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miércoles, 19 de julio de 2023

NO ME DIGAN QUÉ DEBO PENSAR, COMER, BEBER O VESTIR. NO ME TRATEN COMO A UN IDIOTA.

 



Artículo en la edición impresa del Diario Jaén
"La Semana", domingo 16 de julio 2023


La filosofía de la sociedad progresista, nos está llevando al exterminio de todo lo considerado humano y natural. 

El progresismo, su misma palabra encierra el concepto, no es proteccionista, sino destructor. La erradicación del analfabetismo, sin duda algo buenísimo, tiene su contrapartida: la desaparición de la abundante y rica cultura rural de transmisión oral, acumulada durante siglos, y la demonización de ciertas costumbres, como la recolección y consumo de plantas y frutos silvestres: cerraja, hinojo, majuelo, bayas de enebro, cardillos, malva, collejas, diente de león, bellotas, ortigas…  Las nuevas generaciones, para las que la ciudad y sus urbanitas son el progreso, arrastran una enorme incultura. Para ellos, todo es mercadeable. La presencia de estos vegetales en la dieta urbana es testimonial o nula, adquiriendo algunos de ellos en los herbolarios. 


 

El mundo rural “viejo” era reacio al uso del dinero como medio de pago. El comercio se basaba en el trueque. El efectivo quedaba para muy escasas ocasiones, sobre todo para pago al estado e instituciones: contribución, bancos… El hacinamiento de las gentes en gigantescas ciudades de pisos-jaula, verdaderas “granjas humanas”, llevó a que perdieran sus costumbres y conocimientos rurales y que su sustento dependiera de una “alimentación de pesebre” sustentada por una agricultura y ganadería intensiva muy alejada de la naturaleza y pagada con moneda, que nos condujo a la sociedad del despilfarro y la basura. Un tercio de los alimentos destinados al consumo humano en el mundo terminan en los vertederos. Una sociedad insaciable, que hace inviable el sostenimiento del planeta. En el mundo rural de antaño se consumía solo lo necesario: “el que come y deja, dos veces pone la mesa”. Los nacidos en los años 60 y anteriores recodarán que cuando el pan caía al suelo lo recogíamos, le dábamos un beso y se comía o se utilizaba para los animales, pero jamás iba a la basura. Esto era un signo que expresaba el respeto que teníamos a lo que la naturaleza nos proporcionaba. Para mantener la voracidad urbanita hay que esquilmar los campos: desertificación, extinción de animales y plantas, envenenamiento de aguas, tierras y alimentos… Los “venenos”: pesticidas, herbicidas, metales pesados, microplásticos… los encontramos en cualquier producto. 


 

Somos esclavos del derroche. Trabajar jornadas interminables para obtener bienes innecesarios. Unos pocos “avispados” se enriquecen “creando necesidades”, inexistentes, para lo cual enarbolan diversas banderas: sostenibilidad, ecologismo, maltrato animal… todo valiéndose de medios de comunicación comprados y de la ignorancia de una sociedad que se considera bien informada. Pasito a pasito nos van esclavizando y controlando. Un zancada muy importante en la pérdida de independencia fue cuando nos obligaron a pasar del trueque al dinero, a esta le siguió la compra a crédito, las tarjetas, la obligación de utilizar estas en muchos establecimientos, no poder pagar en efectivo a partir de ciertas cantidades… vueltas y vueltas que nos van asfixiando, minando nuestra libertad, a la vez que tratan de educarnos bajo una premisa: “lo natural es primitivo y salvaje”, mientras que la vida artificial que nos proponen es la panacea; solucionará los problemas del mundo. Falsos profetas.

A finales del mes de junio pasado se publicaba a bombo y platillo: “la Carne de pollo creada en laboratorio a partir de células de este animal, se puede vender legalmente en Estados Unidos”. “En tierras vascas, se está construyendo la mayor planta de carne de laboratorio del mundo”. 

¿Cómo consiguen la carne cultivada? 

En tanques de acero introducen células extraídas de animales vivos y nutrientes, es decir los componentes que harán que las células se alimenten y multipliquen, después le añaden saborizantes, vitaminas… Al final del proceso se obtienen gigantescos bloques de células, que se fraccionan dándoles aspecto de filetes o se destinan a la fabricación de salchichas y otros productos.

 Lo gracioso es cómo nos venden esta carne artificial: es sostenible, elimina el sufrimiento animal, suprime el impacto ambiental del pastoreo y el estiércol, disminuyen los gases de efecto invernadero… Está claro que hablan para una población inculta. La persona un poco preparada sabe que esto es mentira. Detrás de esta parafernalia se ocultan empresas que van a ganar un elevado número de millones, con los que regarán a todos aquellos que les ayuden en sus objetivos. Para cultivar carne se requiere: mucha energía, animales vivos para extraer las células, maquinaria, agua... y se producen residuos. 

