1. Prólogo
Quiero contaros una historia. Cuando tenía 10 u 11 años, ahora tengo 71,mis padres me enviaron de vacaciones a un molino en Arbuniel en pleno parque de Sierra Mágina. Los hermanos Gregorio y Andrés, junto a su esposa Juana, eran los molineros y, según me han contado, ellos eran primos de mi abuela María, natural de Carchelejo, núcleo que junto con Cárche, forman Los Cárcheles actualmente.
De esa etapa de mi niñez tengo buenos recuerdos… del edificio del molino, de la verja de hierro que había enfrente de él y que daba entrada a una finca que era de los dueños del molino, del agua, de mi primo Blas, jugando todo el santo día… ah! y de un infernillo de petróleo que mi padre le regaló a la familia para que cocinaran, una modernidad para la época, y que para los que ya peinamos canas le podemos poner imagen.
Y os podréis preguntar ¿y esta historia a qué viene? , pues bien, el pasado año en el `Congreso Virtual sobre Historia de las vías de comunicación´ en el que participé, en una de las ponencias apareció el molino, lo que después de ¡60 años! Me trajo muchos recuerdos. Decidí intentar reencontrarme con mi infancia en ese inmueble industrial, lo que he conseguido con la ayuda de varias personas, entre ellas, Pepe Puñal, vecino de Arbuniel y que ha puesto todo su empeño en enseñármelo.
En esta publicación, trataré de describir el molino, sobre todo en su parte industrial, pero también en las personas que pasaron su infancia y juventud en él, pues gracias a Dios, mis `primos´, hijos de Andrés y Juana, viven, y nos contarán sus vivencias en esos años en el molino. Esperemos hacerlo lo mejor posible.
Cuadro
realizado por M. López en junio del 1950, y que se encuentra en el edificio
administrativo municipal de la pedanía de Arbuniel, que pertenece a Cambil.
Los lugareños conocen este molino harinero como el <<molino de Papel>>, y nos podemos preguntar el porqué de ese nombre. La respuesta nos la dan Manuel Cabrera Espinosa y Juan Antonio López Cordero, en una extensa publicación en la revista de estudios sobre sierra Mágina con el título <<Un molino de papel en la ribera del río Arbuniel>>. A modo de resumen, estos autores al inicio de su trabajo escriben: “…A través del pleito por la venta de un molino de papel en Arbuniel, que se establece en 1640 entre Luis Gómez de la Vega y Mariana de Espinosa, intentamos conocer uno de los escasos molinos de papel que existían en el reino de Jaén, pero también pretendemos tener un mayor conocimiento sobre su entorno, profesiones, caminos, sociedad, economía, además de aspectos de género, jurídicos y fiscales de la época…”
Como
este trabajo, a mi modo de entender, es interesantísimo y nos puede ayudar a
tener un mayor conocimiento del molino en cuestión, voy a trascribir parte de
él.
2.1 Contexto de la sociedad que existía entre los años 1640/1641 del pleito en cuestión
“… Este documento, referente al pleito
entre las vendedoras y el comprador del molino de papel de Arbuniel, que se
encuentra en el Archivo de la Real Chancillería de Granada, se enmarca en un
período, 1628-1640, de crisis generalizada en la corona de Castilla, que ya
venía de las décadas finales del siglo anterior, con una Hacienda Real muy
endeudada.
Situación agravada por la
caída de las remesas de metales preciosos de las Indias y la disminución de los
ingresos de la Hacienda Real. A partir de 1618 se inicia la Guerra de los
Treinta Años y cuando en 1621 expiró la Tregua de los Doce Años con las
Provincias Unidas, la situación puso al rey Felipe IV en una situación
financiera difícil, pues tuvo que realizar campañas militares en toda Europa
para mantener unido un conjunto territorial disperso y poco cohesionado
(Península Ibérica, sur de Flandes, media Italia, enclaves entre Francia y
Alemania, también el Imperio ultramarino), sobre todo contra Holanda y
Francia…”
La Hacienda Real carecía de los suficientes recursos para atender los gastos ordinarios de la Casa Real, de la administración y del ejército, que eran considerables. La extracción de metales preciosos americanos estaba estancada o en declive desde finales del siglo XVI, y dependía del sistema de la flota de Indias, con frecuencia frustrada por tormentas, piratas y países enemigos. Los ingresos procedentes de los impuestos de la Corona de Castilla eran muy diversos, procedían de alcabalas, almojarifazgos, estancos, aduanas, servicios…, o las aportaciones de la Iglesia autorizadas por el Pontífice: las tercias reales, el subsidio, el excusado y la bula de Cruzada. Éstos estaban afectados por la crisis demográfica y económica de la época, por lo que se buscaron nuevas fuentes de ingresos, como la creación de los unos por ciento o el servicio de millones; la venta de jurisdicciones de realengo, lo que provocó el aumento de los señoríos jurisdiccionales; la emisión de deuda pública (los juros); y una política monetaria basada en la devaluación de la moneda de vellón. Esta última es la causa del pleito sobre el molino de papel de Arbuniel…”
2.2 Breve historia del papel
La escritura, entendida
como “representación de sonidos o expresiones con signos dibujados”, ha de
realizarse siempre sobre un soporte, el cual a lo largo de los tiempos ha sido
enormemente variado: piedra, corteza de árboles, madera, arcilla, lino, papiro,
cuero, etc. Sin lugar a dudas, la llegada del papel supuso una revolución en el
campo de la escritura. Tradicionalmente, se atribuye la invención del mismo a
China y concretamente a Ts’ai Lun, nacido en Lei —Yang (departamento de
HungTchéou, provincia de Hunan) Durante años, el arte de la fabricación de
papel estuvo limitado a China, pasando posteriormente a Japón en el año 610.
