Mi amigo y colega de profesión: Santiago Cano León,
en un estudio pormenorizado que tiene
sobre el Santuario comienza diciendo... “Antes
de nada, voy a explicar el nombre del yacimiento, dado que existe una gran
confusión sobre su etimología. Como me comentó en una ocasión Pedro Molina
Poyatos, Secretario de la Asociación de los Amigos de los íberos, El Pajarillo
no se refiere a ningún ave pequeña, sino que su nombre lo toma de un pequeño
pajar que, al parecer, existía en esa zona”… Una vez aclarado de dónde le
viene el nombre a este importante santuario íbero, para lo que voy a explicar
me apoyaré en lo que se publicó en el BOJA Nº 21 de fecha 1-2-2006 - Consejería
de Cultura, Decreto 12/2006, de 10 de enero, por el que se declaraba Bien de
Interés Cultural (BIC), con la categoría de Zona Arqueológica, el yacimiento
del Cortijo del Pajarillo, en Huelma (Jaén).
Ubicación:
El
sitio arqueológico se encuentra situado en la margen izquierda del río Jandulilla,
en su ribera, en un cerro de escasa altitud que controla uno de los pasos entre
el Alto Guadalquivir y la depresión de Guadix. Ocupando una superficie de
aproximadamente cinco hectáreas,
está formado por cuatro elevaciones (tres domos y una meseta) que sobresalen
del resto de las alturas del entorno inmediato entre cuarenta y cincuenta
metros.
F1) Vista aérea yacimiento arqueológico entre la “Carretera
de la Estación”
de Úbeda a Moreda (A-401) y la carretera a la
“Estación de Cabra por Solera”
(JV-3214) (2018)
F2) Vista
aérea del yacimiento arqueológico “Cortijo del Pajarillo” (2018)
F3) Vista aérea excavaciones en el yacimiento arqueológico (1998)
Las
labores agrícolas y la construcción de una balsa, una piscina y un depósito,
además de las actividades de los expoliadores, han deteriorado parcialmente las
estructuras y alterado el registro arqueológico.
El primer hallazgo:
El
descubrimiento del sitio se produjo en 1933 durante la construcción de la
carretera a la pedanía de Solera, utilizándose como cantera para la
construcción de los dos puentes sobre el Jandulilla. Se localizaron varios
fragmentos de esculturas entre los que destacan el de un león acéfalo y una
cabeza de grifo, que se hallan en el nuevo Museo Íbero de Jaén.
F4) León acéfalo
procedente de la excavaciones del
yacimiento arqueológico del Pajarillo que se encuentra en el nuevo Museo Íbero
de Jaén
F5) Cabeza de Grifo
El segundo hallazgo:
A
principios de 1993, D. José Sánchez García -propietario del Cortijo El
Pajarillo-, mientras realizaba trabajos agrícolas encontró dos grandes
elementos escultóricos: un león acéfalo y una figura humana, también acéfala,
armada con falcata y en posición defensiva. El propietario dio parte del
hallazgo al Ayuntamiento de Huelma, y éste se puso en comunicación con la
Delegación Provincial de Cultura de Jaén. Tras una visita al yacimiento por
parte de especialistas, a comienzos de febrero se depositaron las dos piezas en
el Museo Arqueológico de Jaén.
F6)
F7)
F8)
Como
consecuencia de estos importantes hallazgos se llevaron a cabo intervenciones
arqueológicas por la Consejería de Cultura. Los trabajos arqueológicos darían
comienzo en marzo de 1994, dirigidos por los Drs. Manuel Molinos Molinos,
Arturo Ruiz Rodríguez, Teresa Chapa Brunet y Juan Pereira Sieso.
En
dicha actuación, aparecieron restos arqueológicos muy deteriorados por una
roturación reciente seguida de la plantación de almendros. A parte de la
destrucción propiciada por estas labores agrícolas, había también evidencias de
expolio con movimientos de tierra, destinados, al parecer a la búsqueda de
elementos de cierta monumentalidad. Fruto de esta destrucción son las
abundantes piedras de diferente tamaño (desde ciclópeas a medianas y pequeñas),
algunas de ellas trabajadas, amontonadas junto al yacimiento y que era evidente
debían de formar parte de algún muro u otro elemento constructivo de gran
entidad.
F9)
El
sitio arqueológico presenta una secuencia que se inicia en el siglo IV a.C. a
la que se superponen dos fases de época romana (entre Augusto-Tiberio hasta el
siglo II d.C., y Bajo Imperial hasta el siglo V d.C.), y otra de época
medieval, de la que apenas quedan indicios y que se situaría entre los siglos
XI y XII.
A
parte de restos cerámicos ibéricos, situados sobre todo en las laderas, se
encontraron fragmentos cerámicos medievales, parte de ellos concentrados en la
cumbre del cerro, que había sufrido grave daño por los desmontes. Dentro de la
cerámica medieval se destacaban dos fragmentos de cuerda seca decorada con
elipsoides en verde, y una piquera de un candil vidriado, de cuerpo
troncocónico invertido y cuello cilíndrico estrecho y alto.
La
fase mejor conocida es la ibérica, las construcciones ibéricas detectadas
durante la excavación quedan delimitadas hacia el exterior por un enorme lienzo
de piedra de 80 metros de largo por 8 de ancho, con una estructura de acceso en
su sector Norte. Destaca su perfección técnica y su homogeneidad.
F10)
F11)
F12)
F13)
F10- F13) Detalle
del lienzo de piedra de 80 metros de largo por 8 de ancho
Unas
pequeñas escaleras dan acceso a un corredor delantero o pódium que desemboca en
otras escaleras de mayores dimensiones que, en origen, estaban flanqueadas por
dos leones. Esta combinación escaleras-pódium compone el sistema de acceso al
interior.