A este mercadeo le veo muchas lagunas, que resumo en algunas preguntas: ¿Existe la posibilidad de que se introduzcan en los tanques células no deseadas (cancerígenas)? ¿Se desarrollarán, en estos cultivos, nuevos patógenos que afecten al hombre? ¿Qué riesgo supone una alimentación basada en patentes para un país? Dicen que el mundo vive una emergencia climática, y culpan en gran medida al ganado. La ganadería extensiva bien realizada no contamina, todo lo contrario es beneficioso para el planeta. Comer carne, de estos ganados, es ecológico. El abandono de la ganadería supone perder siglos de conocimientos, biodiversidad… y que la soberanía alimentaria quede en manos de unas pocas patentes. 

Son muchas las compañías que se han lanzado a conseguir una parte del pastel e investigan en el cultivo de pescados, mariscos y otras carnes: cerdo, cordero, ternera… Confían en que los consumidores asuman que estos productos frenan el cambio climático. No buscan la verdad; tratan de encontrar algo que justifique su falsa verdad. Dirigen nuestro pensamiento hacia donde les interesa. Tomemos como ejemplo el cambio climático: ¿han escuchado alguna campaña en contra del despilfarro vacacional o en contra de los espectáculos deportivos, modas…? Seguimos anclados en la época del Imperio Romano: pan y circo. Algunos datos: en España, las vacaciones de verano suponen unos 92 millones de desplazamientos por carretera; las de Semana Santa unos 10 millones. A todo esto, súmenle aviones, cruceros… más mantener toda esta infraestructura. El deporte produce un gran impacto ambiental; reflexionen y hagan las cuentas anteriores. Pero todos los grupos de poder permanecen callados; hay mucho dinero en juego. De los beneficios ambientales de la ganadería extensiva (siempre me refiero a esta clase de explotaciones) es mucho lo escrito y demostrado; de lo anterior no hay nada. No me digan qué debo pensar, comer, beber o vestir. No me traten como a un idiota. 

Autor: Antonio Rodríguez Rodríguez / veterinario / ganadero / pastor

Blog: https://vidapastoril.blogspot.com/ 

email: rodriguez0039@hotmail.com

 

 

 


domingo, 27 de noviembre de 2022

LOS TRASHUMANTES REGRESAN A SIERRA MORENA

    Antonio Rodríguez Rodríguez, veterinario y ganadero

    27 de noviembre de 2022. Tras un verano muy caluroso, al que precedió una primavera escasa en precipitaciones y continuó con un otoño seco, se aproxima el invierno. Los árboles de hoja caduca permanecen vestidos. Las higueras mantienen su verdor, impropio de la época del año en la que nos encontramos. No parece que otoño estuviera próximo a su fin. Durante el día uso ropa de verano. A la puesta del sol refresca algo, pero nada que no se solucione bajando las mangas de la camisa. ¡Es la fecha! Los trashumantes deben regresar a Sierra Morena, aunque el tiempo sea extraño para encontrarnos a las puertas del invierno.

Pinta muy feo. No saben qué hacer. Miran al cielo. El obstáculo no es la falta de comida. Que si lo es. El gran problema es la falta de agua para abrevar el ganado. La mayoría de las fincas solo disponen del líquido que les cae de arriba. No están acondicionadas para lo que auguran los científicos: las precipitaciones cada vez serán más escasas. Los propietarios deben de realizar sondeos y construir pilares. Caso contrario, no encontrarán quien les arrienden las tierras. En los pastos de verano, regiones altas de la Sierra de Cazorla, Segura y las Villas, la nieve les impide quedarse a los que no disponen de refugio para sus animales.

 


Camino de la tiná de Buen Pastor en el Cornicabral (Beas de Segura)

Ganaderos de otras latitudes: Guadalaviar (Teruel), Castril… También buscan el abrigo invernal que les proporciona las estribaciones de Sierra Morena. Todos cargan con la misma incertidumbre: la falta de agua para beber. Los pastos de invierno ya están perdidos. Hay que echar de comer. Seguirán mirando al cielo a ver si la primavera rompe lluviosa. El pastor se pasa el día mirando el firmamento. 

Si no llueve, de aquí a reyes, el que tenga medios se quedara, el que no, se arriesgara a bajar. A partir de esa fecha comienza la paridera y el camino ya no es posible. Eso sí, pagará religiosamente los pastos de invierno. No quieren perder la finca, entre otras cosas, por los problemas burocráticos y la perdida de la subvención de la PAC. Hogaño, si queda algo, será justo para comer en casa: Los piensos por las nubes, el gasóleo ni te digo… Estas gentes duras, como la tierra que pisan, dicen la frase del 23 de diciembre: por lo menos tenemos salud. Eso es lo que les va a quedar esta temporada: salud. Son el sector olvidado. Cuando se acuerdan de ellos, que más vale que no se acuerden, pues siempre es para algo malo, sobre todo si el que habla es el ministro Garzón. Los políticos animan al relevo generacional. Aunque con estas incertidumbres que padre alienta a sus hijos a que lleve esta vida. ¿Lo harían ellos? Lo que no quieras para ti, no se lo desees a tu prójimo. Si le faltaba algo al año, la PAC, les obliga a aumentar la carga ganadera, es decir, que tienen que tener más animales en la misma tierra para cobrar igual. 