Con posterioridad, se difundirá el papel hacia el oeste, Asia Central y Persia,
por la ruta de las caravanas. Es la misma ruta que se trazaría Marco Polo,
siguiendo el desierto de Gobi, el de TaklaMakan, el valle del río Tarim hasta
alcanzar Samarkanda. El conocimiento se transmitió a los árabes, la fecha en
que se estima que los árabes tuvieron conocimiento de la fabricación del papel
es el año 751, que marca la victoria de éstos sobre los chinos en una batalla
que tuvo lugar en Ransxosiana, junto al río Tharaz. A raíz de esta batalla
fueron hechos prisioneros, entre otros, unos papeleros chinos que se
instalarían en Samarkanda comenzando a fabricar papel para los vencedores. Los
árabes lo introducen en España en el siglo X. Por el gran desarrollo de las
bibliotecas árabes (la biblioteca de Alhaquen II llegó a tener más de 400.000
volúmenes) ha de suponerse que los árabes fabricaron papel en gran cantidad,
por lo que debieron de existir molinos de papel (elemento imprescindible para
la elaboración del papel) en centros importantes de la España musulmana como
Córdoba, Sevilla, Granada o Toledo.
2.3 La técnica de fabricación de papel
[El batán necesitaba de una pila para ablandar el tejido vegetal y los trapos, una rueda de palas y un eje de levas, un par de mazos de madera herrados en sus extremos con clavos, y una pila donde estos golpeaban el tejido textil y vegetal. La rueda de madera giraba solidaria con el eje que llevaba dos levas intercaladas a 90º; de esta forma las levas levantaban los mazos y los dejaban caer alternativamente uno después de otro. Todo el conjunto descansaba sobre cuatro pies derechos de madera con un armazón superior del que colgaban los mazos].
Se utiliza como materia
prima el agua, lo más limpia posible. Esta es la razón por la que los molinos,
tradicionalmente, se han construido cercanos a las cabeceras de los ríos, a los
nacimientos de agua, para evitar la contaminación de las mismas. Y junto a
caminos de comunicación importantes, que les pudieran servir, tanto para el
abastecimiento de materias primas como para la exportación del producto final.
Otra de las materias fundamentales eran los trapos, normalmente rotos y
desechados de los más variados materiales, y los tejidos vegetales. Y la cola
para dar consistencia a la masa que se originaba. Los trapos y tejidos
vegetales se pudrían o fermentaban previamente para con posterioridad
triturarlos hasta preparar la pasta de papel. Esta trituración se realizaba en
unos morteros o pilas donde unos mazos de madera, que en sus extremos estaban
herrados con diferentes clavos iban golpeando movidos por la fuerza del agua.
La forma y la dimensión de los clavos de los mazos determinaban la consistencia
de la pasta y en consecuencia el gramaje de la hoja de papel a formar o
producir. La masa pasaba a unas tinas y de ellas a unos moldes, se prensaba,
pasaba por la cola, volvía a prensar y, finalmente, se secaban en tendederos.
La técnica de la fabricación del papel ha permanecido prácticamente inalterable desde finales del siglo XIII hasta el siglo XVIII. Era un duro trabajo el desarrollado en estos molinos de papel, donde la humedad era extrema, los olores desagradables constantes y el invariable ruido de los mazos, pero los operarios cualificados solían cobrar un buen sueldo.
