En el mes de octubre del 2017 publiqué una
interesante historia situada en Pontones que titulé: <<La historia del cristo de José “el lanero”, los bataneros de La Matea y la fábrica de lanas de Pontones>>. Posteriormente
amplié está historia con <<la 2ª parte de la historia del cristo de José “el lanero”>> .Como
quiera que en mi última publicación también sorprendiera por lo que en ella se
contaba, decidí ahondar más en la vida de José “el lanero” y en la de su familia.
- La familia Bellver - López
José “el lanero”, se llamaba José María Bellver Castelló y era
natural de Onteniente (Valencia); estaba casado con Dña. Magdalena López Barberán natural de Cehegín (Murcia). Este matrimonio tuvo 7 hijos, 5 varones: José
María (el mayor), Amancio, Antonio, Pedro y Domingo (el menor), y dos hijas: María y Maravillas. Este nombre
me sorprendió, pero luego comprendí que
era lógico que su madre se lo hubiese
puesto, pues la Virgen de las Maravillas es la patrona de Cehegín, su pueblo natal.
F1) José María
Bellver y su esposa Dña. Magdalena López
(Foto cedida amablemente por su nieta
Milagros).
En la actualidad
viven, que yo sepa, dos nietos en Santiago de la Espada: Francisco de 81 años, el
que fuera taxista, que se le conoce como: Paco “el lanero” y su hermana Milagros (78 años ¿?) que fue
peluquera, y que tuvieron la amabilidad de contarme detalles de la vida de sus
abuelos y de sus padres; otra nieta: Magdalena en Madrid, y así como otros
familiares (biznietos) en Villacarrillo y Madrid.
Cuenta que Dña.
Magdalena era una mujer muy singular y culta; hija de un médico de Cehegín, que en Pontones hacía de matrona o partera,
como se prefiera. Aunque no tenía título, ayudó a traer al mundo a multitud de
zagales en esas aldeas y cortijadas perdidas de la mano de Dios en la Sierra de
Segura; había “nada más y nada menos” que ¡184 enclaves!, solo en Santiago –
Pontones y una población de unos 15.000 habitantes (1).
( (1) En el libro “Vocabulario del nordeste Andaluz.
El habla de las Sierras de Segura y Cazorla”, (Alejandro Faustino Idáñez de
Aguilar), editado por la Diputación
Provincial de Jaén, se reflejaba que el 2001 Santiago-Pontones, tenía 5.021
habitantes repartidos en ¡184
enclaves! (En la actualidad tiene 4.131
habitantes).
También me han contado que le gustaba
mucho la música clásica y en especial la ópera; disponía de una colección de
discos de pizarra y de una gramola de ésas que tenían una manivela para darle
cuerda, y con asiduidad escuchaba ópera
en esos fríos días de invierno en Pontones. Así me lo han contado, y así lo escribo.
José
María, era un hombre con una fuerte convicción
cristiana y muy devoto, honesto y
cumplidor; en resumen, una buena
persona.
De cómo apareció el
cristo en Pontones, me cuenta su nieta Milagros, que su abuelo marchó al Levante con dinero y el objetivo de comprar
maquinaria para la fábrica de lanas de Pontones. Al tiempo regresó sin el
dinero y sin la maquinaria, diciendo que le habían robado, aunque esta versión
la cambió cuando apareció en el pueblo sobre una mula un cristo de grandes
dimensiones, diciendo entonces que le había tocado en una rifa. Lo importante
es que el cristo llegó a Pontones, presidió la fábrica, la vida de esta familia
y de los que allí trabajaban, y que después de muchos avatares, e incluso el
derrumbe de la techumbre de la fábrica donde estaba el cristo después de quedar
esta abandona y salvándose milagrosamente la techumbre que lo albergaba, hoy
podemos disfrutar de él en un hornacina de cristal gracias a la generosidad de
otras personas.
José María montó primero la fábrica de Pontones y
posteriormente sobre los años 50, otra fábrica en Villacarrillo (de mi cosecha
y por confirmar, aprovechando el Plan Jaén que se puso en marcha en España en
la posguerra). En ambas fábricas, presidía
la nave central de fabricación, un crucificado
de características que ya hemos explicado en los artículos que hemos referenciado
al inicio de esta publicación.
- Sobre la fábrica de lanas en Santiago de la Espada
El Domingo de Resurrección me fui a
Santiago de la Espada; me presenté en la casa de Milagros y Francisco para
hablar con ellos sobre los recuerdos de sus abuelos, recibiéndome con mucho
agrado; la verdad que me sentí muy a gusto con su conversación y en su compañía.