Mientras, los científicos dicen que hay que procurar que el medio se regenere disminuyendo las cargas ganaderas. Contradicciones entre políticos, que no tienen ni idea, y científicos que si la tienen ¡Un disparate! Pero ¿Quién manda? Pregunta que ya respondió claramente en su día nuestro actual presidente del gobierno, Pedro Sánchez, ósea, los políticos, un cáncer necesario si queremos vivir en democracia. Si alguien no lo remedia, la trashumancia tiene los días contados. Tal como está hoy: sequía, precio de los piensos, falta de condiciones mínimas en los invernaderos… no es viable desplazar el ganado, pero tampoco es rentable quedarse. La solución es venderlo, sobre todo las ovejas: mucho esfuerzo para poca recompensa. Las pocas incorporaciones que se producen son en cierto modo ficticias, sirven para darle a la explotación familiar un poco de oxígeno: se incorpora el hijo, agarra el dinero de la administración, aguanta los cinco años que le obliga la ley, y después “les pega fuego a la ganadería”. 

 

  

El paso del hato por la aldea del Campillo (TM de Chiclana de Segura) 

Si la administración no apuesta en firme por la ganadería extensiva, en pocos años quedará desmantelada. Cuando aparezca una crisis, que la habrá, nos acordaremos de ella, pero ya no habrá pastores, vaqueros, ni profesionales que sepan manejarla. Estas enseñanzas pasan de padres a hijos y cuando trascurra un tiempo se habrá roto la cadena. Solo nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena. Y va a tronar gordo. 


Antonio Rodríguez Rodríguez, veterinario y ganadero

  

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


lunes, 31 de octubre de 2022

VACAS, LECHES ARTIFICIALES E HIPOCRESÍA DEL SER HUMANO

 



Artículo en la edición impresa del Diario Jaén
"La Semana", domingo 30 de octubre 2022



El freno del cambio climático tiene en el punto de mira la ganadería. En el mundo hay, aproximadamente, 23.000 millones de pollos, 1.500 millones de vacas, 1.000 millones de ovejas, 850 millones de cerdos, 700 millones de cabras… de entre todos ellos, en el centro de la diana se encuentran las vacas, hasta tal punto que países como Nueva Zelanda que, en el 2021, aprobó el plan de lucha contra el cambio climático, contempla reducir la emisión de gases de efecto invernadero. Para conseguirlo, una de sus acciones es disminuir la población bovina en un 15% antes del año 2050. 

Al paso que vamos esta preocupación no la van a tener los gobiernos. Tal como avanza la ciencia y la dirección que ha tomado, en un futuro no muy lejano, la casi totalidad de las granjas desaparecerán.  

La tarjeta de presentación de la vaca dice: libero 300 litros de metano al día, un litro de mi leche contamina igual que si se quema medio litro de gasolina… los beneficios que aporto no les interesa a nadie. 

 


Todos los animales (y nosotros somos un animal más) que consumen vegetales generan en su digestión metano, gas de gran efecto invernadero. La producción de estos vegetales, su recolección y trasporte a la granja también genera gases de efecto invernadero, pero esto último no sucede en las explotaciones en extensivo bien gestionadas.

Hay una carrera por producir leche artificial o leche sintética sin necesidad de vacas. Mediante técnicas complejas, que resumidas de manera sencilla serían: el gen que codifica la proteína de la leche de vaca es introducido en un hongo (levaduras modificadas genéticamente) y obtienen en primer lugar caseína y proteínas de suero de leche y al final del proceso la leche sintética. Para llegar a la obtención del producto final las levaduras se mezclan con minerales, azúcares, vitaminas, saborizantes, grasas… 

Las “maravillas” de este producto ya las están difundiendo las industrias involucradas y que dicen son: color, sabor, textura… prácticamente idénticos a la natural. Las propiedades nutricionales se pueden modificar sumando o restando componentes, con lo que consiguen un producto a gusto del consumidor: sin lactosa, añadiendo vitaminas, calcio, magnesio… obteniendo un producto más acorde a cada necesidad. No habrá “explotación animal”. Reducirá el impacto ambiental (menos emisiones y huella hídrica), siendo una producción más sostenible. Su fecha de caducidad será más larga que la de la leche natural. Podrá ser consumida por los veganos. Será un producto más sano, al controlar los ingredientes, por ejemplo, la lactosa (no digestible para el 65% de los adultos) o sustituyendo las grasas saturadas por grasas no saturada que son más saludables.   