2.4 El molino de papel de Arbuniel. Las referencias.
Con anterioridad a la
localización del documento sobre el pleito por la venta del molino de papel de
Arbuniel, teníamos conocimiento sobre la existencia del mencionado molino. Así,
el mismo viene indicado, representando a la población de Arbuniel, en mapas que
sobre el reino de Jaén se realizan en 1653 y en 1761. Además, hay una
referencia al mismo en un protocolo notarial del Archivo Histórico Provincial
de Jaén de febrero de 1581… En el Catastro del Marqués de la Ensenada se
recoge, así mismo, la existencia en Arbuniel de un molino de papel de estraza…
El molino, claramente está
localizado en la ribera del río Arbuniel “rivera del Rio de Arbuniel termino de
las villas de cambil y alhabar”. Sin embargo, no teníamos la localización
exacta a lo largo de la ribera del río, y los informantes que hemos localizado
en Arbuniel tampoco podían precisar esa localización precisa. El recorrido
posible tiene alrededor de 2500 metros, iniciándose en el mismo nacimiento del
río Arbuniel, en la falda del monte de Torre Gallarín, y prolongándose hasta su
unión con el arroyo de los barrancos en la zona denominada los batanes. En el
documento aparecen varias referencias que nos han ayudado a la localización
precisa del inmueble… Ya habíamos referenciado que los molinos de papel se
construían cercanos a los nacimientos de agua para conseguir aguas poco
contaminadas y junto a importantes vías de comunicación…,
Continúan
dando muchas referencias de la posible ubicación del lugar, finalizando: “Con todas estas referencias, nos atrevemos
a situar el molino de papel en el enclave donde en la actualidad se encuentra
el molino harinero de la familia Súcar, frente a la ermita de Arbuniel…”
A tenor de lo expuesto, se deduce que primero existió un molino de fabricación de papel de estraza, y posteriormente, o bien se transformó esté a molino harinero, o bien, fue derruido y junto a él se construyó el molino actual. Personalmente me decanto por la segunda posibilidad, por los motivos que más tarde veremos.
Minutas cartográficas correspondientes a la digitalización de los mapas manuscritos en papel conservados en el Archivo Técnico del IGN. Se trata de los trabajos previos a la realización del Mapa Topográfico Nacional, en algunos casos con varias décadas de diferencia a la publicación de la primera edición del MTN de la zona. Este tipo de documentos se realizaron principalmente entre 1870 y 1950 y se clasifican en minutas planimétricas, minutas altimétricas y minutas conjuntas de altimetría y planimetría. Dibujados a escala 1:25.000, con una precisión de obtención de la información correspondiente a escala 1:50.000.
Un aspecto que resulta muy llamativo,
fue la referencia que se hace al camino real al describir la situación de la
venta de Arbuniel: “Benta que linda con el camino real que ba las billas de
Montejícar y Guadahortuna y con tierras de la capilla del señor san Andrés de
la ciudad de Jaén”. Ya con anterioridad, nos habíamos adherido a la tesis que
sitúa la estación (mansio) de Viniolis de la antigua vía romana que unía
Cartago Nova con Cástulo pasando por Acci y Mentesa en Arbuniel.
04_Ubicación caserío
de Papel
Para
una mejor descripción dividiré este punto en los siguientes apartados:
a)
Edificio principal y construcciones anexas.
b)
Molino harinero.
a) Edificio principal y construcciones anexas
El
edificio y sus anexos se encuentran en la pedanía de Arbuniel, en el término
municipal de Cambil, y son del siglo diecinueve (año 1.835), tal como lo
atestigua una inscripción en el dintel de la puerta de entrada al edificio
principal.
Este
edificio está ubicado en una parcela de unos 700 m²
(patios, canal de entrada del agua a los cubos y estos), con una superficie total construida de 348 m²
en tres plantas, diferenciándose en su conjunto varias partes.
06_ Sección transversal del edificio principal.
Dibujo
de D. Francisco Arévalo Badía.
a) Una primera construcción de tres plantas donde se aloja el molino harinero, almacenes y dependencias de vivienda para el molinero y la familia. En la planta baja, se encuentran dos piedras de molienda, con sus tolvas, guardapolvos, cabría… y algunas máquinas de limpieza como son: semilleros y humidificadores de cereal; otra tercera piedra, pero en este caso, es una rueda que el rodezno impulsa para mover una serie de `árboles de fuerza´ repartidos en las plantas primera y segunda, y que accionan la maquinaria auxiliar: cernidores de cereales en general (trigo, centeno…), así como varios sistemas de cangilones que mueven interiormente los cereales. La planta tercera, vulgarmente llamada `terrao´ o `soberao´, está destinada, por existir en ella poca humedad y mucha ventilación, al almacenaje de paja, pienso para los animales, y víveres para el uso de la casa, entre ellos, aceite y patatas fundamentalmente…
b) Una segunda edificación anexa al edificio principal, con un pasillo de separación de un metro aproximadamente, en donde están embutidos los tres cubos, que más adelante describiremos.
c) Una tercera construcción anexa a los cubos que sirve para conducir el agua desde el caz al molino, formada por una canal de obra de sección rectangular.
09_
Vista aérea de los cubos y del caz
3.1.1 Arquitectura de los edificios y anexos
Antes
de entrar a describir cómo están construidos estos edificios y los anexos,
trascribo de la web www.arquitecturapopular.es, el inicio de un artículo
publicado con el título: “… En la
arquitectura popular, los materiales empleados son los de más fácil
adquisición, los que se tienen más a mano. La tierra, la cal, la madera, la
piedra o la paja, solían ser los más utilizados por el pueblo para construir
sus viviendas. La arcilla cocida, especialmente tejas y baldosas, era también
muy extendida. Durante siglos, el uso casi en exclusiva de los materiales que
se podían encontrar en una zona y las condiciones climáticas de la misma,
fueron creando un sistema de construcción propio, unas reglas comunes a cada
comarca, que se perfeccionaron con el paso del tiempo. La arquitectura popular
se adaptó a lo que había…”
3.1.2 Edificio principal
Describiremos
aquí las partes principales del edificio: La cimentación, los muros de
cerramiento (fachadas), los forjados, la cubierta, los acabados, los
pavimentos... La cimentación aunque no está visible, estaría hecha mediante
pozos y vigas de arriostramiento rellenas de hormigón (piedras, arena, cemento
y cal), enrasando hasta una cierta altura con aparejo de sillares de piedra de
un espesor de 1 m aproximadamente.
