Vista del acueducto y el
cubo del molino de las Ánimas
En el mes de diciembre del 2017 publiqué un post en mi blog con el título: “PLANTAR UN ÁRBOL, TENER UN HIJO Y ESCRIBIR UN LIBRO”. En dicha publicación entre otras cosas decía: “…Siempre he escuchado decir que: “Plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro”, son las tres cosas que dan significado y sentido a la vida; esta frase es del pensador, escritor, periodista, filósofo y poeta cubano José Martí, que propone que el cumplimiento de esas tres tareas hará que nuestra vida sea completa y nos lleve a la autorrealización…”, continuando:”…Personalmente he tenido tres hijos, bueno yo no, mi mujer; hace unos años planté un “plantón de pino” que llegó a tener un gran porte, y este año que ya se nos acaba he tenido la suerte de escribir ¡cuatro libros!, bueno más bien cuatro artículos o comunicaciones…”.
Han trascurrido casi tres años desde diciembre del 2017 y las cuatro comunicaciones se han convertido en ¡diez!... Ni en mis mejores sueños lo hubiera pensado. Todas estas comunicaciones las he ido presentando en varios congresos virtuales sobre Historia de las Vías de Comunicación, organizados por la Asociación Orden de la Caminería de la Cerradura, dejando constancia de ellas por si alguien quisiera descargarlas en mi página web: rutassierrasegura.es, en concreto en el enlace:
http://www.rutassierrasegura.org/page67.html.
Este año he participado con dos comunicaciones en el VIII Congreso celebrado en septiembre pasado:
HITOS, ENCLAVES, VILLAS… EN LA VEREA DE LOS SERRANOS EN EL CAMPO DE MONTIEL.
- Sinopsis
En las largas conversaciones con los pastores trashumantes de la Sierra de Segura mientras caminamos detrás del hato en la <verea de abajo> o <de invierno> hacia la dehesa de Sierra Morena, siempre sale a relucir, cuando llegamos a la Venta de San Andrés en las proximidades de Santisteban del Puerto, los pastores trashumantes de Teruel. Pastores estos que, cuando llega el invierno, llevan muchos años bajando su ganado ovino, caprino y vacuno, desde las provincias de Cuenca y Teruel a la zona de Santa Elena, Vílchez, Arquillos...
https://drive.google.com/file/d/1Rf6SIDHIzB6gPIVduaA6nEZSSfQKdlyX/view
Sala de la molienda
- Sinopsis
En esta publicación trato de estudiar y describir una singular industria en plena sierra de Segura: Un molino harinero, una central hidroeléctrica y una fábrica de borra, “El molino de las Ánimas” Su actividad se desarrolló durante el siglo pasado, comenzando con el molino harinero sobre los años 20 y finalizando esta actividad de la molienda a finales de los 80. La producción eléctrica se inició unos años más tarde, sobre el año 1930, y finalizó justo en 1975, y la producción de borra se inició sobre los años 40 y terminó a finales de los 60.
El fin primordial de este trabajo es conseguir que este verdadero hito no se pierda, pues hasta ahora han sido sus propietarios, vecinos de Santiago con pocos medios, los que lo han conseguido, manteniendo por ejemplo la cubierta en buen estado, el caz limpio y otras actuaciones para que no se deteriore y desaparezca, como le han pasado a otros molinos de este tipo, quedando este en pie como único ejemplo en el término municipal.
Enlace a la comunicación:
https://drive.google.com/file/d/1-dANF6J-GIw5pLJz7WIMY_a4ngBh40we/view
Jaén, 23 de octubre de 2020
**Texto, fotos, maquetación: Miguel
Mesa Molinos
Qué enorme trabajo, con que pasión y dedicación se ve que lo ha hecho, muchos años le deseo para sacar adelante proyectos de futuro porque no podemos dejar de admirar lo que en el pasado se conseguía con tanto esfuerzo y tan pocos medios.Un saludo y salud.
ResponderEliminarBuenas tardes
EliminarGracias por su comentario. La verdad que le he dedicado tiempo, pero he disfrutado mucho documentándome “in situ”, aunque dice mi mujer que “sarna con gusto no pica”. Ahora estoy inmerso en tratar de divulgarlo entre los organismos e entidades que tienen en sus manos hacer que no se pierda esta joya. Eso sí, la ilusión no hay quien no la quite. Gracias de nuevo y quedo a su disposición por si en algo le puedo ser útil. Un saludo Miguel Mesa.