 


 Aún no ha nacido su hermano y ya hace por mamar. Su madre le empuja hacia la ubre. El ganado en extensivo vive en libertad, se alimenta de las hierbas del campo y pare según los ciclos naturales; no hay maltrato. 

En cuanto a las levaduras modificadas genéticamente, dicen que no supone ningún peligro. 

Se cree que estas “leches” van a revolucionar la industria alimentaria. Sus futuro está muy cercano e irá en aumento cuando sea introducida en quesos, yogures… El objetivo es que en pocos años se consiga que sean más baratas que las naturales; la palabra clave la de barato. 

Si a todo esto le sumamos que las carnes sintéticas también es una apuesta de futuro cercano, mal porvenir se le presenta a la ganadería intensiva (de granja). Sin embargo la ganadería extensiva, creo que si tiene un buen futuro. Siempre habrá gente que quiera alimentarse de forma natural, aunque esta alimentación no estará al alcance de todos. A lo que hay que sumar que la ganadería extensiva proporciona beneficios medioambientales. 

Los humanos somos los tiranos del planeta. Nuestro capricho, bienestar, ocio, diversión… está por encima de las leyes de la naturaleza. Nadie ha realizado un estudio sobre lo que contamina el fútbol, deportes de todo tipo, nuestras vacaciones, desplazamientos por placer, conciertos, alumbrados navideños… Seguramente cualquiera de estas actividades contamina más que las vacas, pero es más fácil eliminar estas que renunciar a nuestros deseos, que nada aporta a la casa de todos, que es el globo terráqueo.

 

Antonio Rodriguez Rodriguez
Veterinario y ganadero

 


domingo, 2 de octubre de 2022

TODOS LOS SERES VIVOS, POR PEQUEÑOS QUE SEAN, SON IMPORTANTES.

 






Verano de 2022. A la sombra de una encina observo cómo un escarabajo pelotero rueda, en dirección a su nido, la bola de estiércol que ha realizado de una boñiga de caballo.

 Tiempos atrás, los chavales tomábamos las bolas, les dábamos una capa de barro, las poníamos al sol y cuando estaban duras las utilizábamos como canicas. Por entonces abundaban estos insectos. Hoy, la población ha disminuido considerablemente. Algunas especies están desapareciendo. Las causas son múltiples y variadas: ganadería industrial, abandono rural, herbicidas, pesticidas, medicamentos… destacando entre ellos las ivermectinas, aunque detrás de todas ellas se encuentra la mano del hombre y su amor al dinero. En las heces de los animales tratados con ivermectina quedan restos que afectan al escarabajo que pierde sensibilidad en sus antenas, capacidad motora y disminuye la producción de ovocitos. Todo esto se traduce en incapacidad para encontrar alimento y reproducirse. En definitiva, perpetuar su especie. Los escarabajos al ser consumido por sus depredadores: zorros, pequeños carnívoros, aves… pasan la ivermectina a la cadena trófica. Un inconveniente añadido es que las boñigas que contienen este medicamento parece que las hace apetecibles para los escarabajos; agravando el problema.

 


 Pablo Espinar Carrión a su paso por Santisteban del Puerto. Ultimo ganadero trashumante de la Sierra de las Villas que mueve ganado vacuno a pie. Junto a este lleva un gran rebaño de ovejas.

 

Las especies de escarabajos son muy numerosas y variadas sus formas de comportarse. Grosso modo, en los coprófagos ―los que se alimentan del estiércol― encontramos los cavadores ―entierran fragmentos de excrementos debajo de la boñiga donde han realizado el nido―, moradores ―se encuentran dentro o debajo de la boñiga sin realizar nido― y los peloteros. En cuanto a su alimentación, los hay que aprovechan: excrementos, carroñas, frutas podridas, arbolado muerto, hojarasca, humus, cadáveres, otros materiales… facilitando el reciclado de los nutrientes del suelo.            

Los escarabajos juegan un papel muy importante en la recuperación de los pastizales; al construir sus nidos bajo tierra y enterrar los excrementos, aportan nutrientes al suelo― fósforo, nitrógeno y potasio―, a la vez que evitan la exposición al aire de estiércol que hace que se desarrollen bacterias que emiten CO2 y evitan la producción de metano. Al remover el suelo destruyen huevos, larvas, parásitos, dispersan semillas e incrementan su permeabilidad y aireación. En cada bola de estiércol  la hembra deposita un huevo. Las bolas se endurecen y secan solo en la superficie, el interior se mantiene húmedo, permitiendo a  las larvas alimentarse, desarrollarse y convertirse en adultos que emergerán a la superficie. Buscarán pareja, harán nido y comenzará un nuevo ciclo. Se reproducen principalmente en verano y parte del otoño. Cuando llega esta fecha, se entierran hasta que llegan las lluvias primaverales que los animan a salir. La ausencia de escarabajos supone acúmulo de estiércol, aumento de plagas de moscas y otros parásitos.