-
La energía que la
hacía funcionar
Le
pregunté a Francisco sobre la fábrica de Santiago; cómo funcionaba, que
producía, de que materia prima se abastecían, de sus clientes, de los
proveedores… Me comentó que su padre tenía un camión con un motor Chevrolet a
gasolina. Este camión lo transformó, cortándole la caja; después le desmontó el
motor Chevrolet que se alimentaba de gasolina, y alimentándolo con un “gas pobre” que se producía
en un <<gasógeno>>, aunque con menor rendimiento, es decir menor potencia,
logró mover por medio de engranajes y poleas las máquinas de la fábrica de
lanas.
F2) Solar y antiguas
instalaciones donde estuvo la fábrica de
lanas en Santiago de la Espada
Para los que nunca
hayan oído hablar de un “gasógeno”, esto era un aparato que funcionaba usando
la gasificación, procedimiento que permite obtener combustible
gaseoso a partir de combustibles sólidos como el carbón,
la leña o casi cualquier residuo combustible. Al quemar la leña o el carbón de forma
parcial se genera, entre otros gases, monóxido de carbono, que tiene algo
de poder calorífico. Tuvo un uso muy extendido en España al terminar
la guerra civil (1939), por las dificultades de abastecerse de
petróleo y sus derivados en el mercado mundial. Se añadía a los automóviles un
carricoche remolcado donde iba el generador.
F3) Se añadía a los
automóviles un carricoche remolcado donde iba el generador.
Siguió Francisco contándome que luego ampliaron la fábrica con un “molino
harinero”, pues en Santiago y sus aldeas por los años 40, había más de 15.000 vecinos y que todas las vegas
las sembraban de trigo.
Como el motor Chevrolet se había quedado pequeño, ampliaron la potencia
necesaria con un motor Rolls-Royce alimentado también con “gas pobre” como le
decían. Luego cambiaron este sistema trayendo
un motor de un solo pistón con dos volantes de inercia ¡Vamos, en Santiago una modernura
para la época! ¡La imaginación al poder!
F4) Motor de un solo
pistón con dos volantes de inercia alimentado por gas pobre de un gasógeno
- El proceso de
fabricación
Sobre la fabricación me dijo que los
vecinos, especialmente los pastores, le llevaban limpio el vellón de las ovejas
una vez que las esquilaban; otros en cambio compraban el vellón por su cuenta, lo limpiaban
y se lo llevaban a la fábrica para “el cambio”.
Ya en la fábrica, el vellón se sometía
a una limpieza profunda para quitarle restos de material vegetal que siempre
quedaba, resultando lo que se llamaba “la lana”. Está se
introducía en un recipiente lleno de agua a más de 60ºC para así separar las
grasas. A continuación la lana se enjuagaba en agua fría, y al día siguiente se
tendía al sol sobre una plataforma de secado construida delante de la fábrica
para tal fin. Una vez seca la lana, se iniciaba el proceso de hilado. La lana
se colocaba sobre una máquina que estaba formada por un cilindro central
cubierto de dientes con cera. Esta máquina separaba las fibras de la lana que
se compactaban durante el lavado y la preparaba para el proceso de cardado.
Luego, tras la carda mecánica, se
producía la fibra bruta y posteriormente una máquina de hilar producía el hilo
por un procedimiento de torsión. Resultado: ovillos de hilo de lana.
F5) Vista de la sala
de máquinas (probablemente sería así), donde la fibra era cardada y peinada
sucesivamente hasta obtener unas tiras finas que pasaban a la hiladora. Se
puede apreciar el sistema de trasmisión para el funcionamiento de las diversas
máquinas mediante poleas y correas.
- “El cambio”
Francisco me comentó que
llegó un momento en el que ya no había “cambio” y la fábrica cerró. ¿Qué era
eso del ”cambio” ? La mayoría de las
veces en las transacciones que se hacían entre los que suministraban el vellón
ya limpio y la fábrica, se realizaban por un sistema de trueque o como le
llamaban “el cambio”. Los vecinos aportaban ”x” kgrs de vellón y según el rendimiento
que ya tenían estipulado, le
correspondían al cambio “x” kgrs de lana ya tejida, teniendo además que abonar
en metálico la mano de obra que correspondiera a la ejecución de esas prendas
que se llevaban, tales como mantas, jerseys, etc.