Eres una máquina, a ti se te queda corta la propuesta de José Martí. Un abrazo.
ResponderEliminarBuenos días Antonio, perdona que no te haya contestado antes, pero estaba tu correo en el “spam dichoso” durmiendo el sueño de los justos. Qué bueno es tener amigos como tú, un poquillo exagerados, pero buena gente…Que tenga un buen día y un fuerte abrazo.
EliminarPD. Para la visita guiada al molino incluida la “sartená” de papas a lo pobre y las chuletas segureñas,ya te avisaré.
Miguel, enhorabuena por tu extraordinaria labor, has hecho y estás haciendo algo más que escribir libros excelentes, has dejado para la posteridad, costumbres, tradiciones, gentes, que de este modo nunca desaparecerán. Me ha encantado leerte de nuevo, pues tus escritos no solo nos informan, sino que también nos distraen de esta dura realidad que estamos viviendo. Un fuerte abrazo y espero volver a coincidir contigo para volver a aprender de tu sabiduría.
ResponderEliminarBuenas tardes, gracias por todos “los piropos” que me has echado. Tampoco hay que exagerar, ya me gustaría a mí tener la facilidad tuya a la hora de escribir, aunque le pongo el máximo interés posible. Siempre que pongo una letra, una coma, un acento, una mayúscula o entre comillas, eso es de nota, me acuerdo de quien tu sabes y me entra escalofríos…
EliminarEn cuanto mejore un poco la situación actual que estamos padeciendo, voy a organizar una visita al molino y su entorno, incluida una sartén de papas a lo pobre con una “artá” de chuletas de cordero segureño, que no se la saltar un “gitano con una alpargatas nuevas”, como diría uno que conozco.
Gracias por todo y un saludo a tu hermano. Cuidaros. Un abrazo “virtual”. Miguel Mesa.
¡Enorme!, ¡brutal! Miguel, ya lo pensé durante los días que tuvo lugar el Congreso Virtual de la Historia de la Caminería, pero es una realidad. Es un trabajo de investigación extraordinario y se nota que le has puesto, como a todo lo que leo que haces, todo la pasión del mundo, entregas el alma. Tengo que releerlo con más detenimiento y, si pudiese, hacer el camino guiado por tus palabras. ¡¡¡Enhorabuena!!!
ResponderEliminarGracias por tu comentario. Aquí me vendría bien uno de esos emoticonos que ahora tanto se llevan, en el que se ve una cara con dos mofletes colorados... Antes a mi amigo Juan Basilio le he puesto: “En cuanto mejore un poco la situación actual que estamos padeciendo, voy a organizar una visita al molino y su entorno, incluida una sartén de papas a lo pobre con una “artá” de chuletas de cordero segureño, que no se la saltar un “gitano con una alpargatas nuevas”, como diría uno que conozco… “Así que te avisaré.
EliminarDe nuevo gracias. Un saludo y cuídate. Miguel Mesa
He visitado este lugar de pasada, y me ha enganchado.
ResponderEliminarQuizá porque sea una nostálgica de formas de vida que den paz, que no agredan a la maltrecha Naturaleza, una vida en la que una puesta o salida de sol,te llene el alma, y este blog, da esa paz junto con enseñanzas de un oficio que creía extinguido, o a punto de extinguirse, y ahí está ,vivo y con perspectivas de que lo siga estando.
Mi mente, siempre receptiva ante imágenes del pasado, me ha llevado a oír la voz de mi abuela.- Niña, saca el cazo que han venido los pontoneros!- y yo, cazo en ristre, a situarlo bajo la ubre de una de las sesenta u ochenta cabras que teníamos hacinadas en la calle, hasta que el pastor lo rebosaba.
Enhorabuena por el hermoso trabajo, y gracias por el evocador recuerdo.
Buenos días, como no tengo el gusto de conocerla, en primer lugar perdone que me dirija Vd. en femenino, decisión que tomo por el nombre de “Mia”. En segundo lugar le doy las gracias por su amable comentario, el que da ánimos para seguir con el objetivo que me propuse hace ya unos años.