Los escarabajos coprófagos se encuentran extendidos por todo el mundo y están especializados en actuar sobre los excrementos de los herbívoros de ese lugar. En Australia no existían escarabajos que degradaran los excrementos de los animales que introdujo el hombre: vacas, ovejas, caballos… aunque sí existían escarabajos que actuaban sobre las heces de los marsupiales, lo que llevó a un cambio en la composición de los suelos y en un menor aprovechamiento de los pastos por falta de nitratos, desarrollo de plantas no deseadas, rechazo a comer próximo a las heces al no haberse descompuesto estas…

Hacia los años sesenta, Australia contaba aproximadamente con 30 millones de cabezas de vacuno. Una vaca deposita entre 10 y 11 boñigas al día, esto supone unos 115.000 millones de boñigas al año, que cubrían unos 2 millones de hectáreas. La gran pérdida de pastos que les suponía, les llevó a tomar la decisión, en 1963, de importar escarabajos de África y de la cuenca mediterránea y hoy tienen sus propios escarabajos ya adaptados a sus tierras. Tras su introducción, se han ido corrigiendo los problemas anteriores.     

En una hectárea bien gestionada, con una carga ganadera adecuada, se cree que el número de escarabajos puede ser superior a los 6000 y que con su labor pueden enterrar y descomponer las tres cuartas partes de las heces producidas por el ganado. La pérdida de los escarabajos haría que aumentaran en más del doble las emisiones de dióxido de carbono y metano a la atmosfera por parte de la ganadería extensiva.

No sé si este y otros aspectos los tienen en cuenta quienes hacen los cálculos de las emisiones de gases de efecto invernadero. En los ecosistemas, todos los eslabones son importantes, si uno se rompe, afecta al conjunto de la cadena. La ganadería extensiva es un eslabón, que ayuda a mantener otros. Me gustaría que cuando un ministro, ministra o ministre haga una declaración sobre ganadería diferencie entre ganadería extensiva e intensiva

Según el Ministerio de Agricultura, nuestro país cuenta con un censo de unas 20 millones de cabezas de ovino. Una hectárea quemada de bosque mediterráneo libera 30 Tm de CO2 equivalente a lo que emite la obtención de 67,69 canales de cordero de 11 kg (según D. Vicente Rodríguez Estévez / Universidad de Córdoba). Este año (2022) se han quemado en España 300.000 hectáreas que han emitido la misma cantidad de gases que se derivan de la  obtención de veinte millones y medio de corderos.  Aunque esto no es real, en la ganadería extensiva, el balance, en este caso, es negativo. Es decir, la ganadería extensiva contribuye a captar o fijar más CO2 que emite. En resumen, si esas hectáreas hubieran estado bien pastoreadas, posiblemente no hubieran ardido, se habrían producido corderos y fijado gases de efecto invernadero que no hubieran ido a la atmosfera.


Antonio Rodriguez Rodriguez
Veterinario y ganadero

domingo, 28 de agosto de 2022

OTRA ALIMENTACIÓN



 

Artículo impreso en el Diario Jaén, domingo 28 de agosto 2022



Golondrinas en la calle Vía Crucis en la Puebla del Príncipe, Campo de Montiel, Ciudad Real
Autor: Julián Luis Medina Medina.


    La población humana mundial, en el año 2020, fue de unos ocho mil millones (8.000.000.000). Las previsiones de la ONU para el 2050, andan alrededor de los nueve mil ochocientos millones (9.800.000.000) y para el 2100, once mil doscientos millones (11.200.000.000). Está claro que esta progresión no es posible. La población tiene que frenarse; yo diría que debería disminuir, si queremos que todos los que no tienen una vida digna la alcancen. No habrá comida para todos. Necesitaremos más tierras para la agricultura y la ganadería.  Hoy consumimos 1,7 veces lo que el planeta es capaz de generar en un año. La situación es insostenible y no se puede prolongar en el tiempo.  

 Se está investigando para conseguir una dieta que permita la regeneración del planeta. 

    La alimentación futura tendrá más vegetales y menos carne. Cada vez son más las industrias que utilizan proteínas alternativas a la carne y les dan a sus platos un gusto similar. Otra forma de alimentarnos nos aguarda. Comeremos carne de animales vivos, leche y huevos de procedencia no animal, insectos… Esto se puede decir que hoy es prácticamente una realidad. Los huevos pueden ser producidos a base de plantas, con una yema líquida y una clara perfecta. El sabor y la textura son también similares a los huevos de las aves, y no tendrán colesterol, al menos así reza en la publicidad. Son varias las empresas que se han apuntado a esta carrera. Uno de estos huevos fue producido a base de proteínas de guisante y la yema contaba con alginato. Como es normal, cuenta con su cáscara. En definitiva, su aspecto, no difería en nada al que estamos acostumbrados a ver. Se espera que, para final del año 2022, algunos de estos huevos, estén en los lineales estadounidenses. 