La
fachada exterior (muros perimetrales) o de cerramiento interior (muros de
carga) del edificio de unos 50 cm de espesor, están formados por mampuesto de
piedra regular ligados con argamasa o mortero de cemento. Es de suponer que
estos muros estarán arriostrados en su parte superior, así como un refuerzo en
las esquinas mediante un aparejo, tal vez de ladrillo macizo. En los
huecos de puertas y ventanas se emplean
dinteles de madera o pequeños arcos de piedra o ladrillo. Las paredes exteriores,
están maestreadas con un recubrimiento de mortero de cal y arena, e
interiormente con una capa de yeso bastardo, de un espesor considerable,
maestreadas y con una terminación de pintura a la cal.
Los forjados de los pisos intermedios también se construyeron en madera. Se observa el entramado de las vigas de madera del forjado apoyadas sobre una jácena de carga, que estará empotrada en los muros maestros del edificio. Para rellenar el espacio entre el entramado de vigas del forjado (el cielo raso), se colocaron unas piezas de cerámica, al parecer ladrillos macizos de barro, formando un vértice. En su parte superior se rellenaría el piso con barro mezclado con cal para nivelar y asentar las piezas de cerámica como pavimento, o bien colocar un entablado de listones de madera.
La
cubierta a una o dos aguas (¿?), está construida con vigas y faldones
totalmente en madera. Sobre el faldón formado por tablas ripias de madera, se
colocaría un elemento intermedio compuesto por barro mezclado con paja, que
servía de nivelación y aislamiento térmico, sobre el que posteriormente se
colocó la cubierta de teja árabe.
Los
pavimentos. En el conjunto del edificio se pueden apreciar tres tipos de
pavimentos:
- El zaguán de entrada al edificio principal y
la sala de molienda, está empedrado con chinos de canto rodado de río. Este
pavimento de gran resistencia tiene una antigüedad de casi 200 años y se
mantiene en un buen estado de conservación, a pesar del paso de los animales de
carga con los sacos de cereal, el trajín de la descarga y carga, etc.
- Las habitaciones de la vivienda del molinero
con losas hidráulicas sobre mortero de arena y cal.
- En los peldaños de las escaleras de acceso de
obra de fábrica, en la unión huella-tabica, se han colocado mamperlanes de madera.
Ahora nos queda estudiar y describir la parte más antigua e importante de todo este complejo industrial para lo que fue concebido: Moler cereales para producir harinas con destino a la alimentación humana y del ganado.
Para que el molino funcione necesita la fuerza motriz del agua, y por consiguiente toda la infraestructura necesaria para que esta llegue desde el río Arbuniel, en nuestro caso, hasta las piedras de la molienda.
La infraestructura necesaria consiste:
- Un caz por donde circula el agua desde el nacimiento.
- Un sistema de conducción del agua al molino en sí.
- La maquinaria necesaria para moler los cereales y producir las harinas.
Hemos visto como el agua es el motor que mueve
toda esta industria, sin ella nada de
esto habría sido posible que funcionara. La pregunta: ¿Cómo llega el agua al
complejo? El agua se toma desde el nacimiento del río Arbuniel que se encuentra
a unos 2,5 km y a través de una canalización que llamamos `el caz´ llega hasta
un dique muy próxima al molino, y desde este se distribuye mediante unas
compuertas alimentaría al `cubo´, y este inyectaría agua al rodezno del
molino, y al final vertería de nuevo al
río de donde partió, pero a una cota más baja, no antes de haber regado los
numerosos árboles y vegetación que hay a lo largo de su recorrido y
prácticamente sin desperdiciar nada. Para mantener el cauce del caz libre de
hojas, las que llegarían a atorar si no
se limpiaran la entrada del agua al rodezno,
hay instaladas en diferentes puntos estratégicos unas rejillas. Es
fundamental tener siempre el caz limpio, aunque su uso para el que fue concebido no esté
ahora funcionando.
Desde el nacimiento del río Arbuniel y a través de una canal de obra de fábrica de diferentes secciones a lo largo de su trazado, el agua llega a una estructura cilíndrica de 1 metro de diámetro y 7,50 metros de altura, ligeramente inclinada, que conecta con un conducto cónico inclinado de 2 metros de longitud y este a su vez a una salida de 8x8 centímetros en el cárcavo, a una presión (el chorro del agua) de 10 m.a.m (1 atmosfera), siempre y cuando esté lleno el cubo hasta su cota más alta.