EliminarA tenor de lo que me escribe, deduzco que deberá vivir por la zona de la Mancha, más bien diría por el Campo de Montiel. Lo digo por la expresión de su abuela: “…Niña, saca el cazo que han venido los pontoneros…!, aunque eso de “niña” y el “cazo” son palabras más de Jaén, donde resido, bueno más bien lo de “nena” … ya se me ha ido “el santo al cielo”... Le iba a confesar que mis jefes “Los Carlillos” en el camino, aún siguen ordeñando a las cabras…, unas veces antes de ponernos en marcha, y otras en los sesteos. A mí me pusieron una vez en dicha tarea y me “cubrí de gloría”, pues la cabra me miraba y me decía sin hablar:¡Qué tío más inútil! En fin, después de ocho vereas y tres largo años de aprendiz de pastor, lo más que he conseguido es que me diera en una patada la hija de su madre, ¡sin llegar a tocarle la ubre!, siendo el hazmerreír de mis jefes que estaban al quite.
Hablando ya en serio, gracias por su comentario, cuídese y que tenga un buen día.
Por cierto, si lee las respuestas que les he hecho a varias personas, está Vd. invitada a la visita guiada al molino de las Ánimas, incluida la sartená de papas a lo pobre con chuletas de cordero segureño, cuando las condiciones lo permitan.
Un saludo. Miguel Mesa
Le pongo por si es de su interés el enlace a mi página web: www.rutassierrasegura.org
EliminarPues si, anda bastante encaminado, por aquí andamos en tierras manchegas.
EliminarGracias por la invitación,es muy amable pero de seguir así, no va a dejar cordero segureño con cabeza.
Buenos y lluviosos días. Era de esperar que con tanta invitación llenaras el aforo de comentarios, aunque a mí las "papas" no me gustan mucho, me conformaría con probar el cordero, eso si queda, como bien dice Mía.
ResponderEliminarPero a lo que vamos, entraste en el Campo de Montiel como un Quijote buscando su lugar en La Mancha y saliste como un Sancho Panza que va aprendiendo de su amo y compañero. A mí me has descubierto tanto de esta comarca que no salgo de mi asombro, ¿cómo yo viviendo aquí desconozco tanto? Pero eso es lo que tienen personas como tú que van adhiriendo saberes por donde pasan. Y en cuanto al molino, más de lo mismo, pero mucho más, pues los molinos, esos grandes desconocidos ahora y que tanto hicieron por la economía del pueblo, deben estar en un lugar privilegiado, en ese altar de la historia que debe abarcar no solo iglesias o castillos, también estos monumentos al agua, y por qué no también las ventas, los acueductos, los puentes, los palomares...y si me pongo, pues las eras, porque me encantan. Creo que trabajos como el tuyo devuelven su identidad a lo que el desconocimiento actual nos ha llevado a olvidar. Miremos más al campo y sigamos haciéndonos preguntas. Gracias por todo tu trabajo, por el que has realizado y por el que vendrá. Un abrazo.
Buenas tardes amiga Rosa. En primer lugar gracias por tu extenso y bien estructurado comentario, ya me gustaría a mí tener ese don de palabras, más bien de palabras escritas, todas muy bien puestas en su sitio… No sé cómo estarás de caligrafía, aunque por tu profesión creo que mal; mi maestro don Juan Malpica un día estaba escribiendo con el cuerpo “torcido”, y me dio un pescozón que me puso “mirando palante” para que escribiera como Dios manda, eso sí, no me quedé traumatizado y lo recuerdo con mucha alegría en mi corazón. Que Dios lo tenga en su Santa Gloria… ¡Ya se me ha ido el santo al cielo! A lo que iba ¿Será por corderos y chotos? ¡Ahora! como tuviera yo que matarlo, íbamos a pasar más hambre que el perro un ciego.
EliminarYa en serio, gracias de verdad por tus palabras, la verdad que me meto en cada charco… al fin y a la postre, con el tema del molino al menos ya tenemos un documento que lo podemos enviar a muchos lugares para que lo conozcan para conseguir que no se pierda, como así estoy haciendo.
Al final de tu comentario hablas de las “eras”. Sabes lo difícil que es darle la pendiente uniforme en toda la superficie, su orientación, el empedrado con piedras lavadas del río… Eso es tan difícil como hacer un pavimento de teselas… Ya me has dado una idea.
Un abrazo de tu amigo Miguel y gracias otra vez por tu ayuda.