    En Londres, el investigador Mark Post presento la primera hamburguesa de carne que no provenía de un animal sacrificado, desarrollada en el laboratorio a partir de células de vaca. Pasadas todas las pruebas de control alimentarias, se degustó. Los que la consumieron dijeron que era idéntica a la carne tradicional. El color rojo se lo dieron con jugo de remolacha. El sabor a carne, que se debe al contacto de la hemoglobina sanguínea con el fuego, lo consiguieron con un producto obtenido de las raíces de ciertas leguminosas a las que sometieron a una técnica de fermentación. 

    Otro producto que pronto hará su aparición son las proteínas lácteas de origen no animal, producidas a partir de microorganismos mediante fermentación. Con esta tecnología se pueden producir gran variedad de preparados lácteos desde quesos a leche cruda. Al igual que ocurre con el huevo, el sabor, valor nutritivo, textura… son iguales a la leche del vacuno. 

    La pechuga de pollo cultivada, el foie gras sintético, las salchichas que imitan a las originales… son productos sobre los que se está trabajado para que no haya muerte animal. 

Las ventajas que dicen tener estos preparados son: 

  • Beneficiaran el medio ambiente, al no necesitar una gran carga ganadera.
  • Serán más baratos
  • Se podrán eliminar aquellos componentes no deseables: grasas, huesos…
  • No tendrán residuos: antibióticos, pesticidas, herbicidas…
  • Serán capaces de alimentar a una población mundial en expansión

 

Dice el refrán: No hay rosas sin espinas. 

Algunos de estos puntos los pongo en duda. Los herbicidas, pesticidas… si son elaborados con vegetales, lógicamente los arrastrarán. Los conservantes serán necesarios, la energía será imprescindible para su elaboración… en fin, posiblemente sean la panacea para alimentar al mundo; el tiempo lo dirá. 

El hombre es un animal de costumbres 

    En las conversaciones mantenidas con familiares y amigos, casi todos dicen: “yo no comeré de eso”, pero el hombre es un animal de costumbres. Si observamos la alimentación de los diferentes países, incluso de regiones, vemos como en cada una de ellas los platos se elaboran con distintos ingredientes: culebras, lagartos, insectos, picantes, murciélagos, caballos, perros, gatos… hay productos que unos consumen y que otros rechazan. La publicidad es otro factor a tener en cuenta; el bombardeo constante al que nos someten hace que terminemos viendo normal lo que nos ofrecen. La uniformidad del producto también ayuda a su consumo; al que le gusta una hamburguesa de una gran cadena, la consumirá siempre, pues sabe que la que le sirven en Madrid es exactamente igual a la de Paris: educan nuestro paladar. Recuerdo cuando apareció leche en botella; costaba consumirla, “tenía un sabor raro”, ahora la tomamos sin problema y a lo largo de los años siempre sabe igual. La leche natural difiere en grasa y sabor según la estación del año y alimentación. La nata que hacía la leche al cocerla era un manjar, hoy si nos pasamos un poco y hierbe, la pequeña película que hace la tiramos. En definitiva, terminaremos comiendo lo que nos ofrezcan; sobre todo las generaciones venideras. Un ejemplo de esta evolución es que nuestros hijos comen distinto a nosotros. 

    Esto no quiere decir que vayan a desaparecer los productos cárnicos y lácteos, aunque disminuirá enormemente su consumo. Serán productos gourmet; sobre todo los curados: Jamón, cecinas, mojama, quesos añejos… 

Antonio Rodríguez Rodríguez
Veterinario y ganadero

 

 

 

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domingo, 24 de abril de 2022

22 DE ABRIL, DÍA INTERNACIONAL DE LA MADRE TIERRA. PASITO A PASITO HACIA LA DESTRUCCIÓN DEL PLANETA.


 




    Un espacio limitado, como es la tierra, la economía, no puede crecer indefinidamente. Ese desarrollo es en realidad un decrecimiento de recursos naturales que nos conducirá al desplome de nuestra forma de vida: un colapso alimentario, energético, ecológico y climático.


 

- La sociedad occidental tiene como “dios” la economía basada en individualismo y competitividad, cuyo objetivo es acumular bienes - 

 

    En nuestro mundo, donde el círculo social prácticamente ha desaparecido y la familia apenas existe, las pantallas de plasma cobran gran importancia. La televisión, ordenador, móvil… son “él no va más”. Las redes sociales que nos permiten seleccionar información y contactar con la persona deseada a pesar de las distancias, no son más que la necesidad de romper el aislamiento en el que nos encontramos. Precisamos que alguien nos mande un “me gusta” que sustituya esa conversación de calidad, directa y empática con el vecino, amigo… Según algunos estudios, los niños, para desarrollar la imaginación y la creatividad es conveniente que crezcan en cierto aislamiento de las pantallas de ordenadores y tabletas y en contacto con sus semejantes. Son muchos los grandes directivos de empresas que llevan a sus hijos a colegios libres de estos medios. En los países desarrollados una de cada cuatro personas vive sola. La soledad es hoy una epidemia social que va en aumento y que se agudiza con la adicción informática.