La pieza de salida del chorro del agua, es una chapa vertical sobre unas guías que está regulada desde la sala de molienda, de tal manera que hace que el `chorro´, en menor o mayor cantidad, incida sobre los álabes del rodezno variando su velocidad, incluso parándolo, por mediación de un tubo o pieza metálica denomina `paradera´
13_ Vista exterior e interior del
cubo
El cubo es de
obra de fábrica de mampostería, enfoscado interiormente de mortero y recubierto
con tablas de madera dispuestas en forma de embudo en varias capas que con el
agua y el paso del tiempo se recubren de una capa de cal solidificada.
Este tipo de
molino con un cubo es de origen árabe y lo traerían a España en la Edad Media,
donde se desarrollaría extraordinariamente, encontrándose bastantes ejemplares
en Andalucía y Extremadura. En efecto, la técnica más común en Al-Andalus fue
la creación de un cubo vertical para recoger el agua procedente de una acequia
o de una balsa. Este es el método más utilizado para caudales de agua
irregulares y escasos. Los molinos de cubo, se encontraban insertos en un
sistema que buscaba la adecuación entre los recursos hídricos disponibles y las
necesidades agrícolas de la población campesina, gozando de preferencia el
riego sobre los molinos.
3.2.3 Conservación
En este tipo de
construcción se presentaba con frecuencia grietas, o más bien microgrietas, en
sus paredes que hacían que se perdiera agua a través de las mismas minando el
material que lo cubría, por ejemplo la mampostería. Si estas grietas no se
reparaban en sus inicios, irían a más
con el consiguiente peligro de desmoronamiento de la estructura y la pérdida
constante de agua.
El problema era
cómo solucionarlo, y de nuevo aparece la imaginación del molinero. Me cuentan
que el molinero recogía `basura´ que había por los
alrededores procedente de los animales fundamentalmente. Esta basura la sometía
a un proceso de cribado obteniendo un producto homogéneo y de una granulometría
muy fina. Por la noche paraba el molino, llenaba el cubo de agua a su cota máxima
y vertía el producto que había obtenido del cribado de la basura. El agua al
salir por la microfisuras sellaba las grietas con el producto que tenía ya en
suspensión, tapándolas. Operación que repetía varias noches hasta conseguir
taparlas definitivamente. Este procedimiento se sigue actualmente con productos
adecuados para tapar p.e.j. las fisuras en radiadores de vehículos, tuberías de
gas en las máquinas de AACC, microfisuras en calderas, quedándome corto al valorar el ingenio de estas
personas, que con tan pocos medios eran capaces de solucionar problemas
adelantándose a su tiempo, pues ya se sabe que la necesidad agudiza el ingenio.
Primero intentaré explicar
el funcionamiento del molino en su conjunto, aunque ya lo hemos ido desgranando
a lo largo de los puntos anteriores.
Estos elementos que forman parte del funcionamiento son básicamente: El agua, para transmitir la energía, y el rodezno para aprovecharla.
El agua nos llega por el caz hasta el cubo, que proporciona la presión necesaria para que a través de la boquilla pueda mover el rodezno. El rodezno se apoya en el <árbol>, que le sirve de eje y éste a su vez se apoya en el <punto> y en la <rangua>. La rangua se apoya en el <banco>, madero de castaño, con un extremo fijo y el otro móvil, para que con el <alivio> pueda regularse la elevación de la piedra, que es sustentada por el árbol y el <palahierro> y se une a ésta con la <lavija>, pieza prismática de hierro con un orificio en el centro.
El grano se va echando por
la tolva a través de la canaleja, que suele tener conectados unos sistemas muy
ingeniosos que, aprovechando la rotación de la piedra, transmiten un movimiento
de percusión haciendo que el trigo caiga progresivamente.
Visto a grandes
rasgos el funcionamiento, iremos detallando las características de los
diferentes elementos que forman parte del molino en sí, así como otras
operaciones que son básicas en la molienda y el
mantenimiento del conjunto, tales como:
3.2.5 El cárcavo
El cárcavo es una cavidad artificial en forma de túnel que sirve para albergar al rodezno, y permitir al agua salir después de haber impactado en los álabes de este. Se trata de una bóveda de cañón realizada con dovelas de piedra de toba en forma de cuña para adaptarse a la curvatura de la bóveda, ligadas con mortero de cal que con el transcurso del tiempo se pierde por causa de la constante humedad en que se encuentran los materiales que lo forman. En nuestro caso el cárcavo atraviesa toda la sala de la molienda teniendo un orifico en la parte central por donde pasa el <árbol> y dos huecos verticales a los lados para alojar el <alivio> y la <paradera>.
3.2.6 El rodezno
Es una
rueda hidráulica en hierro con álabes metálicos unida a un
eje vertical (árbol) que a su vez se engrana a la piedra volandera del
molino. En nuestro caso el rodezno tiene un diámetro de 170 cms con 40 álabes de 23 cms de ancho y 18
cms de desarrollo.