F14)
El
resto del conjunto escultórico se situaría en lo alto de una torre recubierta
de barro, ubicada en la zona central. Las esculturas representan a un lobo, un
guerrero, dos grifos, un muchacho joven y un carnívoro, componiendo una escena
que se interpreta como la heroización de un aristócrata ibérico.
F15) Recreación
del conjunto escultórico que se situaría en lo alto de una torre recubierta de
barro, ubicada en la zona central
En
el interior de la estructura se localizaron tres habitaciones, siendo excavadas
dos. Se conectaban a través de un pasillo; su ejecución técnica es bastante
buena. De dimensiones similares (4,5 x 2,25 metros), el pasillo que las
comunicaba tenía 1,70 metros de largo por 1 metro de ancho (F16)
F16)
En
la parte trasera de la estructura se documentaron aterrazamientos y muros de
contención. También en la parte delantera existía un sistema parecido destinado
a frenar los desbordamientos del río Jandulilla.
Las
características descritas alejan a este asentamiento de la morfología del
típico asentamiento fortificado, sus estudiosos lo definen como un Santuario
Heroico, debido a varios factores. En primer lugar, la forma física de las
estructuras (podría decirse que estas se reducen a una inmensa pared en mitad
del campo) le confiere un aspecto de límite físico de un territorio, en este
caso conformando su entrada. El territorio delimitado sería el Valle del
Jandulilla, pues el monumento se encuentra enclavado geográficamente justo en
su cabecera, en un estrechamiento de paso obligado para la comunicación del
Alto Guadalquivir con las hoyas de Guadix y Baza. El núcleo colonizador de este
Valle sería el ópidum de Úbeda La Vieja, situado en la desembocadura del río
Jandulilla, que tras un primer paso, con el establecimiento de La Loma del
Perro, culminaría su dominio total del valle con el «cerramiento » del mismo
mediante el muro que supone El Pajarillo.
De
este modo, el territorio quedaría perfectamente delimitado. El área de culto
del santuario se había definido construyendo un frente fortificado, cuya
función con toda seguridad no era militar, ya que cuando se alcanzan sus
extremos, la estructura amurallada se corta bruscamente permitiendo un acceso
fácil al interior y demostrando con ello que sí lo era un escenario creado para
quienes accedían desde el Sur, es decir, para quienes se aproximaban al valle
del Río Jandulilla.
El
monumento, como hemos visto, tiene en su centro una torre cuadrada a la que se
accedía por un sistema de escalones y corredores que la rodeaban y la
envolvían. Seguramente, en uno de los tramos de ascenso a la parte superior de
ésta estuvieron situadas dos esculturas de leones. Antes de comenzar a ascender
a la citada torre, se situaba la plataforma descrita anteriormente, ubicada
inmediatamente delante del monumento, y en la cual los visitantes debieron
hacer ofrendas al personaje que desde lo alto de la torre presidía el
monumento.
F17) Recreación
del monumento
Sobre
la torre debía situarse gran parte del conjunto escultórico en el que además de
animales fantásticos como el grifo y otros personajes, destaca el
enfrentamiento entre un héroe y un lobo. Se trata de la representación de un
mito que relata la superación de un obstáculo por parte del héroe.
F18) Recreación
de conjunto escultórico
El Héroe
El
conjunto escultórico representaría pues la heroización de un aristócrata
ibérico, su legitimación como tal mediante la demostración de su superioridad,
tanto sobre la fuerzas de la naturaleza, como sobre las sobrenaturales. La
escena que representan todas las esculturas, y que legitima al héroe ibérico,
contiene un fuerte componente de ostentación, pues está ubicada en el lugar más
visible del santuario. Esto querría decir que todo el conjunto en sí estaría
allí para ser visto, y para que a todo aquel que hiciese el camino entre las
tierras del Alto Guadalquivir y las hoyas granadinas le fuera evidente el
carácter heroico del aristócrata que dominaba el territorio delimitado en su
entrada por el Santuario.
El Museo Íbero de Jaén
En
la exposición temporal "La Dama, el Príncipe, el Héroe y la Diosa” en el
nuevo Museo Íbero de Jaén, se incluye un
espectacular espacio expositivo del monumento ibérico de “El Santuario Heroico
de El Pajarillo”, espacio éste del que quiero dejar constancia en esta
publicación.
F19) Collage
con piezas del conjunto escultórico
F21)
F20) – F21) Panorámica
espacio expositivo del monumento ibérico de
“El Santuario Heroico de El
Pajarillo”
F22) El
Guerrero, el lobo y el muchacho joven.
F23) Los
leones acéfalos.
F24) Las
garras del Grifo
F25) Cabeza y garras del Grifo
F26) El
Guerrero acéfalo
F27) El lobo
Jaén,
marzo de 2019
Bibliografía:
-
El Museo Íbero de Jaén: Exposición temporal "La Dama, el Príncipe, el
Héroe y la Diosa”
-
BOJA Nº 21 de
fecha 1-2-2006 - Consejería de Cultura, Decreto 12/2006
- LOS ÍBEROS
Y EL MUSEO DE JAÉN - Una recopilación
de: Santiago Cano León
- Vistas
aéreas: Google Earth Pro
Agradecimientos:
A Juana María López Díaz, guía de Huelma, y a Santiago Cano León por la documentación
aportada a la publicación.
· ** Fotos, diapositivas, textos y maquetación :
Miguel Mesa Molinos