 

- Los primeros días, meses… son fundamentales en la vida de todo ser vivo -   

 


    Durante este periodo es cuando se desarrolla lo que en el mundo rural llamamos “apego”. En el caso de los mastines le llamamos troquelado ―los criamos durante sus primeros meses de vida junto a las ovejas para que se consideren una de ellas y no las abandonen nunca; es su manada―. Un amigo, ya fallecido, poseía los mejores mastines de la comarca. Bueno, esto puede parecer subjetivo, pero lo que sí es evidente es que eran los que mejor defendían el ganado contra todo ―animales y personas―. Su éxito se basaba, según él, en su crianza. Nada más abrir los ojos amamantaba sus cachorros de una cabra. Esta sería su madre. Nunca abandonaría su clan ―el rebaño―. Los corderos que han perdido la madre y que son atetados por una cabra, no se unirán al grupo de las ovejas, por el contrario, pastarán con las cabras. Los ganaderos las denominan “ovejas cabreras”; ellos se consideran una cabra. El “burro hatero” ―trasporta los útiles de los pastores: agua, comida…― hoy casi desaparecido, debido a su convivencia estrecha con el ganado, lo sigue, sin que persona alguna se preocupe de él. Y podría seguir enumerado ejemplos. Es decir los primeros momentos de la vida son fundamentales para forjar “¿la personalidad, instintito, sentimientos…?” No sabría cómo denominar a este “apego”. Pues bien en el ser humano ocurre lo mismo. Si el tiempo que el niño necesita para interiorizar estos sentimientos, aportados por lo que sería su entorno ―madre, padre, familia…― lo sustituimos por algo artificial: tabletas, ordenadores, móviles… antes o después influirá en su comportamiento y desarrollo.






 01_“… Los criamos durante sus primeros meses de vida junto a las ovejas para que se consideren una de ellas y no las abandonen nunca; es su manada...”

 

- Para un buen desarrollo físico y emocional es necesario la comunicación a través de los sentidos: vista, tacto, oído, olfato… -

  


    Federico II (1194-1250), emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, fue un personaje excéntrico y extremadamente inteligente. Hablaba nueve idiomas y escribía en siete. Poseía conocimientos de astronomía, filosofía, medicina, matemáticas y ciencias naturales. Se cuenta, que su obsesión por saber si existía una lengua natural ―la de Adán y Eva― le llevó a ordenar que se recluyeran 30 recién nacidos a los que se les proporcionarían las mejores atenciones, pero sus cuidadoras no debían hablarles, gesticularles ni realizar con ellos ningún comportamiento que pudiera considerarse un acto afectivo, emocional o estimulatorio para los pequeños. Federico creía que sin estimulo humano, los niños, hablarían el idioma de nuestros primeros padres, espontáneamente, sin que nadie les hubiera enseñado. El resultado obtenido fue la muerte de todos; ninguno alcanzó la edad de tres años. Posteriormente, los psicoanalistas, han estudiado las consecuencias de la privación de las emociones en los primeros momentos de la vida de los humanos y dan como resultado: ansiedad, miedo, disminución en las expresiones mímicas, depresión, retraso motor, pasividad, no hablan, alta mortalidad, detención del desarrollo de la personalidad, autoagresividad… lo que demuestra que para un buen desarrollo físico y emocional es necesario la comunicación a través de los sentidos: vista, tacto, oído, olfato…

- Vivimos en un mundo que se aleja cada vez más de la realidad natural -

 

    Los medios nos bombardean con “triunfadores”, “persona de éxito”, que traducido al lenguaje popular es dinero, belleza y “familla”, o sea, que nos conozcan. Esos son los valores que trasmite y a los que aspira nuestra sociedad. No importa cómo se consigue esa fama: siendo infiel a nuestra pareja, robando, convirtiéndonos en alcahueta o celestina… solo basta ver la cantidad de programas televisivos dedicados a contar las miserias de los demás. En aras de conseguir este fin vendemos nuestra vida privada. En las redes sociales mostramos vacaciones, ropas, casa, comidas… no consiste en pasarlo bien, lo importante es que los demás crean que lo pasas bien; por dentro estas vacío, pero lo has logrado, para los demás eres una persona de éxito: “envidiada”. La industria publicitaria es, después de la de armamento, la que más dinero mueve. Vivimos en un mundo que se aleja cada vez más de la realidad natural.