3.2.7 El banco
El <banco>,
o también llamado `puente´ o `la puente´, es una viga de madera que se coloca
tumbada en el suelo del cárcavo en una zanja realizada para tal efecto quedando
inmovilizado en dos direcciones: longitudinal y lateralmente, pero permitiendo
su movimiento vertical en un margen de unos centímetros, el cual está regulado por un tornillo situado
en un extremo de esta viga y que accionado desde la sala del molino por una
barra metálica vertical, sube o baja
todo el conjunto. Al eje del tornillo se le llama <vara de alivio> y al
tornillo <alivio>.
El <banco>
tiene un orificio en su cara superior donde se introduce la <ragua> pieza
cruciforme formada por un dado central con cuatro conos en cuatro caras del
mismo plano, pudiendo tener solo dos puntas que se utilizan como punto de
fricción y así reducir el desgaste y el rozamiento del conjunto. El
<árbol> tiene en su extremo una pieza metálica llamada <gorrón> o
<punto> que es la que se apoya en
el centro del banco en concreto en la ragua. El material utilizado para la
realización de estas piezas es una fundición de bronce al que se le añade un
poco de plata para reducir el desgaste. En resumen en el centro del banco se
sitúa la ragua sobre el que descansa todo el conjunto: rodezno, árbol, palahierro
y piedra superior o volandera.
3.2.9 El alfarje
Elemento situado
sobre el cárcavo, que tiene la finalidad de situar las piedras de la molienda a
una altura desde la que sea más fácil trabajar. En nuestro caso el alfarje está
construido en madera a modo de bancada, con travesaños metálicos, sobre unas
bancadas de obra de fábrica.
20_Detalle del alfarje
3.2.10 Las piedras
Es el elemento destinado a moler el grano, en concreto es un prisma circular con una perforación en el centro para dejar pasar el grano y el eje de transmisión. Este lo forman dos tipos de piedras: La inferior fijada en el alfarje se llama <solera>, con forma interior algo convexa y la superior o <volandera> con forma interior algo cóncava, que se acopla a la solera y se apoya sobre <la lavija>, un pasador que se introduce en la punta del palahierro y por el que es transmitido el movimiento a la piedra. La lavija es un elemento prismático plano con un agujero de la misma forma que la punta del palahierro generalmente cúbica, también se utiliza para ubicar un eje auxiliar que transmite el movimiento mediante unas poleas a la maquinaria auxiliar del molino.
La piedra
volandera está realizada en mármol de buena calidad, de 1,30 metros de diámetro por lo general, y un espesor inicial
entre 40 y 50 centímetros, pero al ser una piedra blanda se desgasta
rápidamente por lo que hay que picarla de nuevo para rehacer los dibujos de las
caras interiores. La piedra solera realizada en pedernal mucho más resistente
al desgaste que la volandera, está formada por varios trozos para facilitar su
transporte.
Ambas piedras tienen tallado un dibujo en su cara interior con el objetivo de llevar el trigo hacia el exterior a la vez que se va triturando. Si el dibujo no se encuentra suficientemente marcado, la harina se quemara. Estos dibujos son de distinto tipo, los hay rectos de una sola cresta, los hay de líneas rectas no radiales y truncadas y otro compuesto de radios alabeados.
La finura de la harina se consigue levantando o bajando la piedra volandera sobre la piedra solera con ayuda del alivio y regulando la velocidad del giro con la llave. La cantidad de grano que cae al ojo de la piedra se regula por medio de un tensor que se engancha a la <canaleja>, pieza acanalada de tablas de madera que actúa a modo de canal; a esta le cae el grano desde la tolva, depósito en forma de pirámide invertida de la que cuelga la canaleja, transmitiéndole el movimiento de percusión necesario para que el grano caiga a través del <tocador>, pieza de madera que puede ir directamente a la piedra o al eje central de las poleas.
Para evitar que la harina se pierda al caer por cualquier parte y se levante mucho polvo, se dispone en concreto de un elemento prismático alrededor de las piedras realizado en madera, formando un cajón llamado <guardapolvos>.
La harina sale del
guardapolvo por un orificio situado en el alfarje y que recibe el nombre de
<piquera> depositándola en un cajón de madera llamado <harinal>.
Nota: En nuestra instalación, los dos molinos que existen tan solo conservan las piedras solera y volandera, además de las cabrías. Para explicar de forma adecuada cómo era el molino, incluyo la imagen del molino que existe en el ``Molino de las Ánimas´´ de Santiago – Pontones, que es de la misma época y que fue objeto de un profundo estudio por el que suscribe.
3.2.11 Las máquinas auxiliares
Otra actividad que hay que
realizar en el trabajo de la molienda es la limpieza del cereal antes de moler
y el cernido de la harina para separar las distintas calidades y grosores.
En nuestro molino hay dos
tipos de máquinas auxiliares:
Máquina auxiliar nº 1: <El Semillador> que limpia previamente el cereal que llega al molino antes de proceder a la molienda de: tierra, elementos extraños, semillas…. Esta operación se hacía normalmente de un día para otro. Una vez limpio se le agregaba al cereal una cantidad de agua para mantener un % de humedad que era favorable a la hora de la molienda. Esta cantidad de agua dependía de la experiencia del maestro molinero. El animal de carga llegaba, se descargaban los sacos del cereal y se vertían en el semillador procediendo a su limpieza y posterior aporte de humedad quedando ya preparado para la molienda del día siguiente.
