensaría que no es tan difícil coger a un grupo de ovejas y
ponerlas a caminar sin más. Otras razas no sé, pero la oveja segureña, como se
dice vulgarmente ¡ni harto vino!; me explico: Si por las ovejas fuera las
dejabas solas, llegado su momento en Sierra Morena, y se irían sin titubear a
las cumbres de Santiago ¿Por qué? En su ADN ya tienen la información necesaria
de haber hecho la verea, información suficiente que les hace no titubear en el
camino. Este año me decía Félix: fíjate en las borreguetas como van detrás de
sus madres, y nunca han pasado por aquí, pues lo único que conocen es la Dehesa
en Sierra Morena donde han nacido, pero es suficiente para que el año próximo
no duden en el camino de regreso. Siempre lo digo: ¡Aunque ariscas, son listas
de cojo..., ¡perdón! de ovarios.
De
los mansos no voy a decir nada, pues ya
hablé de ellos largo y tendido en la 3º etapa Torreperogil – Los Portillos.
FG.02) BORREGUETA CERRANDO EL
HATO Y SIEMPRE DETRÁS DE LA MADRE, SOBRE UN MURETE DE PIEDRA SECA EN EL CAMINO
DE PIEDRA.
Los caminos de piedra entre Puente
Guarnillos y el Collao
Después
de mucho pensarlo, y oír a numerosos ganaderos que les decían que estaban
locos, eso sí con buena intención, y tras preparar los “mansos” para que les
sirvieran de guía del hato, se pusieron mano a la obra y regresaron por
la verea de arriba, como dicen los de mi pueblo con un “par de huev…”
Retornando a nuestra “ruta pionera de arriba”, Los
Carlillos con más o menos acierto y tras cuatro jornadas desde Sierra Morena,
llegaron por vez primera a Arroyo Frío y desde aquí acometieron la etapa más
difícil. Se asciende en unos 5,20 km desde la cota 787 a la 1.641 m con una
pendiente de 16,43% y además con 2.000 ovejas ¡toda una odisea!
Pero
el verdadero problema fue cuando acometieron, después de pasar la noche en el
Puente Guarnillos (El puente de las tres mentiras: que ni hay puente, ni río y
además el paraje se llama Guadahornillos), el tramo de verea hasta los campos,
atravesando una planicie rocosa y con un arbolado denso entre los 1.650 a 1.750
metros de altitud.
Fg.03) TRAZA DE LA RUTA ARROYO FRÍO - LOS CAMPOS DE HERNÁN PELEA
Fg.04) TRAZA DE LA RUTA POR EL CAMINO DE
PIEDRA: PUENTE GUARNILLOS AL COLLAO (CON VISTA AL CAMINO DE LAS LAGUNAS DE
VALDEAZORES)
¿Qué fue lo que les sirvió de guía?, pues nada más y nada menos que una red de caminos de piedra entrelazados entre sí que encontraron y que su intuición les aconsejó seguirlos; recordando estos caminos, con sus hitos de señalización, muros de contención en piedra seca, su pavimento… son las calzadas romanas.
Caminos a ninguna parte: las pistas de
piedra de las sierras de Cazorla y el Pozo.
Enrique Escobedo Molinos y Juan Antonio López Cordero, publicaron una comunicación en el “V Congreso Virtual sobre Historia de las vías de comunicación”, con el título: “Caminos a ninguna parte: las pistas de piedra de las sierras de Cazorla y el Pozo” en donde estudian los caminos de piedra a los que he hecho referencia, transcribo parte del texto:… “Entre las singularidades que tienen las sierras de Cazorla y el Pozo están unas construcciones en piedra seca consistentes en hileras de piedras paralelas que forman una especie de caminos que no llevan a ninguna parte. Estos caminos también pueden ser observados a través de la fotografía aérea mostrando una compleja red de pistas embordilladas con piedras, que están ausentes en las sierras limítrofes, y conocidas por los serranos como “calles”.
Fg.05)
FG.06)
Fg.05 – 06) "LAS CALLES" DE LA SIERRA
Estas calles son sencillos alineamientos perfectamente realizados con piedras del entorno; por lo que están totalmente integrados en el paisaje y no suelen llamar la atención a los muchos visitantes de esta sierra. Pero son las construcciones de este tipo que mejor se observan en la fotografía aérea por la magnitud de su extensión. Salpican el paisaje, en principio sin orden aparente, teniendo como constante la perfecta linealidad en su recorrido.
Las pistas de piedra son de una longitud variable, algunas de cientos de metros y de unos tres metros de anchura media. Forman siempre líneas rectas que, a veces, se unen en ángulo formando entre varias una forma cóncava, o una “V”. Se ubican en zonas altas, entre los 1.200 y 1.700 metros de altitud.