 

- El trabajo está desnaturalizado, deshumanizado e individualizado ``no hay calor humano´´ - 

  

    En nuestro mundo “consumista”, desarrollo es: macrourbanizaciones, campos de golf, turismo descontrolado y masificado devorador de naturaleza y costumbres autóctonas; agricultura intensiva ayudada por plaguicidas, abonos… que contaminan las aguas; altas producciones utilizando organismos modificados genéticamente; destrucción de ecosistemas con la consiguiente pérdida de especies animales y vegetales; esquilmación de acuíferos: los pozos ilegales proliferan y se hace poco por evitarlo; basuras, cementerios nucleares, desechos plásticos, cambio climático… Producir grandes cantidades a bajo precio conduce a la competencia entre empresas e individuos. Todo vale, las palabras claves son: rendimiento, competitividad, eficacia, ganancias… El trabajo está desnaturalizado, deshumanizado e individualizado ―no hay calor humano― todo está informatizado, incluso el trabajo agrícola y ganadero. Tractores conducidos por GPS y granjas automatizadas donde no hay agricultor ni ganadero; solo técnico… Los animales son números. Se saquea y explota la tierra hasta el agotamiento. La ética y la moral, que en mi forjó la educación que recibí, no la encuentro.

 

- No debemos olvidar que la alimentación de las ciudades depende de estos ‘garrulos´ -  

 

    La sociedad urbanita, la que vive en ciudades masificadas repletas de rascacielos inhabitables, destructora de naturaleza y consumidora de gran cantidad de energía: desplazamientos, alumbrado exterior, aparcamientos, ascensores, porteros automáticos… llena de problemas que hacen la vida inhumana: burocracia, superpoblación, tráfico, especulación, stress, contaminación acústica y ambiental, inseguridad… no valora la función tan importante que realizan agricultores y ganaderos: ridiculizándolos y dañando su dignidad. Siempre los han tenido por incultos, garrulos y analfabetos. La colectividad aprecia más las personas con habilidades mentales ―carreras universitarias― que las que poseen habilidades manuales. No debemos olvidar que la alimentación de las ciudades depende de estos “garrulos”.  

 



02_La colectividad aprecia más las personas con habilidades mentales ―carreras universitarias― que las que poseen habilidades manuales.

 

 -  Agricultura y ganadería agresiva -

 


    Se estima que para el año 2050 una de cada siete personas será un desplazado por cambio climático. Mientras, los países en desarrollo alquilan millones de hectáreas a capitales extranjeros para que implanten en ellos una agricultura y ganadería agresiva. Un número elevado de campesinos subsaharianos han sido y siguen siendo expulsados de sus tierras al ser adquiridas ―millones de hectáreas― por compradores que apelan a la escasez, que ellos tienen para alimentar a su población, tal es el caso de China o Emiratos Árabes, aunque esto es difícil de creer si tenemos en cuenta los movimientos económicos transnacionales y la entrada de bancos inversores, fondos económicos… cuyo objetivo es obtener dinero con la agricultura debido al alza de los precios de los alimentos. Las tierras vendidas son las que poseen mejores condiciones. Su objetivo es alcanzar buenos niveles de producción que será destinada a los países del norte. El modelo de cultivo es devastador con gran impacto ambiental: monocultivo, fertilizantes, plaguicidas… que conlleva desertificación del suelo, contaminación de aguas y pérdida de biodiversidad animal y vegetal, en definitiva, destrucción de la vida y cultura africana. Estamos avanzando a pasos agigantados hacia el agotamiento de los recursos del globo terráqueo y hacia la destrucción de la naturaleza y de la vida rural. Todo por el “progreso”.

 - Cada uno somos responsable del destino al que estamos llevando al Planeta –

 


    Considerando al hombre, dentro del ecosistema, como lo que es: un animal más. Me parece el ser más absurdo de la naturaleza. Dirigido por la publicidad, que le crea necesidades insaciables, lo que le lleva a un estado de ansiedad perpetua, pues no puede obtener todo aquello que anuncian, el ser humano es cada vez menos natural y más artificial. Produce por producir y consume por consumir despilfarrando todo tipo de bienes validos: vegetales por su tamaño y forma, carnes por su color, ropa, teléfonos, coches por estar pasados de moda… un sistema productivo totalmente artificial. Se produce para tirar; esto se traduce en elevada contaminación.

    Pero lo grave es que todo lo vemos normal. A veces creo que nadie nos ha enseñado a pensar. La culpa no la tienen exclusivamente los políticos. Cada uno somos responsable del destino al que estamos llevando al Planeta. El que crea que acumulando riqueza deja un buen porvenir a sus hijos está en un gran error, pues no van a tener en qué gastarla, si viven.

 

Antonio Rodríguez Rodríguez, veterinario y ganadero. 

*Fotos y maquetación: Miguel Mesa Molinos