Máquina auxiliar nº 2: < El separador> de diferentes clases de
cereales desmenuzados por la molienda: Harina blanca fina para la fabricación
del pan, moyuelo y salvado (según el tamaño de la molienda).
El humedecer el trigo, tenía la finalidad de eliminar
el `tizón´ o `negrilla´. Los tizones son granos falsos, una
especie de espigas negras, que le sale al trigo cuando está creciendo
en la mata. Este hongo se combate con la <piedra azul>.
El moyuelo es un
residuo sólido que queda después de haber molido el trigo y separado la harina
fina. Con él se hacía antiguamente el <pan negro> y también servía, y
sirve amasándolo convenientemente, para la alimentación de las gallinas
fundamentalmente. El salvado, residuo sólido de
la cáscara del cereal molido, es lo último que se
obtiene al apurar la harina.
3.2.12 Ajuste del molino: Acarrazal
Para entender esta operación
conviene explicar previamente lo que sigue:… Las piedras de la molienda con el
paso del tiempo sufren un desgaste del dibujo que tienen en su cara interior, que es el que conduce el
trigo hacia el exterior a la vez que se va triturando, pero si el dibujo no se
encuentra suficientemente marcado, la harina se quema y hay que proceder al
tallado de nuevo de la piedra o muela. Esta operación se hacía sacando las
piedras mediante la cabría fuera del su ubicación, de tal manera que fuera
cómoda y factible la operación del tallado. Para ello se utilizaban útiles
metálicos adecuados. Una vez tallados los surcos, de nuevo había que ubicar las
muelas en su posición correcta.
27_ Detalle de la cabría
Aquí hay que resaltar que
para saber si el tallado se había realizado correctamente, consiguiendo que la
cara de la muela quedara totalmente plana, el maestro molinero, que dicho sea
de paso era quien hacia también esta operación, pasaba por la cara de la piedra
una pieza rectangular de madera de medidas adecuadas que estaba recubierta de
una especie de tinte, de tal manera que dejaba marcas en aquellas zonas que
necesitaban que se actuará de nuevo con el útil de tallar.
De la operación anterior se deduce que había que ajustar todo el mecanismo del molino: La nivelación y separación de las piedras, la verticalidad del árbol, la caída del trigo desde la tolva a las piedras, el caudal del agua sobre los álabes del rodezno…
Para la nivelación de las
piedras, o lo que es lo mismo, conseguir la finura adecuada de la harina, se
consigue levantando o bajando la piedra volandera sobre la solera con ayuda del
alivio y regulando la velocidad del giro con la llave. La cantidad de grano que
cae al ojo de la piedra se regula por medio de un tensor que se engancha a la
canaleja, para que el grano caiga a través del tocador.
Para ajustar bien la
verticalidad del árbol había que actuar sobre la ragua ubicada en el banco…Al
final el maestro molinero para comprobar si estaba todo correcto, vertía grano
de cereal, empezaba a moler y observaba
el aspecto que tenía la harina resultante. Toda esta operación tenía una técnica
muy simple, pero necesitaba de mucha destreza.
Para tener una idea
aproximada de la producción que tenía normalmente el molino, suponiendo una
jornada de sol a sol, molería unos 300 kg de grano [de trigo unas 8 fanegas (la
fanega tiene 40/42 kg), y de cebada unas 10 fanegas (la fanega tiene unos 37
kg)].
-
Entre 1952 y 1969
Los
hermanos Andrés, Gregorio y Agustín González Jiménez, desde 1952 hasta 1969, fueros
los últimos molineros, año que se paró toda la actividad industrial por falta
de inversión, hasta el día de hoy.
El
molino pertenecía a la familia Suca, que tenían una farmacia en Jaén, en
concreto en el Palacio de los Vélez dando la fachada a la calle Ramón y Cajal.
Este
farmacéutico a principios de los 50, tenía como molinero a un tal Alfonsillo,
personaje muy conocido por su extravagante comportamiento, lo que obligó al
dueño del molino a prescindir de él, contratando a Agustín, que aunque era el
menor de los hermanos tenía muy buenas cualidades para sacar el trabajo hacia
adelante. Agustín, con la ayuda de un maestro industrial de Martos, remozó
todas las instalaciones del molino, dejándolo como el más moderno de la
provincia. Estos hermanos trabajaron juntos desde 1952 a 1957.
Cuando Agustín dejó el molino (se hizo transportista), se incorporó su hermano Gregorio que estaba trabajando en un molino en Montejicar, pueblo cercano a Arbuniel, pero en la provincia de Granada, incluso era el operador del cine del pueblo. Trabajó junto a su hermano Andrés hasta el año 1961. A partir de ese año, Andrés se vino a Jaén con su familia y Gregorio continuó hasta 1969, viviendo ese tiempo con su familia en Arbuniel.