Muchas de estas pistas se pierden entre pinos longevos. En las muchas descripciones de los montes de estas sierras, como Navahondona, Guadahornillos, Vertientes del Guadalquivir, Cañada del Moro, Poyos de Santo Domingo y Cerros del Pozo, que ponen en valor sus diversas potencialidades de tipo medio ambiental y cultural, nunca se ha hecho mención a las pistas o “calles” de la sierra”
Fg.07)
Fg.08)
Fg.09)
Fg.10)
Fg.11)
Fg.12)
Fg.07-012) LOS CAMINOS DE PIEDRA DESDE EL PUENTE GUARNILLOS AL
COLLAO
En otro lugar de
la comunicación podemos leer:”…Las pistas
o calles como delimitación de sectores forestales de la Sierra de
Cazorla. Las calles se utilizaban para deslindar sectores del monte, que
según su tamaño se denomina cuarteles, secciones y tranzones o cantones, estos
últimos, normalmente, son superiores a 10 hectáreas. Estas parcelaciones, por
lo general, siguen elementos naturales o fácilmente identificables en su
delimitación, como arroyos, divisorias de vertientes, caminos… Otras unidades
menores son el tramo y el rodal. En las pistas o calles se ponía un hito
tallado en piedra que llevaba grabado los números de cuartel, sección y tranzón
al que pertenecía. A partir de la década de 1970 se colocaron dos mojones de piedra
en las calles y en la última revisión del inventario estos datos se han
colocado sobre la corteza de grandes pinos, pintados de blanco. En la
actualidad muchos tramos de las calles han desaparecido por la acción del
jabalí que remueve las piedras en busca de reptiles, insectos o roedores...”
Fg.13) HITO TALLADO EN PIEDRA QUE LLEVABA GRABADO LOS NÚMEROS DE
CUARTEL, SECCIÓN Y TRANZÓN
Fg.14)
Fg.15)
Fg.16)
Fg.17)
Fg13-Fg.17) MOJONES
DE PIEDRA SECA EN LAS CALLES
Epílogo
Al final los
Carlillos se valieron de senderos que los antecesores vecinos de la sierra
hicieron para poder sacar, a mi entender: el carbón, la madera, la nieve para
los pozos, las plantas… con la ayuda de animales de carga, o bien para
cazar utilizando métodos primitivos que ya se usaban en la Edad Media y que en
la comunicación del IV Congreso los autores explican con todo lujo de detalles,
además de poder atravesar las sierras en busca de nuevas conquistas en épocas
remotas. La grandeza de todo esto es que los caminos perduran en el tiempo y
aún ahora se están utilizando para una actividad tan antigua como el hombre: La
trashumancia.
Imágenes en el camino de piedra
El "pino del pastor"
En una planicie de una belleza impresionante aparece
en el camino un ejemplar de pino que se le conoce como "el pino del
pastor" . Su esbeltez lo dice todo.
Fg.18) AL FONDO SOBRESALE MAJESTUOSAMENTE EL PINO DEL
PASTOR
Fg.19)
Fg.20)
Fg.21)
Fg.19-21) EL "PINO
DEL PASTOR" NOS RECUERDA AL "PINO GALAPAN"; EJEMPLAR DE PINO
LARICIO EN EL PARAJE DE PRADO FLORES PRÓXIMO A LOS CAMPOS DE HERNÁN PELEA.
Los Campos, final de la verea
Fg.22)
Fg.23)
FG.24)
HEMOS LLEGADO AL FINAL, HOY TOCA DORMIR EN LA TINÁ,
MAÑANA EL APARTADERO.
6º día de
verea - 31 de mayo 2020
Desde aquí mi
agradecimiento y admiración a "los Carlillos" Domingo, Daniel y José Carlos, y a
su familia, por haber permitido que este aprendiz de pastor los haya acompañado durante siete vereas, y por las enseñanzas recibidas. Gracias que las hago extensivas a los pastores trashumantes de la
Matea.
Textos, vídeos, fotos y maquetación: Miguel Mesa Molinos
Gracias por tan interesante crónica. Quizá podrías escribir sobre la gastronomía de la trashumancia, qué solían almorzar los pastores en función de la época del año, qué guisos eran los más frecuentes, si tomaban alimentos del entorno a través ee la recolección o la caza... Son temas que desconocemos y que podrían ilustrar las vidas de las personas que ejercían este oficio afortunadamente recuperado gracias a vuestra iniciativa. Gracias de nuevo. Agustín Blanco.
ResponderEliminarBuenas tardes Agustín, primero darle las gracias por seguir las crónicas de la “verea virtual” que he vivido durante seis etapas, en otoño Dios dirá. Le comento que sobre el tema que plantea lo he hablado con ellos en algunas ocasiones, y sería interesante abordarlo, así que me lo pongo en la lista de espera de mis trabajos, que le comento: 1º) Las huellas de Santa Teresa, lo llevo bastante avanzado y será al que le toca ahora. 2º) Las estaciones y y puentes de ffcc en al línea Linares-Almeria, dentro de nuestra provincia, que también lo llevo a medias. 3º) Sin empezar la historia de un molino harinero que está intacto. Si le ponemos grasa a las poleas saldría funcionando, además de “fábrica de luz” y de “borra” que existe en el mismo edificio. Así que después de todo esto, que me llevará dm hasta final de año, le prometo que lo acometeré. Gracias de verdad por leer mis trabajos, eso da mucha fuerza para seguir. Un saludo y buen día.
EliminarM.Mesa