También había vecinos que
compraban a la fábrica la lana ya transformada en hilos. Tenía telares en su casa
y la familia entera se involucraban en el diseño y en el tejido de los textiles
tales como: jerseys, toquillas, calcetines o “mantas Pontoneras” hechas de
cuadros marrones y blancos, propias para
usar en la caballería, que después
llevaban a la fábrica para cambiar o vender. En otras ocasiones vendían a título
individual a los comerciantes del pueblo y de las aldeas y a otros
intermediarios como eran los “globeros”, o usaban las prendas que habían tejido
como moneda de cambio para saldar sus deudas. Todo un ejemplo de economía de
subsistencia.
- Un ejemplo práctico.
Para fabricar una “manta
de cujón” que tenía 6 varas (5 mtrs de
ancha x 2 mtrs de larga) y pesaba alrededor de 6.5 kgrs, con flecos en los
extremos y cordones en los laterales, hacía
falta esquilar 11 ovejas hembras de raza Segureña.
Me podéis preguntar: ¿de dónde
salen esas cuentas?
a) Una oveja de la raza Segureña (hembra), daba en el esquilo aproximadamente: 1,8 kgrs de vellón, que con un rendimiento del 50%, se obtenía 0.9 kgrs de lana ya limpia.
b) La lana en los diversos procesos de transformación: Lavado, cardado, peinado, teñido e hilado, perdía un 30.40 % de peso, es decir los 0,9 kgrs de lana, se convertían en 0.63 kgrs de hilo de lana.
c) Una manta de cujón de 6 varas, tiene una superficie de 10 m2, y pesa 6.40 kgrs aproximadamente
En consecuencia para obtener 6.40 kgrs de lana que pesa una manta ya transformada, harían faltan esquilar ¡11 ovejas!
(11 ovejas *1,8 kgrs*0.5*0.7= 6.93 kgrs de lana).
Estos datos son fiables
¡me he documentado!
- La manta de cujón
Anteriormente
hemos hablado de la “manta de cujón” e incluso el ejemplo práctico del “trueque”
o “cambio” se ha relacionado con este elemento. La verdad sea dicha, que cuando oí la palabra “cujón” por vez primera
no tenía ni idea a qué se refería, y por vergüenza no se lo pregunté a mi interlocutor
Francisco.
Ya
en Segura, sí se lo pregunté a mi vecina Julia, pensando que tampoco lo sabría, pero me
equivoqué. De tal manera que me enseñó de que se trataba.
Según la RAE:
-
CUJÓN: puntas o rincones que se forman
en el colchón, almohada, serón, aguaderas, alforjas o mantas.
- MANTAS DE CUJÓN. Las cosidas por un extremo para
formar una amplia capucha de uso campesino.
En
el libro: <Vocabulario del nordeste
Andaluz. El habla de las Sierras de Segura y Cazorla>, se puede leer: “Se
llamaban <mantas de cujón> y era
porque por un lado estaban cosidas. Para dormir por ejemplo en el campo, pues
te echabas un paño arriba y otro abajo, con los pies metidos en el cujón y
aquello era lo más calentito del mundo” (j. Gómez Campos ..p 111).
F6) “Manta de
cujón” tenía 6 varas (5 mtrs de ancha x
2 mtrs de larga) y pesaba alrededor de 6.5 kgrs, con flecos en los extremos y
cordones en los laterales.
(En el museo del Centro Cultural Palacio de Villardompardo Diputación de Jaén)
F7) Julia, mi vecina, mostrándome como era el cujón en una manta. La “raja” entre las dos solapas se cosía formando el “cujón”. Ahí, el pastor metía los pies y los mantenía calentitos. Como la manta tenía 5 mtrs de ancha, una parte del manto lo protegía del frio suelo, y con la otra se tapaban. De aquí se inspiró seguramente el que diseñó el saco de dormir, tal como lo conocemos. ¡Todo está inventado!
- Sobre la fábrica de lanas en Villacarrillo
De
esta fábrica poco he podido averiguar; se encontraba a la salida de
Villacarrillo hacia Ubeda, detrás de la Plaza de Toros, y al igual que la de
Pontones también presidía la nave de fabricación un cristo. Esta fábrica sería
más moderna que la de Pontones, pues al encontrarse en una población cabeza de
partido y con más habitantes, tendría suministro de corriente eléctrica y el sistema
de trueque o cambio que se seguía en Pontones, aquí no existiría. Pero todo esto
son suposiciones mías.