- Andrés y su familia
El
matrimonio formado por Andrés y Juana Moriana Romero, tenía tres hijos: Mari, Blas y Marisa, que
nació en el molino. A ellos siempre les he dicho `mis primos´; su padre, era un
hombre con un talante de emprendedor digno de admiración. De joven trabajó como
maestro en un molino de aceite en la finca Mata Bejí en Cambil. Posteriormente,
como ya hemos indicado, se hizo cargo
del molino del Papel hasta 1961. En este año se desplazó a Jaén con toda la
familia con el objetivo de que sus hijos pudieran seguir estudiando. Para
ganarse la vida, gestionó un almacén de sal y en verano una fábrica de
hielo, suministrando a las tiendas e industriales de los barrios de la
Alcantarilla y San Idelfonso. Todo un portento de emprendedor hasta que se
jubiló; su esposa Juana, no se quedaba atrás.
De
nuevo en el molino, mi prima Mari me cuenta que el edificio tenía agua
corriente proveniente del caz, que usaban fundamentalmente en la tareas de
limpieza, para los animales, y para humedecer el trigo, pero que no se podría
tratar como potable, debido a la gran
dureza que tenía; para el suministro de agua potable tenían que ir con un
borrico aparejado con unas aguaderas y cuatro cántaros a los pilares de Arbuniel. También tenían un
corral con cerdos para San Martín, otro corral para las gallinas, amén de conejos,
palomas… En el patio anexo al molino,
había un huerto donde sembraban hortalizas, habas, papas….
Lo peor, el horario de molienda, que no paraba ni de noche ni de día. La noche
la hacía un paisano al que recuerda como una buena persona.
Mis
primos estaban escolarizados en Arbuniel y cuando tenían edad de ir al
instituto, sus padres no tuvieron ningún inconveniente en poner los medios para
que estudiaran.
Concluyo con este
semblante familiar la historia, el engranaje de este molino. Espero que esto
sirva para alentar a aquellos que tienen la inmensa suerte de poseer un
edificio de este tipo para que lo cuiden, lo mantengan, para las generaciones
futuras, por la memoria de quienes trabajaron duro en él, por
ellos.
Al
inicio de esta publicación decía:”…Y os
podréis preguntar ¿y esta historia a qué viene? , pues bien, el pasado año en
el `Congreso Virtual sobre Historia de las vías de comunicación´ en el que
participé, en una de las ponencias apareció el molino, lo que después de ¡60
años! me trajo muchos recuerdos. Decidí intentar reencontrarme con mi infancia
en ese inmueble industrial…”, no sé si lo habré conseguido, pero no hay que olvidar que el fin
primordial es conseguir que este hito industrial no se pierda.
Como
soñar es gratis, este edificio debidamente restaurado sería por una parte un
acicate turístico de primera línea para el municipio, además de una magnífica
aula sobre sostenibilidad, medio ambiente, energías limpias…tan en boga ahora,
además de recordar la forma de vivir de generaciones no tan lejanas. Como
actuaciones inmediatas para ponerlo en valor:
a) Limpieza
general de todas las dependencias y rescatar todos los elementos de las labores
que allí se hacían: herramientas, utensilios, etc.
b) Reparaciones
de forjados exteriores, reposición de la cubierta con faldón de teja árabe,
enfoscados interiores y exteriores, así como revestimiento de pintura…
c) Cambio
de la carpintería exterior (ventanas, rejas y puertas exteriores)
d) Dotación de aseos (fontanería y saneamiento).
e) Dotar
de instalación eléctrica el edificio: Alumbrado y fuerza, pero utilizando como
energía limpia la instalación de una pequeña minicentral hidroeléctrica de 10
KVA con una conducción forzada desde el caz, que dicho sea de paso está en
perfecto estado, sirviendo esta instalación de método didáctico del aula que
allí se instale.
f) Adecuación de un aula debidamente dotada de material informático y audio visual (proyector, pantalla,…), mobiliario, etc.
En
fin, soñar es gratis, y ya que hemos empezado esperemos llegar a buen fin, al
menos no me quedará en la conciencia no haberlo intentado. He visto en pueblos
que tienen en valor hitos que en comparación con este molino no valen `un duro´,
pero los tienen como dicen los mi pueblo <níquel>, vendiendo el producto
como algo maravilloso de cara a sus paisanos y del turismo...
Arbuniel, marzo del 2023
Agradecimientos:
- Agradecer a D. José Puñal por todas las
facilidades, explicaciones y enseñanzas que me ha dado para poder llevar a cabo
esta publicación.
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A la familia González - Moriana
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A Francisco Arévalo Badía
-Bibliografía:
- Revista ALMOROJE. Santiago – Pontones - Julio 1998.
-
<<Un molino de papel en la ribera del río Arbuniel>> por. Manuel
Cabrera Espinosa y Juan Antonio López Cordero.
-
Publicación: ``Un hito industrial en el
camino de San Juan de la Cruz: El molino de las Ánimas´´ Autor: Miguel
Mesa Molinos.
-
Trabajo de campo, textos, fotos, diapositivas, anexos y maquetación: Miguel
Mesa Molinos Ingeniero Técnico Industrial, colegiado 179 del COITI de Jaén.