En
esta población sí que quiero resaltar una institución religiosa que tuvo, y tiene,
relación con José María “El lanero”: Las Hermanas Mercedarias Eucarísticas
o Hermanas Mercedarias del Santísimo Sacramento. De esta institución ya he dejado
constancia en la <<la
2ª parte de la historia del cristo de José “el lanero”>>
El Lunes de Pascua, después de
haberme reunido con los nietos de José María en Santiago, me presenté en Villacarrillo
en la institución. Allí tuve la suerte de tener una emotiva conversación con la
hermana Rosario Navarrete (natural de Villacarrillo) que conoció al “Lanero”,
pues ya se encontraba en la institución el día que llegó el cristo. Esta hermana
con sus 86 años a la espalda, con achaques propios de la edad pero con la cabeza
bien lúcida, me contó muchas historias relacionadas con el cristo, que voy a
ver si soy capaz de transcribir.
El
origen de la institución en Villacarrillo
Me
contó que su congregación, que tuvo su origen en Méjico, tenía sobre los años
40 una casa-convento en San Sebastián, muy próxima al puerto marítimo de
Pasajes. Al ampliarse dicho puerto marítimo, el inmueble que ocupaba la
comunidad se vio afectado por la obras de ampliación, y la Superiora de la congregación hizo un
llamamiento a una serie de Diócesis de toda España para que las acogieran. Tuvo
respuesta de la Diócesis de Jaén a través de su obispo, que por aquel entonces
era D. Rafael García y García de Castro. Se trasladan a Villacarrillo, y adquieren una casa que financian unas
señoras de San Sebastián y de Villacarrillo. En esta casa, que es la misma que ocupan
en la actualidad, establecen la congregación e inician su misión pastoral en el
pueblo, creando una escuela primaria; corría el año 1943. Por dicho colegio pasaron muchos niños del
pueblo; en la actualidad es una guardería infantil concertada con la Junta de
Andalucia.
F8) Edificio que
ocupa la comunidad de las Hermanas Mercedarias del Santísimo Sacramento
F9) Puerta de
entrada, flanqueada por el escudo de Hermanas Mercedarias del Santísimo
Sacramento y el cartel anunciador de
Centro de Educación Infantil - Junta de Andalucía.
¿Por qué se encuentra allí el
crucificado que tenía José María “El Lanero” en su fábrica de Villacarrillo?
Me
contó la hermana Rosario, que José María
Bellver vivía con su familia en Villacarrillo y que a mediados de los
años 50 del siglo pasado, tenía la intención de cerrar la fábrica del pueblo
debido a su avanzada edad, pero tenía la preocupación de que iba a pasar con
“su cristo”. Había en el pueblo una mujer que se dedicaba a blanquear o encalar las casas, y que por su oficio le trabajaba a
la familia del “lanero” y a las Hermanas Mercedarias. Como quiera que sabía la
preocupación que tenía José María con su cristo, le propuso a las Hermanas que
lo acogieran en su casa y así fue, quedando colgado en la pared, en un salón de la 1ª planta del edificio,
para su veneración por la comunidad.
El milagro del crucificado
La
hermana Rosario, hablándome con una emoción patente, me contó el
milagro que el cristo hizo sobre una hermana de la comunidad. Me describió, con
una dulce mirada en sus ojos, como una de las hermanas, que le tenía mucha
devoción a la imagen, estaba rezando de rodillas delante de él; el cristo se
desplomó de la pared, por el mal estado de ésta, y se abalanzó sobre la hermana desclavándose
de la cruz; esta se levantó y se fundió con el cristo en un abrazo. Al oír el
ruido, el resto de las hermanas entraron
en la sala y se quedaron sorprendidas como el cristo, ya en la cruz, se había
desplomado y no le había causado ningún daño a su hermana, la que les contó lo
sucedido. Desde aquel entonces decidieron bajar al crucificado a la planta primera
y que permaneciera apoyado en el suelo, tal como se encuentra en la actualidad.
A
diario, y de eso fui testigo, muchos vecinos al pasar por la puerta de la
comunidad entran, saludan al cristo, le
rezan, lo “acarician” y luego se marchan, no antes de entrar a visitar al
Santísimo que a diario está
expuesto en la capilla de la congregación;
resaltando que el cristo preside la entrada de la capilla ¡quién mejor guardián
que él!
F10) EL crucificado,
apoyada la cruz en el suelo, preside la entrada de la puerta a la capilla del
Santísimo.
Me
dice también la hermana, que los “chaveillas”
de la guardería al entrar por las mañanas y al irse, le dan un beso y hacen que
sus madres también lo hagan.
Final de la historia
Aquí
termino la historia de José María “EL lanero”, al que le agradezco que se
hiciera presente en mi vida, aunque haya sido de esta forma tan casual. He
tenido la oportunidad de enriquecerme conociendo a personas de su familia,
vecinos de su entorno, a las Hermanas Mercedarias, a Nicolás, a Ramón, Luis,
Magdalena ….. En los que siempre he encontrado amabilidad y cariño. La
conclusión, que una imagen de cristo
clavado en la cruz con una mirada muy dulce, nos haya unido en esta historia.
Jaén,
12 de abril de 2018
Bibliografía
*Agradecimientos: a Francisco y
Milagros Bellver López y a la hermana Rosario Navarrete (Mercedaria del
Santísimo Sacramento).
*Textos, maquetación y fotografías:
Miguel Mesa Molinos.
Miguel, son las 12.00 de la noche, he llegado a casa, he visto tu enlace y me he puesto a leerlo...no me he quitado ni el abrigo.... Que cosa más bonita sobre todo por lo bonito y sencillo que lo has contado. Un abrazo. Rafael.
ResponderEliminarGracias por tu comentario Rafael; la verdad sea dicha, fuiste tú quien empezó con toda esta historia, cosa que te agradezco. Un saludo.
EliminarQue bella historia y que gran trabajo, me ha emocionado.
ResponderEliminarGracias Miguel Mesa
Luis, cada uno ha puesto su grano de arena en esta historia; gracias por tu comentario. Un saludo. Miguel Mesa
EliminarTras leerlo detenidamente pienso en lo que puede lograr un hombre sencillo, un emprendedor de los que hicieron historia, de los que el tiempo fue restándoles importancia. Las fábricas desaparecen pero quedaron sus cristos y sobre todo la memoria viva en su familia. Una fotografía excepcional, el rostro también habla. Pero todo ésto, incluídas las correctas explicaciones acerca de los motores, de las mantas...llega a su punto más entrañable con la historia de las monjas. Ellas, los niños, el milagro...Todo quedaría hilvanado pero escondido en cualquier rincón sin tu ayuda. Recoges el ovillo, y el vellón vuelve a la oveja y los sentimientos a levantar la memoria de José "el lanero". Se merecía un reconocimiento, gracias una vez más por restaurar añoranzas con las palabras y las imágenes. Un abrazo.
ResponderEliminarEstimada amiga Rosa, gracias por tu comentario. Esté hombre murió a finales de los años 50, han pasado ya casi 70 años, y “sus cristos” perduran, y además en lugares que estarán por mucho tiempo. Me decían los vecinos de Pontones, que cuando la fábrica se abandonó, el crucificado quedó en su interior colgado en la pared. Al pasar el tiempo, se cayó toda la techumbre de la nave central y milagrosamente quedo la parte donde estaba el cristo sin caerse. Como dicen los de mi pueblo: “estaría de Dios”.
EliminarEn fin, hemos disfrutado todos con esta historia, y lo que más me ha llenado de alegría, es que algunos de sus familiares más directos me hayan dado las gracias por rescatar la memoria de sus abuelos ¡que no conocían!
Gracias de nuevo y un abrazo de tu amigo Miguel.
Gracias Miguel, me emociona y sobrecoge poder ver a mis abuelos en Facebook, qué gran trabajo has hecho: impresionante, enhorabuena y me reitero en darte de nuevo mis inconmensurables gracias.
ResponderEliminarGracias por tu comentario. Se me han quedado muchas preguntas en el tintero, pero seguro que alguien nos contará algo más sobre su vida. Un saludo M.Mesa
EliminarHay otros tres hijos de Maravillas, Alfonso Antonio, que vive en Madrid, luego estar Maravillas y José María que viven en Valencia. Alfonso es mi padre.
ResponderEliminarSon hijos de Maravillas, por lo que son nietos de José María Bellver y Magdalena López, por consiguiente mis bisabuelos.
ResponderEliminarMuchas gracias por sus comentarios. Dentro de unos días tengo una visita con personas de Villacarrillo que me explicarán detalles de la fábrica de allí. Un saludo y gracias de nuevo.
ResponderEliminarDe nada, gracias a usted.
ResponderEliminarQué historia más bonita la de esta familia y del Cristo me la ha mandado Rosa para que la leyera, es preciosa.
ResponderEliminarBuenos días Francisca, la verdad que es una historia preciosa, pero lo que más coraje me da es que he llegado tarde, pues en los últimos 10 años se han perdido muchos elementos de las fábricas de Santiago y Pontones que se podrían haber salvado. En fin eso lo que hay. Gracias por leerme. Buen día.
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